El uso del cartón y envases de papel ha crecido sostenidamente. En el año 2004, superó las 482 mil toneladas, el 2005 creció a 499 mil y el 2006 alcanzó 523 mil toneladas. En dólares, el año pasado este subsector llegó a los US$527,24 millones, lo que representa una variación de 5% respecto a los valores obtenidos durante el 2005. Exito indiscutido de un material que, según indica Jorge Ramírez, Gerente General del Centro de Envases y Embalajes de Chile, CENEM, le ha ganado importante terreno a la madera, especialmente en lo que a exportación de frutas se refiere. "La caja de madera bajó mucho sus porcentajes de venta producto del positivo impacto que causó la entrada del cartón corrugado. En Chile se llegó a producir cerca de 70 millones de cajas de madera y actualmente esa cifra no pasa de 10 millones". ¿Cómo se explican estos resultados? Principalmente, gracias a su gran performance como envase de transporte. "Es sin duda uno de los envases secundarios más emblemáticos", asegura Jorge Ramírez. También, porque gracias a importantes desarrollos en el diseño y en la eficiencia de los envases de cartón, hoy las cajas pueden colocarse directamente en el punto de venta, en los países de destino. 
Un envase perfecto
La definición de envase es contener, proteger, transportar, vender y cuidar el medioambiente; características conceptuales que la caja de cartón cumple a la perfección. Actualmente, existen numerosos tipos de envases basados en papeles y cartones de distinto tipo, que se clasifican de acuerdo a su capacidad, aplicación y forma. Según el último informe del CENEM, son los siguientes:  • Caja de cartón corrugado: Uno de los envases más utilizados y conocidos. Se usa frecuentemente para envasar distintos tipos de productos. Su resistencia lo hace apto para resistir el apilamiento.
• Cajas y estuches de cartón microcorrugado: Muy utilizado para productos de menor tamaño y peso. Ideal para el envasado de alimentos preparados congelados y productos cosméticos. • Cajas de cartón sólido: Envases destinados para los más diversos productos, especialmente pequeños, en distintos formatos y presentaciones. • Envases y estuches de cartulina: Este es uno de los envases más utilizados para el envasado de contenidos pequeños. Su principal característica es que presentan excelentes impresiones gráficas, lo que los convierte en un envase ideal para productos finos y de alto diseño. • Tambores de fibropapel: También llamados cuñetes, se utilizan principalmente para almacenar productos en polvo, sustancias mineras no metálicas y alimentos pre-envasados en bolsas plásticas.  • Composite Can: Este tipo de envases se usa para el envasado de productos en polvo o deshidratados. Se forma a partir de una pared laminada de papel, porcentajes de aluminio y polietileno, haciéndolo un sistema de embalaje muy eficiente contra los gases y la humedad.
• Sacos y bolsas: Son muy útiles para envasar productos sólidos o en polvo, pero sus capacidades son de hasta 50 kg. • Bandejas de pulpa moldeada: Además de usarse tradicionalmente para el envasado de huevos y para el ordenamiento de la fruta en unidades dentro de las cajas, en ocasiones se usan como componentes de confinamiento o amortiguación interior, para proteger productos delicados.
A futuro, Chile se ha propuesto ser una de las principales 10 potencias mundiales de exportación de alimentos, con una proyección de US$17 mil millones en ventas. En esa línea, el sector de envases y embalajes se proyecta de manera auspiciosa. Muy probablemente los envases de papel y cartón seguirán desarrollándose y mejorando sus atributos, para continuar reinando en las grandes ligas del comercio exterior mundial.
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