Por Julio Torres Cuadros, Secretario Ejecutivo Colegio de Ingenieros Forestales de Chile.
El trabajo de la Comisión de Política Forestal, creada por el Ministerio de Agricultura para elaborar participativamente los desafíos y la visión del sector forestal para los próximos 20 años, es una buena oportunidad para reflexionar sobre la importancia que se le ha puesto a la seguridad y salud ocupacional en esta industria.
En una primera revisión, el análisis parece positivo, ya que para efectos de elaborar la política, se estructuró el sector forestal en seis ámbitos. A los recurrentes ámbitos productivo, ambiental y social, se agregaron los político, tecnológico y laboral. La consideración de este último es interesante, ya que lo visibiliza de modo independiente del ámbito productivo, donde recurrentemente se la colocaba en los análisis, generando una suerte de omisión.
En el detalle, uno de los aspectos mencionados como visión esperada al año 2035, es: “Sector productivo reconocido por la oferta de empleos de buena calidad y justamente remunerados, con altos estándares de seguridad con tendencia constante a eliminar los accidentes laborales y enfermedades profesionales, y proveyendo de modo continuo capacitación técnico profesional”.
Esta visión pone de manifiesto la importancia de avanzar hacia altos estándares de seguridad y hacia la eliminación (quizás reducción sea más realista) de los accidentes laborales y las enfermedades profesionales.
Sin perjuicio de reconocer lo anterior, una visión estratégica de largo plazo asociada a la temática laboral de la industria forestal, debería abordar otros aspectos menos evidentes, como por ejemplo, el desafío que implicará en el corto plazo el envejecimiento en la fuerza laboral del sector forestal, que está acompañado, a su vez, de un desinterés de la juventud por seguir la profesión forestal en todos sus niveles ocupacionales (ingenieros, técnicos y obreros). Esta situación, que ya es palpable, amenaza con estancar los recambios generacionales que se requieren en la actividades relacionadas con el bosque.
Particularidades del sector
De acuerdo a datos de Carlos Ackerknecht, Consultor Senior en estas temáticas, durante el período 2000-2025 en América Latina y el Caribe habrá 100,7 millones de adultos mayores de 60 años, los que en el lapso 2025-2050, se incrementarán a 188,3 millones. En Europa, el proceso de envejecimiento tomó entre seis a diez décadas, mientras que en América Latina y el Caribe, ello se dio en solo dos a tres decenios.
Respecto a estudios sobre el envejecimiento de la fuerza laboral, no existen antecedentes exactos que cuantifiquen esta realidad del sector forestal (se tiene conocimiento de estudios académicos sobre el tema actualmente en desarrollo). La ACHS ha llevado a cabo una aproximación preliminar, estudiando la evolución de la edad en trabajadores accidentados del sector forestal en Chile, comparando los casos registrados entre los períodos 1998-2002, 2001-2005 y 2004-2008, y considerando una población promedio de 55.098 empleados. Se evidenció un aumento progresivo de la siniestralidad a contar del rango etáreo de 36 a 40 años (datos de ACHS, citados por Ackerknecht).
En la mayoría de los países, la condición de actividad pesada que caracteriza al trabajo forestal está afectando el recambio generacional en empleados del bosque, notándose una marcada tendencia al envejecimiento de la fuerza laboral. Ante esto, las empresas han orientado sus faenas hacia una mayor mecanización en todas las etapas, afirmando que hay que sacar a las personas del bosque. Esto, si bien soluciona parcialmente el envejecimiento laboral y la falta de recambio generacional, supone un problema social.
Si esta política implica solo una reducción de empleos y no va acompañada de una relocalización de los trabajadores, afectará la ya baja aceptación social que la industria forestal posee, por la incapacidad de generar beneficios sociales (empleo principalmente) en sus entornos.
