Han sido variadas las fórmulas que se han buscado para poder apoyar el bienestar de las personas y evitar el estrés laboral, promoviendo mejoras en el clima laboral, aumentando beneficios y compensaciones que mejoren la calidad de vida de las personas, así como dando cada vez mayor relevancia a las áreas de Recursos Humanos para poder cuidar el verdadero motor que hace que las cosas ocurran. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la situación se sigue acentuando; las grandes compañías aumentan la inversión en cuidar a su gente y los resultados no se acercan aún a lo deseado. En tanto, medianas y pequeñas empresas no cuentan con los recursos que les permitan implementar estas nuevas políticas y metodologías al interior de sus equipos.

En el marco de este desafío, es importante comenzar a imaginar nuevas maneras de promover el bienestar laboral y, con ello, poner fin al estrés que actualmente tanta gente padece en sus trabajos. Es allí donde el coaching surge como una nueva alternativa que comienza a tomar espacio y perfilarse como una opción viable y que promueve resultados positivos, cuando es realizado por profesionales verdaderamente expertos en la disciplina.

Una de las principales causas de estrés en las personas, se relaciona con la falta de sentido de aquellas actividades que desempeñan. Trabajar en lo que no apasiona, o en aquello que no se alinea con lo realmente importante para cada uno, es decir, sus valores, promueve un estado de insatisfacción. Esto nos lleva a esforzarnos más para lograr los mismos resultados. ¿Cuántas veces has hecho cosas que no te gustan? ¿Acaso eso no cansa más que hacer lo que realmente uno quiere? Muchos dirán que el trabajo no es para hacer las cosas que uno desea, sino para cumplir la labor y vivir de ello. Sin embargo, aquello que promueve un aumento real en la satisfacción laboral, así como en la productividad y el logro de objetivos concretos, es cuando nuestros valores se alinean a nuestras creencias, y ello abre la puerta a nuestra motivación. Uno de los beneficios de la disciplina del coaching, es facilitar en las personas un proceso de conocimiento interior que tiene un resultado directo en que aquellas cosas que hacemos tengan más sentido para nosotros, y con ello disfrutar el trabajo diario, dando lo mejor de nosotros mismos.

También es fundamental pensar en el factor de la motivación, es decir, aquello que nos mueve y brinda las ganas de hacer aquello que realizamos. Desde esta disciplina, encontramos una forma de calibrar nuestros objetivos para que mantengan la motivación de las personas y con ello su buena disposición en el trabajo. Esta fórmula consta de dos variables: la meta que se persigue debe ser desafiante, pues si aquello que realizamos no se constituye como un reto, entonces no daremos lo mejor de nosotros mismos. Esto desincentiva el proceso de crecimiento y desarrollo, así como la motivación por realizar dicha tarea.

En segundo lugar, nuestro cometido debe ser realista. Si nuestro objetivo es desafiante, pero imposible de ser alcanzado, entonces nos rendiremos antes de iniciar el proceso. Sin embargo, si sabemos que es posible lograr aquello que nos proponemos, entonces tendremos la energía para seguir adelante.

La situación del estrés laboral no es algo que se pueda explicar de forma simple, ya que confluyen en este fenómeno una serie de variables, por lo que la responsabilidad de los empleadores es brindar buenas condiciones para sus colaboradores. Es un desafío permanente en una sociedad que cada vez pide mayores estándares de vida. De igual modo, los trabajadores tienen el compromiso personal de buscar las mejores formas de desarrollarse, y eso conlleva hacerse cargo de quien cada uno es, para desde ahí construir los caminos que otorguen mayor satisfacción y bie-nestar, y con ello, un aporte que puede ser insospechado.

Cada vez que esté en una situación de estrés, revise aquellas cosas que esté realizando, y cuánto de eso es lo que verdaderamente le apasiona. Una vez que encuentra la motivación en cada actividad que emprende, entonces sabrá lo que es dejar atrás este tan famoso padecimiento.