Alejandro Valenzuela.

A su juicio, ¿ha logrado Brenntag una cultura de seguridad “madura”?
Sí. Brenntag ha ido forjando con los años esta cultura que hoy ya es parte de la línea estratégica de la compañía. Logramos cambiar pensamientos y sumar a esta visión a todos los trabajadores de la organización, desde el Directorio a todas las áreas productivas. Pasamos de una manera de trabajo informal a una estructura con procedimientos y conocimientos especializados. De este modo, buscamos un equilibrio en donde las tareas se cumplen de manera segura.

¿Cuándo partieron con la gestión en Seguridad Laboral?
Históricamente, la Seguridad siempre ha sido un tema relevante para Brenntag, tanto en su casa matriz en Alemania, como cuando se abrieron nuevas sucursales en Latinoamérica, particularmente en Chile, hace cerca de 40 años.

El primer gran hito fue a fines de los años '90, cuando la empresa se certificó a nivel mundial en la norma ISO 9001, siguiendo luego con las certificaciones ISO 14001 y OHSAS 18001, lo que sin duda dejó a la compañía a la vanguardia en temas de calidad, seguridad y medioambiente; cuando en el mundo entero estos temas estaban partiendo, asumimos el desafío desde el inicio, incorporándolos como parte indispensable de nuestra gestión.

Una vez certificados, partimos aplicando un programa orientado a la prevención y cumplimiento normativo, el que con los años ha ido cambiando en base al aprendizaje que vamos adquiriendo. Sentimos que hemos transitado por el camino correcto, ya que los resultados positivos lo avalan: llevamos años sin accidentes con tiempo perdido, en una actividad donde manejamos miles de toneladas de sustancias inflamables o peligrosas.

¿Cómo formaron a los colaboradores para trabajar de manera segura?
La empresa empezó a dar herramientas a los trabajadores para que pudieran compartir y hacer propio el concepto y ser parte de la visión; incluso se llegó a nivelar la educación de los trabajadores de las sedes de Latinoamérica, ayudándolos a terminar su educación escolar y técnica, ya que era de suma importancia que pudieran comprender protocolos y normas de seguridad. También formamos nuevos líderes para que tuvieran a la seguridad como un elemento primordial en sus acciones, lo que llevó a que, en la práctica, la Seguridad ya no era solo un tema del gerente del área, sino que una responsabilidad de cada uno de los trabajadores. Desde este punto de vista, los cerca de 150 trabajadores de la sede en Chile son los responsables de la Seguridad.

Para Brenntag, ¿es la Seguridad un aspecto diferenciador de mercado?
Efectivamente. El cambio de dejar de ver la Seguridad Laboral como un potencial obstáculo en la producción y, muy por el contrario, considerarla como una parte esencial de un trabajo bien hecho se dio rápidamente en las áreas comerciales de la empresa, quienes apoyan fuertemente al programa CASA desde su inicio.

Actualmente, todos los trabajadores de la empresa ven al programa CASA como parte esencial de su trabajo, y lo han incorporado en la propuesta a los clientes, que valoran el hecho de que nuestros procesos y estándares promueven la Seguridad y cuidado al medioambiente. Esa es una garantía, ya que un negocio que no tiene cubierta la parte de Seguridad, simplemente no es viable.

¿Considera que el método que aplican es estricto?
La naturaleza altamente peligrosa de los productos nos hace tener medidas muy estrictas en Seguridad para las personas y el medioambiente, ya que los errores se pueden pagar caro, pero no trabajamos desde el castigo. Lo relevante es que la cultura que hemos desarrollado está en un estado en que todos están inmersos en la Seguridad y si las acciones que realiza un trabajador pudiesen generar un accidente, simplemente no se acepta, ni por las jefaturas ni por los mismos compañeros de trabajo. Si se comete una falla, esta siempre será alertada con el fin de entender por qué pasó y para minimizar el riesgo en ocasiones futuras. A su vez, si hay situaciones que destaquen positivamente, el programa CASA también incentiva su registro y análisis en detalle, incluyendo un reconocimiento por actos positivos a los individuos a nivel de todas las filiales latinoamericanas. De igual modo, hemos tenido diferencias con personal contratista que no sigue las acciones de seguridad recomendadas por nuestra empresa, lo que finalmente puede llegar incluso a evaluar la continuidad de contrato con esa compañía.

¿Cuáles han sido las mayores dificultades para mantener esta cultura de seguridad?
Lo más difícil es romper con el acostumbramiento. Cuando se trabaja al estándar con que lo hacemos, los accidentes son escasos, pero eso mismo representa un riesgo de que los trabajadores se relajen en cuanto a sus medidas preventivas de seguridad. Esto puede ocurrir en los trabajadores novatos que pueden no tener plena conciencia de los riesgos y sus consecuencias, pero también se puede dar en trabajadores muy experimentados, en que esa misma seguridad y experiencia les da un exceso de confianza que puede jugarles en contra al tomar riesgos y bajar la guardia. En la actualidad, ese es nuestro desafío: recordar constantemente el mensaje de seguridad. Por ejemplo, cualquier reunión o jornada laboral, independientemente del área, debe comenzar con una charla de seguridad de cinco minutos, guiada por quien convoca la reunión. Además, esto se ve reforzado por el trabajo en equipo, en donde los trabajadores quieren pertenecer a este grupo que realiza el trabajo de manera segura y en que además de cuidarse él, también cuida a su familia.

¿Qué aspectos destaca del personal de la empresa?
Creo que nuestros trabajadores tienen voluntad y se esfuerzan por trabajar de forma segura, y lo han hecho mucho más allá de lo que habíamos imaginado al principio del programa. Todos quieren hacer el trabajo de manera correcta, porque nadie quiere sufrir un accidente. Están ansiosos por aprender nuevas metodologías, lo que es trascendente en la mantención de una cultura de seguridad, porque el programa que la soporta necesita constante actualización. Ese interés sostenido de las personas por mejorar y seguir aprendiendo, y compartir su conocimiento y experiencia, ha sido el éxito de este programa.

En Chile, se destaca sobre todo la colaboración del grupo, de estar atento por el resto para que no les ocurra un accidente; han llegado al punto en que se preocupan del otro y tienen la capacidad de aconsejarlo correctamente en Seguridad.