En los últimos años, se ha logrando reducir la tasa de accidentabilidad del sector Construcción desde 9,8% en 2003, a la mitad en 2014. Este indicador disminuye aún más entre las empresas socias del gremio, llegando al 2,74%, cifra que está muy por debajo del promedio país.

Como Cámara Chilena de la Construcción, nos llena de orgullo el hecho de que, siendo un sector asociado a múltiples riesgos, hayamos logrado avanzar en potenciar y mejorar nuestros estándares de seguridad. Es así como para 2015, nos hemos puesto metas ambiciosas, con tolerancia cero a los riesgos de la seguridad de las personas, proponiéndonos lograr una accidentabilidad de 2,4%.

Así, para que los estándares en seguridad laboral sean realmente altos, es fundamental que el tema esté considerado como un pilar estratégico dentro de cada empresa. Tal como lo son las áreas de proyectos, comercial y de innovación, la de seguridad laboral debe tener una alta valoración en la estructura corporativa y no puede ni debe radicar en una sola persona o en un área específica. La seguridad debe ser parte de la cultura de la organización, lo que implica un compromiso e involucramiento absolutos desde la gerencia general hasta los trabajadores.

En el marco de la Semana de la Construcción, la Cámara, junto a la Mutual de Seguridad, presentaron a las empresas socias las “siete reglas de oro para lograr construir seguridad”, que consideramos como la clave para que cualquier empresa de este u otro rubro fortalezca sustancialmente sus estándares en seguridad laboral. Estamos trabajando para que estas sencillas reglas permeen la cultura de todas las empresas socias y sigan disminuyendo las cifras de accidentabilidad y fatalidad.

• Todos comprometidos con la seguridad: Si la seguridad es un tema estratégico al interior de la compañía, todos sus líderes deben dar ejemplo y hacer de ella una prioridad.

• Identificar los peligros y riesgos de cada actividad: Es clave evaluar constantemente los riesgos, de tal forma de mejorar los procesos en caso de ser necesario.

• Establecer objetivos y metas de seguridad: Estos objetivos tienen que estar socializados en toda la organización, incluidos los contratistas. Los indicadores de estas metas deben ser seguidos periódicamente para asegurar su cumplimiento.

• Implementar sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo: Las responsabilidades y obligaciones en planes asociados en seguridad deben estar claramente definidas. Mejor aún si la empresa es asesorada por expertos.

• Considerar la seguridad y salud de los trabajadores al momento de adquirir materiales y maquinarias: En el sector construcción es básico que se utilice la tecnología necesaria que proteja a los trabajadores del ruido, polvo, vibraciones y cualquier otro elemento que pueda ser dañino para los operadores de maquinarias.

• Desarrollar las competencias necesarias para los puestos de trabajo: Capacitar a todos los trabajadores de acuerdo a las competencias requeridas para cada puesto laboral.

• Involucrar a los trabajadores: Cambiar el rol del equipo de trabajo de actores pasivos a activos.

Si bien es cierto las tasas de accidentabilidad han disminuido en las empresas socias, debemos seguir trabajando, sin descansar, hasta llegar a cero accidentes fatales. Construir empresas más seguras es una tarea de todos.