Ocurre, como indica Rodrigo Jofré, que en Chile el valor de los terrenos en relación a Europa son totalmente distintos, por lo tanto, las empresas prefieren construir almacenes muy extensos en superficie, pero no así en altura. A pesar de eso, asegura, "localmente existen algunos proyectos incipientes, pero orientados a automatización inteligente más que a desarrollo en altura", señala.

Poco a poco, las firmas se muestran más dispuestas a estudiar inversiones de este tipo, porque a medida que las tecnologías de automatización de almacenes se están desarrollando, están bajando sus costos. La tendencia es, como indica Jorge Steck, hacia la implementación de centros de distribución inteligentes, porque el mundo está empujando hacia eso.

La determinación de invertir en un centro de distribución inteligente también pasa, según Cristian Leva, por qué productos requieren ser almacenados. "Por ejemplo, el área farmacéutica está dispuesta a pagarlo, por la velocidad de la logística. También, algunas empresas de alimentos, que comercializan productos de alto valor agregado. Sin duda, cuando el palet vale más de US$1 millón, se justifica tener un sistema automático de almacenamiento", afirma.

Desde el punto de vista de la tecnología, en opinión de Adolfo Corvalán, es necesario hacer una separación entre almacenamiento y picking. De aquí a un futuro próximo, explica el ejecutivo de Miebach Logística, la proyección es que Chile incorporará masivamente la tecnología del picking, dado que los centros de distribución están creciendo a tal nivel, que puede volverse improductivo el exceso de personal en relación a estas aplicaciones.

Necesidades únicas

Aunque Chile ha evolucionado rápidamente en requerimientos de bodegas cada vez más inteligentes, aplicación de software más desarrollados y en el uso de normas adecuadas -casi siempre supeditadas a las que rigen al mercado norteamericano- el requerimiento más importante a la hora de definir las especificaciones de un centro de distribución sigue siendo las necesidades particulares de cada compañía.

Como señala Cristian Leva, "es fundamental entregar soluciones específicas a los requerimientos de cada empresa. Prácticamente no existen diseños estándares, porque cada negocio está definido con una óptica distinta y como proveedores tenemos que responder a ella". Cada cliente, según asegura Adolfo Corvalán, tiene requerimientos específicos, dependiendo del peso de sus productos, por ejemplo. "Y eso significa hacer una ingeniería distinta en cada uno de los proyectos", afirma.

Muchas empresas, a juicio de Rodrigo Jofré, incluso se apartan de los estándares del mercado, lo que hace necesario diseñar específicamente para ellos. "Esto ocurre con mucha frecuencia en la industria automotriz y esa es una de las complejidades de este negocio", comenta el profesional de Mecalux.

El plazo de implementación también es un factor crítico en este tipo de proyectos. Como explica Richard Riveros, muchas veces la actividad de los retailers y del mercado exportador está fuertemente asociada a la estacionalidad, por lo tanto, operar con un centro de distribución antes de las fiestas patrias o de las celebraciones de fin de año es vital.

El papel de las empresas de estanterías y racks para centros de distribución está estrechamente vinculado con la asesoría. Se trata de un negocio, como explican estos proveedores, donde es necesario mantener una alta sintonía con los requerimientos del cliente, entendiendo la criticidad de su operación y las particularidades de sus necesidades.

Factores que inciden en el diseño de un CD

Adolfo Corvalán, Ingeniero de Proyecto de Miebach Logística.

Richard Riveros, Gerente de Obra de Coz y Cía. Ltda.

Lo más importante es que el cliente sepa cómo quiere crecer, aspecto que tienen resuelto principalmente las grandes empresas. Hay muchas formas de proyectar el crecimiento, en función de las metas de ventas, del perfil de los proveedores, etc", asevera Adolfo Corvalán, Ingeniero de Proyecto de Miebach Logística. A su juicio, una variable crítica que juega en contra del diseño del CD es la escasa información logística. "Es fácil contar con datos de ventas y movimientos, pero la generalidad de las empresas -sobretodo las más pequeñas- brinda escasa información en torno a los volúmenes del producto y sus respectivas dimensiones, que son de capital importancia al emprender diseños de bodegas que contemplan 30.000 productos, por ejemplo". Por su parte, Richard Riveros, Gerente de Obra de Coz y Cía. Ltda, enfatiza que "hay que conjugar la armonía arquitectónica con la factibilidad técnica en términos logísticos, punto en el cual a veces no encontramos consenso con los arquitectos, quienes proponen una forma dimensional que puede no coincidir con los requerimientos de almacenamiento". Hoy, concluye, la tendencia es bodegar cada vez más en altura y a automatizar el proceso de picking.