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La elevada contaminación atmosférica en Polonia causó la muerte prematura de 19.000 personas sólo en 2016, según un informe encargado por el Ministerio de Tecnología, que calcula en hasta US$ 34.000 millones la factura anual que cada año deja el smog.
El informe, que se presentó esta semana, señala que las calefacciones de los hogares polacos, en muchos casos alimentadas por carbón de baja calidad o incluso restos de basura o cualquier otro combustible improvisado, son las responsables de las emisiones más tóxicas en un país con uno de los aires más contaminados de la Unión Europea.
"El objetivo de este estudio era el de calcular el costo que supone la mala calidad de nuestro aire, que no es solo el del combustible, sino también el que pagamos todos con la pérdida de calidad de vida o los problemas en nuestra salud", explicó la Ministra de Tecnología, Jadwiga Emilewicz, quien recalcó que éste es el primer informe de este tipo hecho en Polonia.
La conclusión más alarmante de este estudio, referido al año 2016, es que en ese periodo la contaminación atmosférica se cobró la vida de 15.000 polacos residentes en áreas urbanas y 4.000 en zonas rurales.
Otro de los puntos más significativos es elevado costo económico que tiene el "esmog", por ejemplo en los tratamientos médicos para las dolencias derivadas de la mala calidad del aire, que se estima entre US$ 15.000 y US$ 34.000 millones anuales, o sea hasta US$ 930 por persona al año.
El informe reconoce la dificultad de calcular el impacto económico de la contaminación atmosférica, algo que depende del sistema de medición y de que se tengan o no en cuenta conceptos como el lucro cesante por trabajo perdido, daños provocados sobre los cultivos o perjuicios en los ecosistemas naturales.
Emilewicz aprovechó la presentación del informe para explicar su propuesta de incluir filtros y sensores de calidad del aire en los hogares, lo que sumado a mejores calderas y combustibles podrán "mejorar significativamente la calidad del aire", aseguró.
En abril pasado, el Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, aseguró que la calidad del aire pasará a ser prioridad de su Gobierno, y adelantó un plan de más de unos US$ 8.100 millones hasta 2028 para renovar los sistemas de calefacción y luchar contra la contaminación atmosférica.
El anuncio de Morawiecki respondía a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2017, donde se indicaba que 33 de las 50 ciudades más contaminadas de Europa están en Polonia, en su mayoría en las zonas mineras de Silesia, aunque la polución se nota incluso en parajes alejados en la costa o en las montañas.
Sin embargo, para las organizaciones ecologistas y para la propia Unión Europea, el problema de la contaminación en Polonia no se solucionará hasta que el país no deje de priorizar el carbón para producir electricidad (actualmente este carburante supone más del 70% del mix energético polaco) y use más renovables.
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