ILUMINACIÓN DE EMERGENCIA:
Luz que salva vidas | | | | |  | | No cualquier luz puede ser un equipo de iluminación de emergencia; en casos como incendios, terremotos y otras situaciones de riesgo, donde las decisiones deben tomarse en cosa de segundos, equipos de seguridad como éstos deben responder efectivamente. Si la iluminación que entregan no es suficiente, o si la independencia energética con que cuentan tiene un bajo rango de tiempo, no cumplen con su función primera: la de salvar vidas. Para Raimundo Torres, docente de Prevención de Riesgos de Inacap, la principal función de esta iluminación es que “debe proporcionar una evacuación segura desde los lugares en los que permanecen las personas hacia zonas de seguridad”. Asimismo, explica que la necesidad de contar con iluminación de emergencia tiene su origen en dos variables: “La primera de ellas, es que la iluminación de emergencia se aplica de acuerdo al cumplimiento de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción y a la normativa chilena; y la segunda, desde el punto de vista preventivo: deben estar insertas dentro de los planes de emergencias en las instituciones y empresas, con el fin de reducir los riesgos asociados a una mala interpretación de ellas minimizando las pérdidas (lesiones personales) después de la ocurrencia de estos hechos”. El facultativo de Inacap agrega que la utilización de estos equipos juega un rol fundamental en la gestión preventiva, ya que su accionar va destinado a facilitar la reducción de los riesgos en un determinado espacio de trabajo. En este sentido, diversos factores deben ser considerados para que la iluminación que prestan estos equipos resulte efectiva, los que se deben contemplar en la relación equipo y ambiente que se desea iluminar.“Es necesario conocer las características del equipo, su resistencia al calor y fuego, autonomía, y por cierto, conocer los lugares en que se aplicará: tanto en accesos de entrada y salida, estacionamientos, cambios de dirección de vías de escape y otros”.
La normativa actual
La utilización de los equipos de iluminación de emergencia está considerada dentro de la Norma Chilena Eléctrica 4/2003 (NCH Elec. 4/2003), sobre instalaciones de consumo de Baja Tensión, en donde se incluye la obligación de implementarla, considerando el aumento de las construcciones en altura en un país sísmico como el nuestro. En términos generales, la norma chilena hace referencia a las condiciones en que se exige iluminación de emergencia, estableciendo niveles de autonomía mínima, cantidad de iluminación y lugar físico en el cual ubicar los equipos, lo que determina en gran medida qué tipo de sistemas instalar. Según la norma, los requerimientos específicos de los equipos de iluminación de emergencia son, entre otros, autonomía de 90 minutos y ausencia de interruptores (deben ser automáticos e instantáneos ante un corte de energía). La NCH Elec. 4/200 es fiscalizada por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), la que a la fecha, y de acuerdo a sus registros, “se ha detectado un cumplimiento superior al 90% por parte de los usuarios. De todas formas, hay que considerar que la fiscalización de la SEC tiene puesto el foco en el riesgo, es decir, inspeccionamos aquellos recintos e instalaciones que históricamente han presentado mayores problemas, a fin de reducir las eventuales condiciones de riesgo que podrían presentar”, expresa Luis Avila Bravo, Superintendente de Electricidad y Combustibles. Para que su utilización llegue al 100%, la autoridad explica que es importante reforzar la relevancia de contar con ella, a modo de crear una conciencia sobre el tema. “En el caso puntual de la iluminación de emergencia, es fundamental que Instaladores Autorizados y Diseñadores le asignen la importancia que corresponde, pues son ellos los que deben manejar la normativa vigente al respecto”, enfatiza. De acuerdo a la norma, quienes no cumplan se ven expuestos a recibir sanciones determinadas en los reglamentos legales, que van desde amonestaciones hasta multas en dinero. De acuerdo al organismo estatal, por casos similares se han aplicado multas del orden de las 15 UTM, es decir, más de $600 mil.  No obstante, para Eduardo Cordero, Director Ejecutivo de KOLFF, empresa que fabrica equipos de iluminación de emergencia, “la normativa debe ser más rigurosa y específica, ya que aborda el tema de manera general, lo que es insuficiente para un país del grado de desarrollo como Chile. Para que la norma sea más robusta, es necesario establecer el detalle de los sistemas de instalación de la iluminación de emergencia, donde se exijan equipos certificados”. De la misma forma, Hugo Loyola, Director Ejecutivo de Ecoenergy, distribuidor de equipos de iluminación de emergencia, entrega su visión crítica: “En el tema normativo es bueno avanzar en conjunto con las tecnologías, porque hoy tenemos lineamientos que están basados en parámetros que han quedado obsoletos. Por ejemplo, se debiera exigir la calidad en la iluminación y no sólo considerar la cantidad”.
Ante tales visiones el Superintendente de la SEC se manifiesta de acuerdo en que siempre es recomendable revisar y actualizar las normativas. “Como organismo, estamos permanentemente revisando toda la normativa sobre la cual tenemos competencia. En el caso puntual de la NChElec. 4/2003, estamos trabajando junto a funcionarios, expertos, investigadores y representantes de la Industria Eléctrica, a fin de contar con una norma que contenga aspectos de seguridad con estándares internacionales y actualizada tecnológicamente”, subraya.
La tendencia en iluminación
En el último tiempo, los desarrollos tecnológicos en la iluminación de emergencia han sido dados por equipos que presentan mayor eficiencia energética, potenciando a su vez la capacidad lumínica, en los cuales el LED juega un rol relevante. Así lo considera Hugo Loyola, quien dice que la tecnología que tiene una mayor proyección de desarrollo en cuanto a prestaciones es precisamente el LED, dada su condición de luz emitida versus la energía consumida. Por su parte, Eduardo Cordero estima que “la consolidación de esta tecnología dependerá de su disminución en el costo, ya que actualmente siguen siendo productos de alto valor económico”, situación donde incidirá la producción y oferta de productos. El ejecutivo de KOLFF distingue además que los materiales utilizados en la fabricación de los equipos “tenderán a entregar prestaciones respecto a su resistencia ante agentes hostiles, se obtendrán baterías de mayor duración y por sobre todo se preferirá materiales reciclables en su fabricación”. Aunque más allá de las novedades tecnológicas que puedan entregar estos equipos, el gran cambio será, en pocos años, la expansión entre las empresas del uso de iluminación de emergencia, situación que ya está teniendo un crecimiento constante, detonado por el impulso que entregan las normativas, junto a una mayor conciencia sobre la prevención de riesgos. | |
