| La Ergonomía Cognitiva, clave en la salud de los trabajadores | | | Por Ana Paola González, Kinesióloga y Ergónoma, Centro de Estudios del Movimiento Humano (CEMH), Universidad Mayor. | | | | |  | | El ergónomo describe la relación entre la persona y todos los elementos del sistema, adaptando el diseño de soportes de información a ciertas características del usuario, como procesos de input perceptivo (detección, clasificación, reconocimiento de patrones, etc.); procesamiento cognitivo central (memoria, razonamiento, resolución de problemas, etc.); y procesos perceptivo-motores (más relacionados con respuesta y ejecución). Un área importante de la Ergonomía Cognitiva (EC) es la de predecir y evitar “errores humanos”, término genérico empleado para designar todas aquellas ocasiones en las cuales una secuencia planeada de actividades mentales o físicas fallan al alcanzar su pretendido resultado, y cuando estas fallas no pueden ser atribuidas a la intervención de algún factor de azar. Es una decisión o conducta humana inapropiada o indeseable que reduce la efectividad, la seguridad o la ejecución del sistema. Como la de un accidente cuando un tren descarrila provocando la muerte de personas, los primeros pasos se centran en la posible existencia de una falla técnica; a veces no se encuentran, entonces, cambia la atención hacia el otro posible responsable del accidente, el maquinista, en quien se analizan rastros de sustancias que justifiquen un comportamiento anormal. El desconcierto aparece cuando estos análisis tampoco revelan nada. Entonces, llegado ese momento, se dice que “el accidente se ha debido a un error humano”, es decir, la persona que controlaba la máquina, en perfecto estado de salud, ha cometido un error incomprensible. Se descarta la posibilidad de que el error haya sido intencionado. Por lo tanto, la pregunta que queda en el aire es “¿por qué cometió el error?” No basta con catalogar el accidente como un error humano, pues no ayuda a poner las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir, sino que es imperioso buscar sus causas. Para entender porqué la persona comete un error, se debe considerar que controlar una máquina significa establecer una comunicación entre ésta y la persona, para lo que la máquina debe tener medios para transmitir a la persona su estado interno. Al ocurrir esta comunicación dentro de un ambiente físico, se diseñan señales que presentan la información sobre las condiciones externas en las que se trabaja. La comunicación entre la persona y la máquina ocurre casi siempre en situaciones en las que están implicadas otras personas y otras máquinas. La comunicación entre todas ellas se establece a través de medios técnicos diseñados para que la información sea recibida y procesada correctamente por las personas que las necesitan. PPor todo esto, muchas veces se debe buscar la causa de estos errores en un mal diseño de la máquina, de las señales informativas o de los medios de comunicación. Al hablar del diseño, no se debe pensar en que una máquina “bien diseñada” es aquella que funciona correctamente. Para la ergonomía cognitiva, un buen diseño considera que la persona tiene varias características cognitivas que imponen limitaciones en su capacidad de procesar información y tomar decisiones, mientras que uno malo sería aquél que exige que la persona sea capaz de atender a más estímulos de los que su capacidad atencional le permite, recuerde más datos en cortos períodos de tiempo de los que le es posible retener, tome decisiones con información incompleta y en intervalos de tiempo demasiado cortos para su capacidad de procesamiento, etc.
Interacción operario y máquina
El componente más importante para un ergónomo es la interfaz con la que interactúa el operario. Es el “medio” a través del que se comunica la persona y la máquina, la que se establece en dos direcciones: la máquina presenta información a la persona y la persona introduce información en la máquina.  Por ejemplo, la interacción de las personas encargadas de un proceso de vigilancia dentro de salas de control es supervisar lo que ocurre, intervenir cuando se requiera, conocer el estado del sistema, reprogramarlo, tomar control de los procesos automatizados y planificar las acciones futuras a corto y largo plazo. Todas estas funciones hacen referencia a procesos cognitivos humanos cuyo correcto funcionamiento depende de un buen diseño de la interacción persona-máquina. a.
Para que la supervisión sea posible, es necesario que las interfaces presenten información sobre el estado del sistema de tal manera que pueda ser atendida, percibida, comprendida, memorizada, etc. Por ello, el diseño de salas de control ha sufrido cambios en los últimos años que van en la línea de reconocer la importancia de la interacción persona-máquina. Una persona siempre tiene un conocimiento de lo que ocurre en su entorno. Sin embargo, cuando se realiza una tarea compleja en una sala de control, es necesario procesar un conjunto de datos sobre lo que está ocurriendo dentro y fuera de ella. Toda esta información debe ser atendida, retenida, interpretada y usada para tomar decisiones necesarias para que el proceso progrese correctamente. En muchos de los dominios de aplicación de la EC, los ergónomos han necesitado utilizar este concepto para describir e integrar todos los procesos cognitivos que son responsables de la adquisición, almacenamiento y uso de la información que está disponible para que la persona pueda realizar el trabajo en ellos y, de esta manera, ayudar a que el diseño del sistema de trabajo sea el apropiado para el ser humano, mejorando su bienestar y evitando los errores humanos. | |
