 |
|
|
|
|
La OMM, una de las ramas científicas de la ONU, presentó su última Declaración sobre el estado del clima, que advierte de que las señales físicas y los impactos socioeconómicos del cambio climático son cada vez mayores.
El documento señala que en 2018 se registró la cuarta temperatura media mundial más elevada desde que existen datos. Se trató, sin embargo, del año más cálido del que hay constancia de todos aquellos en los que se dio el fenómeno de La Niña, marcado por temperaturas más reducidas en el Pacífico.
El calor oceánico, en tanto, alcanzó nuevos máximos el año pasado, rebasando el récord establecido en 2017.
La OMM explica que el contenido calorífico de los mares ofrece una medición directa de la acumulación de energía en las capas superiores del océano, donde acaba más del 90% de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero.
También siguió subiendo el nivel del mar, que en 2018 tuvo un nivel medio a escala mundial aproximadamente 3,7 milímetros más alto que en 2017, un nuevo récord que obedece al retroceso de los mantos de hielo, según el informe de la OMM.
La extensión de hielo marino en el Ártico se situó el año pasado muy por debajo de la media y se mantuvo en niveles bajos sin precedentes durante los dos primeros meses del año. La máxima extensión anual, que se dio en marzo, fue la tercera más reducida registrada en esas fechas desde que se empezaron a hacer estas mediciones en 1979.
En el caso de la Antártida, el hielo marino también estuvo entre los registros más bajos de los que hay constancia, mientras que la capa de hielo de Groenlandia aumentó gracias a una caída de nieve superior a la media, pero ello tuvo poco impacto en la tendencia a la reducción que se observa desde hace dos décadas, indican desde EFEverde.
|
