En pleno proceso de maduración. Así definen los expertos el actual estado de desarrollo de la trazabilidad en Chile. Y es que como señala Raúl Dupré, Gerente Comercial de Sigma -empresa que ha implementado soluciones de trazabilidad en empresas productoras de salmones, harina de pescado y pollos- en el país se ha hablado mucho del tema de la trazabilidad, pero muy pocas compañías efectivamente están comprando soluciones de este tipo.

Todo esto a pesar de la existencia de fuertes regulaciones de la FDA, que obligan a las empresas a tener que entregar información sobre un producto en seis horas; que de no cumplirse pone en riesgo el libre tránsito del producto, o derechamente, prohíbe su ingreso al mercado. ¿Qué argumentan las grandes empresas al respecto? que, por el momento, sus sistemas manuales les permiten responder a los requerimientos de la FDA y de la Unión Europea.

Entonces, ¿quiénes se están atreviendo a invertir? Según el ejecutivo de Sigma, las firmas que están en la cima de la tecnología. "Uno de nuestros clientes salmoneros traza desde la ova hasta la entrega al cliente final, lo que significa que a través del código de barras es posible conocer el código de lote e identificar la ova desde donde provino el salmón, lo que es verdaderamente un gran paso", afirma.

En proceso de madurez

A juicio de Raúl Aranguiz, Ventas Auto-Id de Identec -empresa integradora de soluciones de trazabilidad- más allá de los costos, el proceso de masificación de la trazabilidad está relacionado con el desarrollo de un tema cultural.

Según los proveedores de este mercado, en las compañías chilenas aún se escuchan con mucha frecuencia afirmaciones del tipo "a mí no me va a pasar", porque todavía no se han visto afectados, desde el punto de vista de la competitividad. Muchas compañías, como indica Patricio Salgado, Product Manager de Demarka -dedicada a la codificación en etiquetas y en envases primarios y secundarios, además de sistemas para generar la trazabilidad en los sachets de los productos en forma individual- hacen sólo lo justo y lo necesario, "porque tampoco son tantas las empresas que exportan con altos grados de exigencia al mercado internacional. Tienen proyectado incorporar trazabilidad en sus procesos sí, pero están esperando a que sea estrictamente necesario para hacerlo".

Respecto a la madurez del mercado, Rodrigo Mellado, Gestor de Negocios de GS1 Chile -proveedor mundial de códigos de barra, sincronización de datos entre empresas y sistemas de RFID, que recientemente incorporó la trazabilidad como área de negocio- indica que es importante reflexionar acerca de lo que está pasando en el mundo. "A nivel mundial, no han habido grandes señales respecto a necesidades de sistemas de trazabilidad, por lo menos no a nivel masivo, por lo tanto, la trazabilidad no va a generar un efecto dominó en Chile mientras no ocurran cosas afuera. Hasta que eso pase, tenemos que prepararnos para la demanda que viene, pero todavía falta madurez en el mercado chileno", asegura.

En opinión de Tomás Burón Castro, Gerente General de Burón S.A. -empresa proveedora de sistemas electrónicos para medir trazabilidad- "desde el punto de vista de la ingeniería, hemos visto que las empresas aún no ven claramente los beneficios que puede significar la implementación de sistemas de trazabilidad, pero en el momento que las exigencias de los mercados internacionales aumenten, habrá una gran demanda".

¿Dónde está la trazabilidad?

Para Alex Sawady, Sectorialista del Departamento de Alimentos Procesados de ProChile, la premisa de que a través de la trazabilidad las empresas pueden competir mejor, ser más rentables y crecer, está plenamente expandida en las compañías exportadoras nacionales de alimentos, principalmente porque contar con sistemas de trazabilidad es un requisito impuesto por los mercados internacionales desde principios del 2005. Por eso es que existe prácticamente un abismo entre la trazabilidad alimentaria y la trazabilidad industrial, lo que a juicio de Raúl Aranguiz, "no es comparable ni en términos de desarrollo ni de normativa".

En la segunda línea, empresas como GS1 aseguran que la trazabilidad en hospitales está dando sus primeros pasos. "Particularmente, hicimos pilotos en hospitales públicos, en términos de la identificación de todos los insumos que ingresan al hospital, de tipo médico, de aseo y de oficina. La trazabilidad, en este sentido, está estrechamente relacionada con el nivel de servicio que se le entrega a la comunidad y con el riesgo de la administración de dosis de medicamentos a los pacientes y el manejo de inventario de fármacos con fecha de vencimiento".

En el área logística, aunque no existe una normativa respecto de la trazabilidad necesaria, existen, a juicio de Eduardo Loo, Director de Leuter -filial del Grupo Español Leuter, dedicada a la integración de sistemas de gestión de almacenes, tracking y trazabilidad- parámetros mínimos con los que ya se está trabajando. "Por ejemplo, que un sistema WMS debe entregar información como número de serie y lote. Eso es fundamental en cuanto a gestión de almacenes, forma parte de criterios logísticos transversales en la industria y a partir de esa base se generan los requerimientos de cada cliente", asegura.