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Un total de 408 personas murieron en accidentes de trabajo en los ocho primeros meses del año en España, 22 más que en el mismo periodo del 2015, con lo que la siniestralidad laboral subió un 5,7 %, según los últimos datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Sin embargo, el incremento llega al 14,9% sin tener en cuenta el efecto distorsionador de las 31 víctimas morales del accidente de Germanwings del 2015.
En concreto, de enero a agosto se produjeron 306 accidentes mortales en la jornada de trabajo, 16 menos que hace un año pero 15 más si se corrige el efecto del accidente aéreo. Los fallecidos en los trayectos del trabajo a casa y viceversa ('in itinere') alcanzaron los 102, lo que supone 38 más que en los ocho primeros meses del 2015. En total, se registraron 364.703 accidentes de trabajo con baja, de los cuáles 316.154 ocurrieron durante la jornada laboral y 48.549 fueron accidentes en el trayecto al trabajo.
Los datos hasta agosto mantienen la tendencia de incremento de los meses anteriores con el infarto y los derrames cerebrales como primera causa de fallecimientos, con 144 víctimas mortales. Tanto los sindicatos como la propia Generalitat atribuyen ese repunte a los efectos de la precariedad laboral en las condiciones de trabajo y en la salud de los empleados.
El aumento se produce en un momento de incremento de la actividad económica y de las plantillas que no explican toda la subida debido a que el índice de incidencia también empeora un 4,1%.
De los 316.154 accidentes de trabajo con baja en jornada laboral, 2.334 fueron accidentes graves (146 más que en el mismo periodo de hace un año), 306 mortales (16 menos que hace un año) y el resto, 313.514, leves (21.654 más). Por sectores, el mayor número de accidentes con resultado de muerte en jornada de trabajo se registró en el sector servicios, con 161 fallecidos; seguido de industria, con 65 muertos; sector agrario, 43 muertos; y construcción, 37.
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