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Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad, es decir, alrededor del 15 por ciento de la población mundial. De ellas, casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento.
Nuestro país ha ido generando cambios que fomentan la participación en los diferentes ámbitos en que se desarrollan las personas con capacidades distintas. Un ejemplo de ello, es la Ley de Inclusión Laboral, que ya fue despachada por el Senado, normativa que reserva el 1% de los cupos laborales a personas en situación de discapacidad, tanto en servicios públicos, civiles y militares como en empresas privadas que tengan 100 o más trabajadores.
Entre las discapacidades más frecuentes se encuentra la visual. De hecho, según la OMS, aproximadamente 285 millones de personas en el mundo viven en esa condición, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión. En Chile, según el Censo de 2012, quienes tienen ceguera o dificultad para ver incluso usando lentes, asciende a 890.569 habitantes.
¿Cómo se desarrollan las personas con ceguera o discapacidad visual en su trabajo? ¿Cómo lo hacen para ir a un centro comercial? ¿Cómo lo hacen para caminar por la calle solos? ¿Cuánta confianza deben depositar en el resto de las personas? Preguntas que para muchos no tienen respuestas, pero que para los estudiantes de la Universidad San Sebastián (USS) sí las tuvieron gracias al programa “HAPTO: Ver y sentir en tu Región”. Se trata de una iniciativa organizada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) del plantel, a través de su Dirección de Bienestar, en conjunto con el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), que es financiada por el Servicio Nacional de Discapacidad (SENADIS).
El objetivo del proyecto es crear conciencia en personas sin discapacidad, a través de los mediadores hápticos, que corresponden a cinco personas en situación de discapacidad visual, quienes realizan diversas actividades para que los jóvenes puedan vivenciar la discapacidad, experimentar una limitación funcional para luego dar cuenta de sus derechos como personas, generando una reflexión crítica en torno al tema.
La idea surgió como un proyecto de inclusión social y laboral de personas en situación de discapacidad visual en el campo de la cultura y las artes, desarrollada por el GAM el año 2013, y que hoy se reestructuró en conjunto con la Universidad San Sebastián. Estará desarrollándose en todas las sedes, promoviendo los derechos de las personas con capacidades diferentes desde una perspectiva innovadora.
El estudiante de Pedagogía en Educación Física de la USS, Eduardo Letelier, quien también es entrenador de Goalball del Club Deportivo de Ciegos La Máquina, participó de HAPTO en la sede Santiago, y señaló que “es primera vez que soy guiado por una persona con discapacidad visual. Tocar señalética y reconocer figuras, además de leer una frase plasmada en una lámina con lentes que disminuían la visión, fue una tremenda experiencia”.
“A través de intervenciones participativas con los estudiantes, HAPTO nos permite concientizar e informar sobre los derechos de las personas con discapacidad, mostrando los obstáculos que deben vivir a diario quienes que se encuentran en esta condición y sobre todo, de los beneficios que trae la inclusión a las comunidades educativas y a la sociedad en su conjunto” dijo Nicolás Gagliardi, Director General de Asuntos Estudiantiles de la U. San Sebastián.
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