Con la llegada del Viernes Negro o “Black Friday”, la semana pasada, sus plantillas en los centros de distribución de varios países europeos (como Italia o Alemania) provecharon para ponerse en huelga, exigiendo una mayor seguridad y mejores salarios.
En Alemania (el mayor mercado mundial de la compañía de Jeff Bezos tras EEUU), la compañía estuvo prácticamente paralizada durante el viernes pasado, debido a que seis de los grandes centros de distribución del país decidieron sumarse al paro convocado por el sindicato germano Verdi.
“Con su forma de trabajar, Amazon pone constantemente en peligro la salud de sus empleados. La presión para hacer cada vez más en cada vez menos tiempo, la supervisión permanente del rendimiento, una cultura de liderazgo deficiente y unos tiempos de recuperación inadecuados constituyen un riesgo para la salud”, indicaron desde Verdi, según consigna http://www.ticbeat.com
La central sindical centra sus críticas en la llamada “prima de salud”, un incentivo salarial ofrecido a aquellos empleados que acudan a su puesto de trabajo a pesar de estar enfermos.
En Italia, por su parte, el paro lo protagonizaron los trabajadores del centro de distribución de Piacenza, donde con el respaldo de tres grandes sindicatos (CGIL, CISL y UIL) centraron sus reivindicaciones en la mejora salarial, puesto que el aumento del esfuerzo exigido a plantilla no ha llegado a traducirse en “un incremento retributivo más allá de los mínimos del contrato colectivo” pese al incremento de los beneficios y la productividad de la compañía.
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