La realidad muchas veces se construye a partir de mitos y estigmas, y cuando eso sucede difícilmente se pueden tomar decisiones acertadas. La subcontratación es precisamente un área cubierta de mitología. Revisemos algunos de los mitos en torno a esta modalidad de trabajo:
Es un trabajo precario: Falso. Un trabajador subcontratado tiene legalmente las mismas condiciones que un trabajador que es contratado directamente por la empresa para la cual labora. Tiene contrato (a plazo fijo o indefinido), cotizaciones de salud, previsión, vacaciones proporcionales y seguro de accidentes laborales, de todo lo que se hace responsable la empresa contratista. Cuando termina un proceso productivo o de servicios en una empresa, si es un buen trabajador, el contratista buscará retenerlo. Muchos trabajan varios años con el mismo contratista en distintos procesos productivos y de servicios.
Flexibilidad es negativa: Falso. La flexibilidad de su trabajo no es diferente a la de profesionales que prestan asesoría y numerosos emprendedores, que tienen relaciones con sus clientes según la calidad de su trabajo. De ellos, nadie dice que su trabajo es precario, sino que es adaptable y flexible a los nuevos tiempos.
Es impropio: Falso. Se dice que la externalización solo debe comprender a las tareas anexas de una empresa, como aseo, seguridad y casinos de comida. La externalización tiene sus mayores beneficios precisamente en el giro central de las empresas, pues les permite ajustar su dotación de personal e infraestructura de acuerdo a la demanda. Pensemos en empresas tecnológicas internacionales, que tienen completamente externalizada la fabricación de productos que todos consumimos y disfrutamos.
Al acercarse Navidad, si una empresa de Retail no puede externalizar su proceso logístico y contar con mayor cantidad de trabajadores para prepararse para la alta demanda, pierde ella y los trabajadores. Seguramente no aumentará su dotación para no quedar “amarrada” con trabajadores que luego no necesitará, y los trabajadores perderán esta opción de trabajo.
Es solo recurso humano: Falso. Hoy se habla de externalización de tercera fase o BPO (Business Process Outsourcing), que incluye recurso humano, gestión y gerenciamiento del proceso, e infraestructura (máquinas, bodegaje, tecnología). La empresa principal pone metas y plazos de entrega. El contratista planifica y realiza la estrategia de la gestión para cumplir esas metas.
Respecto a la infraestructura, la empresa puede acceder a equipamiento de manera temporal mientras se realiza el proceso. Esto le da un gran margen de crecimiento y adaptabilidad a los negocios.
Más puestos laborales: Verdadero. En la actualidad, más de 529 mil personas son subcontratadas, lo que representa el 9,3% de los trabajadores asalariados. De no existir esta modalidad laboral con que las empresas se adaptan para crecer, probablemente gran parte de estos trabajadores estaría cesante, algo que sin duda hoy, precisamente hoy, no sería positivo.
Artículo gentileza de Cristian Carvajal, Gerente General de GrupoExpro.