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Reportabilidad y aprendizaje: Una alianza que da frutos
Por Arturo Cares, Gerente de Prevención de la ACHS.
Actualmente, existen diversas metodologías disponibles para conducir la reportabilidad de los accidentes o cuasi accidentes, y aquellas empresas que las implementan no solo logran disminuirlos, sino que aumentan su productividad y mejoran el clima laboral.
Arturo Cares.

Una de las prácticas interesantes que se observan en diversas organizaciones, es la existencia de sistemas en los que se produce el reporte regular y permanente de incidentes, cuasi accidentes e incluso conductas riesgosas por parte de integrantes de la empresa. Esta práctica ha demostrado ser un canal tremendamente efectivo para anticiparse a la ocurrencia de accidentes con daño o lesión, ya que permite aprender en forma permanente respecto de los riesgos presentes en la empresa y, sobre la base de ese aprendizaje, generar cambios y ajustes en el sistema de gestión de seguridad. Ya en la década de los años ‘70, Frank Bird reconocía los beneficios de esta práctica, relacionando accidentes y cuasi accidentes, con lo que finalmente confecciona el hoy reconocido triángulo que lleva su apellido.

No obstante los beneficios enunciados, para que esta práctica sea exitosa, es necesario que existan los siguientes factores:

Comunicación: Solo es posible de implementar esta práctica en aquellas organizaciones que propicien la comunicación entre los diferentes estamentos de la empresa. Dado que la base del sistema radica en que fluya la información desde diferentes niveles, el equipo directivo debe generar una cultura de trabajo en equipo que reconozca el valor de la comunicación, tanto entre pares, como desde y hacia los equipos directivos.

Accesibilidad a los sistemas de información: Dado que se requiere la participación de los trabajadores para el éxito del proceso, es fundamental que el sistema que se utilice para reportar sea adecuado a la cultura de la organización y las competencias de los trabajadores. Aunque efectivamente en la empresa existan los medios para generar un sistema informático que permita reportar, es necesario verificar previamente el nivel de alfabetismo digital de los trabajadores, así como la disponibilidad de los equipos para generar los reportes. De no existir condiciones propicias para su uso, es preferible utilizar buzones donde los trabajadores depositen los reportes o equipos de observadores entrenados. Siempre es interesante evaluar la posibilidad de establecer soluciones móviles, usando incluso mensajes de texto u otro sistema de mensajería, que asegure la transmisión instantánea de los reportes, ya que actuar a tiempo puede evitar un accidente.

Aprendizaje colectivo: Uno de los problemas que se pueden presentar al implementar este tipo de sistema es que los trabajadores no reconocen o evidencian los beneficios de los reportes realizados. En este sentido, es necesario llevar a cabo tres acciones concretas para lograr el reconocimiento por parte de los trabajadores:1) se deben analizar todos los reportes emitidos; 2) siempre actuar sobre las condiciones o acciones reportadas; y 3) convertir esas intervenciones en informes que retroalimenten a la organización respecto de las acciones realizadas. En este contexto, se deben generar informes simples y muy gráficos que puedan ser revisados en las “charlas de cinco minutos” que efectúan los supervisores y que idealmente se puedan publicar en algunos lugares de alta visibilidad por parte de los trabajadores. Con esto, estamos generando un ambiente de aprendizaje que difícilmente será desconocido por ellos.

La teoría de la pirámide de la accidentalidad, desarrollada por Frank Bird, dice que por cada accidente grave, hubo 10 accidentes serios, 30 leves y 600 incidentes. Si se compara la proporción de incidentes que hubieran podido ocasionar lesiones a las personas y/o daños a la propiedad, con aquellos que realmente los ocasionaron, se ve claramente cómo la observación y el análisis de los incidentes pueden ser empleados para evitar o controlar los accidentes.

Retroalimentación: Es necesario que permanentemente se retroalimente a los trabajadores respecto de los reportes que hayan generado, ya que reconocer el apoyo que están brindando para mejorar la seguridad y salud de todos quienes trabajan en la empresa debe ser una actividad habitual del equipo directivo. Por otra parte, los equipos de prevención, expertos y comités paritario deben desarrollar un rol educativo que permita la generación de reportes de calidad creciente. Es importante que siempre esta retroalimentación sea positiva. De lo contrario, se generará el efecto inverso respecto de la participación.

Noviembre 2015
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Comentarios acerca de este artículo
franco rodriguez ultraport (08/01/2019)

necesario, pero se tiene que adaptar a cada rubro

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