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CONTROL DE POLVO EN SUSPENSIÓN
Cuando respirar no es saludable

En muchas industrias, el polvo en suspensión se presenta como una amenaza silenciosa, pero de consecuencias graves para la salud de los trabajadores. Si bien normativas abordan esta problemática, aún no es un tema resuelto.

En varios sectores productivos, y particularmente en la industria pesada, el polvo en suspensión es una problemática casi ineludible. Sus consecuencias afectan directamente a los trabajadores, aumentando sus posibilidades de presentar enfermedades respiratorias y de sufrir accidentes, e incluso a las poblaciones cercanas a la faena o planta industrial. Según Marta Cabrera, Presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina del Trabajo (Sochmet), “es bien sabido que el polvo en suspensión es dañino para la salud, en especial si sus características toxicológicas en términos de composición son particularmente agresivas, como es el caso del polvo con alto contenido de sílice cristalina (cuarzo y/o cristobalita)”, explica.

En Chile, el límite máximo permitido es de 0,08 mg/m³ para 8 horas de trabajo, mientras que la exposición a concentraciones bajo el 50% del LPP (o mejor aún, bajo el 25%) no representan riesgo para la salud. En este sentido, la especialista recuerda que la dosis de exposición debe ajustarse acorde a la altura geográfica y el horario de trabajo, ya que jornadas más largas o mayores alturas aumentan la magnitud de la exposición.

“En nuestra legislación no se aceptan concentraciones sobre 0,4 mg/m³, independientemente de la duración de la exposición, ya que a estos niveles aparece el riesgo de silicosis aguda, cuya mortalidad bordea el 80%. De hecho, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de los EE.UU. (OSHA) recientemente redujo el nivel de exposición permisible a 0,05 mg/ m³ para 8 horas de trabajo, modificación que entrará en vigencia el 23 de junio de este año”, agrega.

Otro factor que incide en los efectos del polvo en la salud de los trabajadores es la composición y tamaño de las partículas en suspensión. “No hay polvos inocuos; cualquier exposición a polvo genera riesgo para la salud, dependiendo de su concentración y toxicidad”, afirma Luis Arturo Valenzuela, Especialista en Ingeniería Ocupacional de la ACHS.

De acuerdo a Nella Marchetti, Asesora Técnica del Departamento de Salud Ocupacional del Ministerio de Salud (Minsal), las características del lugar donde se halla el foco de riesgo, también son un factor relevante en las concentraciones de polvo. “Estas variarán si se encuentra a campo abierto, en función de la climatología como el viento y la humedad, principalmente; mientras que en espacios cerrados dependerán de la ventilación (natural o forzada) presente en el lugar”, aclara.


Riesgos presentes

No obstante lo anterior, una de las neumoconiosis más representativas de este riesgo es la silicosis, enfermedad que el Instituto de Salud Pública (ISP) cataloga como inhabilitante, progresiva e irreversible, pudiendo causar invalidez física e incluso la muerte. De ahí la importancia que ha otorgado el Gobierno al control y prevención de esta patología.

“Si bien se conocen los efectos de la silicosis y su causa, mientras existan condiciones de exposición ocupacional a sílice cristalizada con riesgo para los trabajadores, no podremos asegurar que la silicosis es un tema controlado”, sostiene Valenzuela. Por este motivo, argumenta el profesional, los diversos actores vinculados al Plan Nacional de Erradicación de la Silicosis (Planesi) -como los Organismos Administradores de la Ley 16.744, Instituto de Salud Pública, Minsal, Ministerio del Trabajo, Organizaciones de Trabajadores y Empleadores, Autoridades Fiscalizadoras, entre otros- están llevando adelante una serie de iniciativas tendientes a mejorar estrategias de acción para eliminar la silicosis para el año 2030, como se han propuesto desde el Gobierno.

Para Marta Cabrera, una señal positiva del avance en la lucha contra esta enfermedad, es que “los médicos también consideran cada vez más este diagnóstico cuando se enfrentan a pacientes respiratorios en la práctica de la medicina común”.


Los logros hasta ahora

A seis años de la implementación del Planesi, la opinión de los expertos consultados es positiva, ya que entrega una estructura clara respecto de dónde realizar las mejoras técnicas que incidirán en una menor exposición a factores de riesgo. “Cualquier esfuerzo que vaya más allá de las disposiciones establecidas para asegurar el control de la exposición de los trabajadores es destacable”, recalca Valenzuela. No obstante, el especialista señala que los protocolos de gestión promulgados por el Minsal entregan directrices mínimas que podrían ser perfeccionadas para obtener de mejor forma el control de la exposición ocupacional. “Es por este motivo que, a través de la Resolución Exenta N°268 del 03 de junio de 2015, se promulgó un nuevo protocolo de vigilancia que reemplazó el Manual sobre Normas Mínimas para Programas de Vigilancia de la Silicosis, que estaba vigente desde 2009”, explica.

La nueva normativa, denominada “Protocolo de Vigilancia del Ambiente y de la Salud de los Trabajadores con Exposición a Sílice”, establece nuevas directrices y modifica procedimientos de gestión. “Sin duda, constituye un avance que ayudará al logro de los objetivos del Planesi”, comenta.


Espacios libres de polvo

En algunos sectores económicos, como la Construcción y la Minería, el polvo es un agente de riesgo inherente. Por lo tanto, más que hablar de espacios “libres de polvo”, la preocupación debe estar en mantener trabajadores “libres de exposición”. “Esto sí es posible y, además, obligatorio y económicamente necesario, porque la exposición a polvo no solo pone en riesgo la salud de los trabajadores, sino también la continuidad del negocio, ya que se pierde la obra de mano especializada”, declara Marta Cabrera.

Al respecto, Michael Cisternas, Jefe Innovación e Investigación Aplicada de la Gerencia Innovación, Investigación y Desarrollo de la Mutual de Seguridad CChC, indica que existen diferentes medidas de control que pueden ser implementadas en las empresas. “Dependiendo del proceso, se podrían instalar sistemas de extracción en la fuente; también se puede llevar a cabo la segregación de las áreas de trabajo, aislando las zonas más peligrosas”, acota. De igual modo, se pueden aplicar medidas administrativas para disminuir el tiempo de exposición de los trabajadores a los agentes de riesgo. “Otra recomendación es que, en actividades de corte y pulido de material, se evite que los trabajadores realicen el trabajo en seco, pudiendo humectar el material, acción que resulta económica y fácil de implementar en las empresas”, sugiere.

Además, existe en el mercado una amplia gama de soluciones de ingeniería para disminuir y controlar las emisiones de polvo a nivel de fuentes y medios de propagación, las que deben implementarse según su jerarquía de manera obligatoria (artículo 57 del DS 594/1999-Minsal), esto es, controlar el polvo en su origen, y si no se logra en un 100%, la exposición residual se debe abordar con elementos de protección personal (EPP).

“Las tecnologías apuntan a capturar la partícula de polvo: con agua (aljibes, supresores, nieblas secas), con aglomerantes (estabilizadores de caminos, espumas en correas, nanotecnología), con diferencia de presión (aspiración local, ventilación forzada y natural, presión positiva, cortinas de aire), con hermeticidad (encierros en traspasos de correas y en correas, cabinas de operación, domos de acopio y contención), con atrapamiento mecánico (filtros, mallas, arborización) y con atrapamiento electromagnético (polarización de partículas). Todas ellas se pueden implementar solas o complementar bajo estudios técnicos de factibilidad. Muchas veces su implementación puede estar limitada por los costos”, sostiene Marta Cabrera.

Como se mencionó, el polvo en suspensión tiene efectos sobre la salud de los trabajadores (y en ocasiones, de las poblaciones aledañas), por lo que se deben contar con los recursos para controlar y reducir su generación. En este sentido, existen en el país diferentes proveedores que pueden brindar soluciones adecuadas para este fin.


Agentes fiscalizadores

El impacto potencial del polvo en suspensión es materia fiscalizable por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), en virtud de los compromisos adquiridos en las resoluciones de calificación ambiental (RCA); y por el Ministerio de Salud (Minsal), en relación con el control del material particulado respirable con impacto potencial sobre la salud de las personas (MP10 y MP2.5). Por su parte, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), debe hacer cumplir el Reglamento de Seguridad Minera, referido a la seguridad de las personas que laboran en instalaciones mineras.

En particular, el artículo 68 de dicha norma habla de la afectación de polvo sobre el entorno laboral, mientras que el artículo 37 estipula obligaciones para reducir enfermedades profesionales. De acuerdo a información del Sernageomin, en estos articulados, la inspección del servicio manda a los fiscalizados a diversas acciones tendentes a reducir el material particulado respirable, tales como riego de caminos, encapsulamiento de la cadena transportadora, y humectación del mineral, entre otras.
Abril 2016
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Comentarios acerca de este artículo
Ciro Panta Zumnaràn Oceano Sub (17/05/2017)

La realidad en cuanto a implementar , hacer prevalecer un tema legislativo, no es aplicable hoy en día en nuestro país, faltan fiscalizadores que hagan cumplir los objetivos, pero también hace falta que haya un respaldo para las empresas al momento de querer implementar las distintas acciones para mitigar este tipò de contaminante, pero mientras no se cuente con los EPP acordes a la faena clima y costo , el tema de la silicosis no va a tener solución, que se obtiene implementando equipos los cuales son imposibles que el trabajador se ajuste a ellos cuando factores como los climáticos son desencadenantes en la utilización de estos, incluso los protocolos a la hora del almuerzo, ya hay una perdida de tiempo si si quiere optar por que los trabajadores se duchen, ya que al ingresar al comedor por mucho que este presente métodos de segregación .... no son suficientes, y el polvo que se carga en los calzados, servirá un limpia calzados en la entrada del comedor? cuando el pasar de a lo menos 200 a 350 trabajadores a la vez , claro limpia los primeros 10 pero después el mismo limpiador de calzado se transforma en un adicionador de polvo en los calzados que van entrando....... en conclusiòn: el eliminar la exposición de sílice en periodos de 10 a 15 años es imposible, ya que implementar significa tiempo , tiempo del cual las mineras no están propuestos a perder , para ellos el tiempo es producción,.

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