Revista Negocios Globales - Camiones en el proceso logístico

Camiones en el proceso logístico

Con respecto a Latinoamérica, Chile tiene una de las flotas de camiones más modernas, porque el mercado exige una renovación constante y la incorporación de mejoras continuas en términos de tecnología. Por eso, durante el 2006 y el 2007 se vendieron cerca de 12 mil camiones en el país, cifra que este año se espera sobrepase las 13 mil unidades. Para conocer las últimas tendencias en el mercado de los camiones y su papel en la cadena logística, conversamos con destacadas empresas en el Desayuno organizado por la Revista Negocios Globales.

Felipe Pinto D´Aguiar,
AUTO SUMMIT

Paulo Navarro,
DERCOMAQ

Gonzalo Miño,
DIASA-HINO

Rodrigo Karlegis,
MACO

Cristian Repenning,
AUTO SUMMIT

Hasta ahora, la innovación más relevante en la industria de los camiones es la incorporación de la tecnología presente en los automóviles, que hasta hace poco los camiones aún no utilizaban. Entre ellas los sistemas de frenos, de dirección y, en general, los dispositivos de seguridad. Sin embargo, para Felipe Pinto D’Aguiar, Subgerente de Ventas de Auto Summit, lo más interesante "es cómo han ingresado al mundo de los camiones los sistemas de información y ubicación, como el GPS, que ya están presentes en la mayoría de los contratos mineros y en el flete internacional".

A juicio de Paulo Navarro, Gerente de Repuestos de Dercomaq, por una parte están las comodidades en términos de tecnología mecánica y, por otra, las aplicaciones que se incluyen dentro del vehículo. "Todo eso convierte al camión en un elemento muy competitivo dentro de la industria, que marca diferenciadores importantes y que hacen que una conducción exitosa no sólo dependa del chofer".

Comodidad, sinónimo de productividad

Gonzalo Miño, Jefe de Ventas de Diasa-Hino, señala que "además de los sistemas GPS, que permiten controlar la ubicación del camión y el cumplimiento de las rutas por parte del chofer, existen software que registran variables como detenciones, revoluciones y consumo de combustible".

Paralelamente, Rodrigo Kalergis, Jefe de Marketing de Maco, explica que los camiones se han equipado en términos de comodidad, de manera de entregar al conductor la necesaria para resistir largas jornadas arriba del vehículo. Esto, porque según Gonzalo Miño "comodidad es sinónimo de productividad", lo que se traduce en literas más cómodas, aire acondicionado y asientos ergonómicos.

De la mano de la incorporación de nuevas tecnologías y mejoras, las marcas están haciendo un fuerte trabajo de capacitación teórico-práctica, de manera que, según el ejecutivo de Maco, los conductores puedan sacar más provecho al camión, y conduzcan de manera más cómoda. Respecto de la máquina, los esfuerzos se han orientado básicamente a que ésta tenga un menor consumo de combustible.

A juicio de Paulo Navarro, "la correcta capacitación del chofer está directamente asociada a la rentabilidad del camión que utiliza. Y el dueño del camión, una de las variables que más cuida es el consumo de combustible". El objetivo es, entonces, lograr el costo de operación más bajo posible. Y, en ese sentido, la mayoría de las marcas incorpora software que hacen una bitácora completa del rendimiento, de la productividad, tiempos de descanso de tránsito, velocidad promedio y registro de revoluciones.

Son justamente estas razones las que justifican la inversión en camiones de última tecnología. "Existen camiones que pueden entregar el mismo nivel de prestaciones a un precio de 20 mil dólares más que el promedio, pero el rendimiento que alcanzan es tan alto y sostenido en el tiempo que es posible darse el lujo de adquirirlos, por la eficiencia que aportan a la operación", explica Felipe Pinto D’Aguiar.

Mercados exigentes

La minería es uno de los sectores de la economía más exigentes en cuanto a su demanda de camiones y uno de los más atractivos para el rubro. En general, en los yacimientos mineros importantes no trabajan camiones con más de cuatro o cinco años de antigüedad. Y el área forestal también ha elevado sus niveles de exigencia. Como señala Gonzalo Miño, "al ganar una licitación de cuatro años los proveedores parten con camiones nuevos, y si al cuarto año la empresa renueva el contrato, exige renovar la flota de camiones. Eso se explica por el interés de las empresas en alcanzar los mejores niveles de productividad posibles, bajo costo de operación y seguridad".

Según el Subgerente de Ventas de Auto Summit, contar con flotas de camiones nuevas y en constante renovación beneficia a todos los actores del mercado. "Por una parte, permite a las empresas mejorar su productividad y, desde el punto de vista del transportista, le asegura tener un camión en faena siempre operativo, no en mantención, entregándole garantías de operación prácticamente ininterrumpida a su cliente".

En este ámbito, el soporte de las marcas es fundamental y las empresas compiten tratando de marcar diferencias en servicio. Se trata de un tema crítico, porque si un proveedor falla en su servicio de distribución, deja de atender un contrato, lo que puede significar perder su cliente. Por eso las empresas optan, en un gran porcentaje, por trabajar con contratos de mantención.Y es ahí es donde el valor agregado comienza a jugar un papel determinante.

Paralelamente, los clientes también han evolucionado. "Generalmente, no trabajan con una sola marca y eligen unas para trabajar en ciertos rubros y otras para atender mercados más específicos, lo que aumenta todavía más la competencia en el tema servicio", indica Paulo Navarro.

Exigencias, desafíos y proyecciones

Hacer cumplir la normativa es uno de los temas pendientes en el mercado de los camiones. Algunos de ellos se arrastran desde hace muchos años, entre ellos, leyes que a pesar de estar plenamente vigentes no se hacen cumplir. Un ejemplo son los camiones con 200 HP que transitan con más de 45 toneladas en la carretera, y que provocan "tacos" por su lentitud y riesgos de vuelco.

Muchas veces tampoco se cumple que los choferes no conduzcan más de cuatro horas seguidas, porque los registros son alterados. Por ley -desde marzo de 2001- también está prohibido que equipos como retroexcavadoras y otras maquinarias pesadas transiten autopropulsadas, pero a pesar de ello se ven normalmente en las calles.

En el otro extremo, existen altas exigencias frente a la importación de nuevos modelos de camiones. En este sentido, Felipe Pinto D’Aguiar afirma que cualquier marca que quiere traer un nuevo modelo de camión al país debe homologarlo y cumplir con normativas internacionales. De hecho, según indica Gonzalo Miño, Chile es uno de los pocos países de Latinoamérica que desde el 1º de octubre de 2006 no permite inscribir en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados camiones que no cumplan con normativa de emisiones de gases Euro III.

Esas son las mismas exigencias que deberán cumplir los camiones chinos que lentamente están comenzando a llegar al país; un tema que a pesar de impactar fuertemente la competencia de este mercado, no atemoriza mayormente a los grandes actores del mismo. ¿La razón? Independientemente del origen y el costo, el negocio de la distribución exige continuidad operacional y servicio a toda prueba. Y, como aseguran, si una marca y un distribuidor no es capaz de darlo, tiene sus días contados.