La hipoacusia sensorioneural por trauma acústico crónico ocupacional, conocido como hipoacusia laboral, es la producida por exposición ocupacional prolongada a niveles altos de ruido. Este constituye uno de los contaminantes físicos más comunes en el ámbito laboral, ya que es un conjunto de sonidos no armónicos que originan una sensación desagradable. El trauma acústico produce un compromiso predominantemente sensorial por lesiones de las células ciliadas externas.

Para que la hipoacusia sea de origen laboral, debe cumplir con los siguientes requisitos:

• Exposición laboral a ruido sobre la norma legal, es decir, más de 8 horas diarias de exposición a un nivel de presión sonora equivalente o superior a 85 dB (A) (descrita en el D.S. 594 del Ministerio de Salud).

• Historia ocupacional que avala la exposición a ruido sobre la norma legal.

• Contar con una curva de hipoacusia compatible en la audiometría.
- Sensorioneural
- Bilateral
- Simétrica
- Recuperación de la audición en frecuencias altas posterior a la caída

Dado que la hipoacusia sensorioneural por trauma acústico crónico ocupacional no tiene mejoría, cobran real importancia las acciones para prevenirla. La prevención se inicia con el control de la fuente. Cuando esto no es posible, resulta esencial el uso de protección auditiva y crear conciencia al respecto en cada trabajador para evitar que se enferme. Por lo tanto, si la persona trabaja expuesta a ruido, debe ocupar adecuadamente su protección auditiva de acuerdo a los niveles de exposición y a lo sugerido por el equipo de prevención en la empresa.

Los elementos de protección personal deben ser otorgados por la empresa. La educación en cuanto al uso de protección auditiva es relevante y debe ser continua.

Por otro lado, los organismos administradores de la ley 16.744 deben realizar actividades permanentes de prevención de riesgos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. La empresa debe dar las facilidades para que los trabajadores que estén citados para exámenes de control puedan asistir, considerando este tiempo como trabajado para los efectos legales. Por otro lado, la empresa debe informar a los trabajadores de los riesgos que conllevan sus labores y velar para que ocupen responsablemente su protección auditiva.

El objetivo de la vigilancia ambiental es evaluar la exposición a ruido a la que están expuestos los trabajadores en sus lugares de trabajo para adoptar oportuna y eficazmente medidas de prevención y/o protección según corresponda. El empleador, junto con los administradores del seguro Nº 16.744 (mutualidades), deben confeccionar un programa de vigilancia y, además, el primero es el responsable de implementar las medidas de control de ruido recomendadas por los administradores del seguro al cual está afiliado.

Por su parte, la vigilancia de la salud de los trabajadores con exposición a ruido supone entregar las recomendaciones mínimas para detectar y prevenir el inicio y/o avance de la hipoacusia sensorioneural en trabajadores con exposición ocupacional a ruido. Existen varios niveles del programa de vigilancia donde se realizan diferentes tipos de audiometrías, según nivel de daño que tiene el trabajador o el nivel de exposición a ruido.

Asimismo, el Ministerio de Salud ha desarrollado protocolos sobre normas mínimas para el desarrollo de programas de vigilancia de la pérdida auditiva por exposición a ruido en los lugares de trabajo, conocido como protocolo de exposición ocupacional a ruido (PREXOR). Su fin es contribuir a disminuir la incidencia y prevalencia de hipoacusia de origen laboral estableciendo criterios comunes para preservar la salud auditiva. Además, el ISP ha desarrollado guías técnicas para la evaluación auditiva de los trabajadores expuestos ocupacionalmente a ruido.

La hipoacusia es una enfermedad profesional prevalente en la salud ocupacional, con secuelas irreversibles, pero que, tomando las medidas de prevención adecuadas, es posible evitar.