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El secretario de Transportes de Francia, Alain Vidalies, reprobó a la filial de Uber en ese país por no querer congelar la comisión que cobra a sus conductores, que han organizado varias protestas para denunciar sus condiciones laborales.
Al término de la reunión entre el Gobierno francés, conductores y el grupo Uber, la autoridad dijo en un comunicado "deplorar" la actitud de Uber, que se negó a congelar "temporalmente" la comisión que aplica a sus conductores, que recientemente subió del 20 al 25%.
"Alain Vidalies deplora fuertemente esta elección (de Uber), que no ayudará a que las discusiones futuras vayan bien", dijo la Secretaría de Estado, que, sin embargo, vio con buenos ojos la dotación económica que anunció Uber.
La empresa anunció un fondo de 2 millones de euros destinado para los conductores en dificultad, aunque no concretó cuáles serán las condiciones para ser receptor de esa ayuda.
Los sindicatos y las asociaciones de conductores han denunciado las condiciones "indignas" de trabajo en el que se impone un precio mínimo por carrera de seis euros al tiempo que ha subido las comisiones.
El movimiento contra la precariedad en Uber, que dice contar con unos 3.000 conductores, ha asegurado que muchos de sus trabajadores ganar 1.200 euros al mes (salario mínimo en Francia) trabajando 70 horas por semana.
Como en otros países de Europa, Uber también ha tenido problemas con el sector de los taxis, que acusan a la empresa estadounidense de competencia desleal.
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