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Prevención de riesgos eléctricos en la Construcción
Por Alejandra Hermosilla Torres
En la construcción, los accidentes producidos por la interacción con electricidad, pueden tener severas consecuencias. Dada su seriedad, es necesario tomar medidas preventivas que reduzcan la exposición al riesgo.

Electrocución o electro-traumatismo, quemaduras internas y externas, fibrilación ventricular, tetanización, paro respiratorio y asfixia, pérdida del conocimiento, caídas de distinto nivel, incendios y explosiones, son los riesgos eléctricos más frecuentes en la construcción.

Las consecuencias de estos riesgos pueden establecerse teniendo presente los conceptos encontrados en la norma OHSAS 18001, la que define Peligro como una “fuente o situación potencial de daño en términos de lesiones o efectos negativos para la salud de las personas, daños a la propiedad, daños al entorno del lugar de trabajo o una combinación de estos”, y Riesgo, como la “combinación de la probabilidad y la(s) consecuencia(s) que se derivan de la materialización de un suceso o peligro especificado”. Teniendo claro estos conceptos, las consecuencias con las que nos podemos encontrar de la combinación de peligro y riesgo son incapacidad temporal, parcial o total, gran invalidez y, por último, la muerte. Todas estas categorías las encontramos definidas en el compendio de normas legales sobre accidentes del trabajo y enfermedades profesionales (Ley N° 16.744).


Consecuencias de un accidente eléctrico

Como consecuencia de un choque eléctrico, es posible encontrar efectos fisiológicos directos, que van ligados de forma principal a los trabajadores, como la electrocución y quemaduras, entre otros, y su gravedad dependerá de la intensidad de corriente que logre pasar por el cuerpo. Sus síntomas pueden ir desde sensación de hormigueo a alteraciones en el ritmo cardíaco.

Asimismo, tenemos efectos fisiológicos indirectos, como el resultado inmediato después de ocurrido el choque eléctrico, como las alteraciones al corazón u otros órganos del cuerpo, que como consecuencia provocan quemaduras, pudiendo incluso llegar a causar la muerte de un trabajador. También podemos mencionar efectos secundarios provocados por actos involuntarios, derivados a partir del paso de corriente por el cuerpo, como caída a distinto nivel y golpes por o contra objetos.

Para prevenir estos riesgos, lo primero es tomar medidas de tipo ingenieril, para intervenir los focos que generan condiciones inseguras de las que derivan los riesgos, mejorando o solucionando las irregularidades en maquinarias, herramientas o lugares de trabajo, entre otras. Posteriormente, es importante considerar aspectos de tipo administrativo, entregando las respectivas capacitaciones, protocolos, procedimientos seguros de trabajo, etc. Un tercer aspecto a considerar es la implementación de todos los elementos de protección personal necesarios para cada labor que desarrolle un trabajador.

Es necesario resaltar que la prevención debe partir desde el diseño, ya sea de las instalaciones o equipos, bajo las normas establecidas, pasando por el proceso de elaboración o implementación de lo ya diseñado, para posteriormente preocuparse del mantenimiento y uso de cada uno de ellos, primando en cada una de estas etapas, la prevención y el cuidado, para evitar la materialización de un accidente. Además, podemos mencionar otras recomendaciones para prevenir los contactos directos, como evitar que las herramientas o equipos con los que se realizan los trabajos se aproximen a fuentes en tensión a menos de las distancias de seguridad, siento óptimo utilizar dispositivos de corriente diferencial.

Para los contactos indirectos, es apropiado utilizar equipos con separación de circuito, puesta a tierra de todas las masas, usar tensiones de seguridad, instalar interruptores diferenciales en baja tensión y equipos con doble aislamiento. Como medida a recordar, existen cinco reglas de oro para trabajos que deban realizarse sin tensión:

Desconectar.

Prevenir cualquier posible realimentación.

Verificar ausencia de tensión.

Poner a tierra y en cortocircuito.

Proteger frente a elementos próximos en tensión y establecer una señalización de seguridad delimitando la zona de trabajo.

En maquinarias, ya sea de elevación, pesadas o eléctricas, es recomendable extremar las precauciones, manteniendo las distancias de seguridad en cercanías a cables en tensión, botoneras estancas, cables en buen estado de conservación, conexiones a tierra y diferenciales, y recordar que nunca se deben tirar cables para desenchufar herramientas.

Para grupos electrógenos, cableados y conexiones, se recomienda no sobrecargar la potencia máxima, tener precaución con la humedad del lugar y considerar que deben ser instalados por profesionales con las respectivas competencias; además, es importante evitar dejar el paso accesible para la manipulación de elementos en tensión y que ellos cuenten con una fácil y rápida desconexión. Además, se aconseja no manipular protecciones, ni utilizar aparatos con cables o enchufes en mal estado, así como verificar que las instalaciones o modificaciones eléctricas, tengan todas las garantías de seguridad pertinentes de la Superintendencia de Electricidad y Combustible, SEC.


Alejandra Hermosilla Torres es Ingeniero de Ejecución en Prevención de Riesgos de la Universidad Técnica Federico Santa María, Sede Concepción.
Junio 2015
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