Por Catalina Miranda, Nutricionista. www.ainchile.cl
Catalina Miranda.
En Chile, según la Encuesta Nacional de Salud 2015, un 25% de los adultos sufre de obesidad, y la primera causa de muerte son los accidentes vasculares. Ambos datos resultan preocupantes, siendo consecuencia principalmente de factores ambientales, como los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo, mientras que el factor genético influye en menor medida. Una persona con obesidad sufre deterioros físicos e internos muy claros y característicos, como:
Aumento de la grasa externa.
Disminución y debilitamiento de la musculatura.
Debilitación de huesos (incrementa el riesgo de osteoporosis y fracturas).
Reducción del rendimiento físico (lentitud, poca agilidad y reacción ante el peligro).
Aumento de riesgo en cáncer y accidentes vasculares (corazón, cerebro u otros).
Otros problemas internos, como aumento de colesterol, presión arterial, glicemia, triglicéridos, hígado graso.
Con esta información, podemos concluir que una persona con obesidad está más predispuesta a tener tanto accidentes físicos en los trabajos, como accidentes vasculares, que traen como consecuencia licencias médicas, ausencia laboral y altos gastos en tratamientos médicos (terapia y medicamentos).
Consecuencias de la obesidad
Caídas con quebraduras.
Infartos cardíacos.
Infartos cerebrales.
Hemiplejias (parálisis de distintas partes del cuerpo).
Enfermedades crónicas sin tratamiento adecuado (diabetes, hipertensión), dando como resultado amputaciones, diálisis renal o pérdida de la visión.
Los primeros responsables de la salud somos nosotros mismos. Sin embargo, los adultos pasamos la mayor parte de nuestro tiempo trabajando, por lo que sería de mucha utilidad que se tomaran medidas educativas-correctivas en los lugares de trabajo. De este modo, se capacita al personal, se mejoran índices de sobrepeso y obesidad, y se reduce la ausencia laboral por accidentes asociados a la mala nutrición por exceso.
Recomendaciones
Algunas medidas que las empresas pueden implementar bajo la guía de un profesional especializado:
1) Entrega de menú saludable cuando hay beneficio de desayunos, almuerzos o cenas.
2) Implementación de kioscos saludables y disposición de alimentos sin azúcar, bajos en sodio y grasas saturadas, como frutas, lácteos descremados, panes saludables y frutos secos.
3) Ofrecer programas nutricionales para los trabajadores (de 3, 6 o 9 meses) con nutricionista a cargo de evaluar y dar dieta a los inscritos.
4) Tener calendario de charlas sobre alimentación saludable.
5) Tener actividades de promoción relacionadas con alimentación saludable y calidad de vida.
6) Ofrecer programas de actividad física (fútbol, baile, otros).
La dieta para las personas adultas debe ser de buena calidad, considerando lo siguiente:
Todo descremado, sin azúcar, bajo en sodio, sin frituras.
3 porciones de fruta al día, y 2 porciones de vegetales.
Los hombres pueden tener 2 porciones de pan al día (100 gr), mientras que las mujeres 1 porción (50 gr). Ambos pueden elegir jamón de pavo, huevo revuelto, quesillo, palta para los panes.
Comer 2 veces a la semana pescado y legumbres.
En la hora de almuerzo, se deben preferir tortillas y guisos, y moderar el arroz, las pastas y similares.
Tener orden en el día en las comidas para evitar ansiedad, es decir, consumir desayuno, colación AM, almuerzo, colación PM y cena.