¿Cuál es la práctica que hoy define a los exportadores locales de vino?
I. Espinoza: Hoy el 95% de las exportaciones de vino se comercializa a través de la modalidad FOB, donde el importador se encarga sólo del flete internacional y la viña se hace cargo de toda la logística en origen. En el caso de cargas FCL, esto implica retirar el contenedor desde un depósito, transportarlo a su bodega, cargarlo, trasladar el contenedor al puerto y hacer la documentación y el agenciamiento de aduanas, lo cual involucra costos muy variables. En el caso de cargas LCL, esto proceso es aún más complejo. El problema que hemos detectado es que la generalidad del mercado está compuesto por viñas Pymes que no tienen el volumen ni la expertice para contar con una logística competitiva. Por tanto, la solución es trabajar con Ex Cellar, tal como lo hacen las Pymes en Francia, España e Italia.

¿En qué consiste la modalidad Ex Cellar y cuáles son sus ventajas respecto del FOB?
F. Herrera: Cuando se trabaja en Ex Cellar las viñas dejan en su bodega la carga lista y es el importador el responsable de la puesta en FOB. Para ello el importador contrata a un operador logístico que se encarga de gestionar toda esta cadena, dado que éste cuenta con los volúmenes y con la experiencia para ofrecer un servicio de calidad y competitivo, gracias a las economías de escala que puede lograr. Es un contrasentido que en Chile los exportadores Pymes de vino ofrezcan servicios logísticos asociados al producto, considerando que los costos de la cadena logística en origen son altos y difíciles de acotar. En cambio, vendiendo Ex Cellar, los costos y variables a manejar se reducen a la producción y comercialización del vino.

¿Qué otros beneficios se pueden obtener con Ex Cellar?
I. Espinoza: Cuando se trata de una carga LCL (Less Than Full Container) la venta FOB implica que los costos de transporte y carga se eleven y sean poco predecibles. Con Ex Cellar, lo que hace un operador logístico es coordinar una ruta, llevar toda la carga a un centro de consolidación, preferentemente en el puerto de embarque y realizar la coordinación para el agenciamiento de aduanas optimizando de este modo la cadena de abastecimiento en origen. Por lo que una buena opción sería salir al mercado alineadamente, vendiendo Ex Cellar. Por ejemplo, con el apoyo de las asociaciones respectivas. De hecho, algunas viñas en Mendoza, para quienes el problema es aún más complejo cuando consolidan con viñas chilenas, así lo han entendido y ya están obteniendo los beneficios.

¿Puede Ex Cellar ayudar a la industria nacional que ya está afectada por el actual tipo de cambio?
F. Herrera: Por supuesto. Los exportadores de vino se encuentran en una situación compleja dado el bajo precio del dólar, sus ingresos son percibidos en dólares y sus costos están en pesos, lo cual ha redundado en una baja importante en su rentabilidad. En consecuencia, en este escenario en que los costos de la puesta en FOB que están asumiendo los exportadores son en pesos, la mejor alternativa para paliar dicha situación es vender Ex Cellar. (www.ggori.com)