Tras dos años de intensos estudios en el mercado doméstico y en el estadounidense, pruebas de laboratorio y pilotos en fábrica, la entidad -cuya misión es potenciar el desarrollo de clusters en la economía chilena-, dio forma a un empaque de plástico transparente que pretende consolidarse como una alternativa más atractiva y económica respecto del tradicional envase de lata para mariscos, paté y salmones. Es más, la apuesta de Fundación Chile es tan ambiciosa que planea exportarlo a otros mercados de la Región, como Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú, incluyendo a Estados Unidos.

"Nos encontrábamos trabajando en Estados Unidos en un proyecto de pasteurización técnica para productos pesqueros en lata y plástico, y nos dimos cuenta del excelente impacto que ejercían los envases plásticos transparentes en el consumidor", recuerda Oscar Solar, Jefe de Proyectos del Area de Recursos Marinos de Fundación Chile. ¿El siguiente paso?, una acuciosa investigación en la industria sudamericana que arrojó la conclusión de que en la Región no había ningún proveedor que se abocara exclusivamente a la producción en serie de empaques de plástico con características de termoestable (retortable), rígido y transparente, "por lo que decidimos incursionar en ese nicho".

Una vida útil superior a los 12 meses

De este modo, Fundación Chile enlistó a sus jugadores, y selló una alianza con sus socios locales de negocio Coexpan-Coembal, Alusa, Petroquim, Robinson Crusoe, Geomar y Pentzke, para emprender el proyecto del nuevo envase, el cual fue elaborado a partir de multicapas de polipropileno y EVOH. La fase técnica culminó con exitosos testeos en laboratorio, donde se logró una vida útil del alimento superior a los 12 meses, según destacó Solar, agregando que en estos momentos se está impulsando su lanzamiento comercial.

"El desafío es educar al consumidor chileno para que opte por este empaque que permite ver los mariscos y el salmón, y de paso, convencer a los fabricantes sobre los costos asociados, los que de acuerdo a nuestros estudios, en una primera etapa podrían resultar levemente más caros respecto de la producción de envases de lata, pero luego se generarían economías de escala que permitirían recuperar la inversión inicial, e incluso, generar interesantes márgenes", aseguró Solar.

Sin duda, es un trabajo de largo aliento, advirtió Cristián Spoerer, Encargado de Ventas y Exportaciones de Coexpan-Coembal, indicando que la principal valla en el mercado local es que no hay suficiente masa crítica, "por lo tanto, tenemos que generar demanda". No obstante, el ejecutivo se muestra muy confiado, ya que su juicio una de las principales características competitivas del empaque de plástico es que no se abolla. "Las pérdidas semanales que registran los envasadores nacionales por latas abolladas son muy altas, dado que ante una lata abollada el comprador inmediatamente la devuelve y escoge otra".

Atractivos ahorros logísticos y de transporte

De igual forma, otro atributo diferenciador del envase de plástico es que es apilable, en cambio las latas hay que almacenarlas unas sobre otras, siendo su costo logístico mucho más duro. Si en vez de enviar desde Santiago una flota de 10 camiones con latas a Puerto Montt (una de las zonas más australes de Chile), se pudiera despachar un solo vehículo, el ahorro por concepto de flete y distribución del producto serían enormes, sentenció Spoerer. Como si todo lo anterior no bastara, además hay que resaltar que a diferencia de la lata, el plástico es más liviano, reciclable y funcional, lo que significa que el consumidor bien puede reutilizar el empaque para guardar o recalentar comida en el microondas. Esto, gracias a las propiedades del polipropileno, que junto con ser más barato, ofrece mayor resistencia en menos gramos.

De acuerdo a los cálculos efectuados por Fundación Chile, la inversión inicial para una línea industrial de 3.000.000 de envases plásticos al mes, requiere que el fabricante desembolse alredeor de US$250 mil para adquirir el autoclave con presión compensada y la máquina selladora, debido a que no se pueden utilizar los equipos con los que actualmente opera el sector.

Pero, ¿está preparada la industria conservera nacional para recibir este innovador empaque? Como bien lo grafica Spoerer, además de la inversión inicial otra barrera de entrada para posicionar el producto en el mercado, es que el productor chileno no es proactivo, y de hecho, sabe que en Europa y Asia ya se está produciendo envases plásticos transparentes para mariscos con características retortables. La estrategia de Fundación Chile, entonces, es remecer al sector apuntando hacia el valor agregado que brinda el plástico transparente y que el industrial puede incorporar a sus productos alimenticios.

Valor agregado a nichos de alimentos

"La estrategia es partir por consolidarlo en ciertos nichos tales como mariscos, salmones y paté preparados, para luego seguir en el segmento de las carnes aduadas y alimentos del tipo baby food, donde además de todas las ventajas ya descritas, la seguridad y atractivo del plástico juegan a favor del consumidor final", detalla Spoerer. No obstante lo anterior, el ejecutivo no descarta la posibilidad de que a futuro el envase se utilice en algunos commodities, como por ejemplo frutas en conserva o atún.

Por defecto, otro beneficio que podrían reportar los conserveros locales, es mayor poder de negociación con los proveedores de hoja-lata, que básicamente son sólo dos en Chile, asevera el ejecutivo. "En lo inmediato, ya estamos realizando algunos escalamientos y demostraciones en diversas ciudades de Santiago, enviando muestras a potenciales clientes extranjeros. Una vez que hayamos posicionado el empaque en Chile, nos enfocaremos en los mercados de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y Estados Unidos, ya que consideramos que estamos en condiciones de competir en precio, calidad y nivel de tecnología", subrayó Spoerer. Concluye que este objetivo está respaldado por el hecho de que Coexpan-Coembal -abocada a la producción de soluciones de plástico y termoformado-, hoy cuenta con oficinas en Brasil, México, España, Francia, Alemania y Rusia.

Una hazaña comercial que recién comienza y cuyos resultados recién se verán en 2008.