Para 2014, los índices de accidentabilidad entregados por Sernageomin para el rubro de la minería, revelan que la mayor tasa de accidentes en faena tiene que ver con caídas de altura y golpes con elementos contundentes. Ante esta situación, el manejo de las personas que sufren lesiones graves al interior de las faenas mineras puede ser complejo y requiere un equipo médico multidisciplinario para su resolución.

Por esta razón, es esencial que las empresas cuenten con profesionales capacitados para enfrentar estas emergencias, ya que deben poseer conocimientos sobre cómo se debe tratar a un paciente politraumatizado, lo que se debe hacer en los primeros minutos de ocurrido el accidente.

Además de la atención de primeros auxilios que se debe entregar en la faena, es de suma importancia que las mineras cuenten con una unidad de rescate de respuesta rápida que pueda realizar las acciones de traslado (tanto aéreas como terrestres) hasta los centros hospitalarios.

Lo primero es activar el sistema de emergencia más cercano, con lo que se dará acción a los protocolos pertinentes, y dar aviso a la unidad de rescate. Actualmente, servicios privados permiten incluso entregar geolocalización de la víctima, con lo que se optimiza el tiempo de localización del incidente.

Tras avisar sobre el rescate, se recomienda considerar ciertos puntos:

1. Evaluación inicial de la escena: Asegurar que el lugar donde está la víctima es seguro para la persona que da la asistencia.

2. Evaluación primaria: Permite diferenciar rápidamente las personas que necesiten atención inmediata porque su vida se podría encontrar en peligro. Esto servirá para entregar información preliminar de las lesiones a los equipos de emergencia.

3. Una vez que se evaluó la “estabilidad” de la víctima, es necesario hacer una segunda evaluación, la que se realiza de manera segmentaria (de cabeza a pies), buscando lesiones específicas.

Para las lesiones más frecuentes, se deberán realizar las siguientes intervenciones:

A. Traumatismos músculo-esqueléticos:

a. Esguince:
• Reposo.

• Inmovilizar.

• Compresas frías las primeras 12 horas.

• Elevar la extremidad en 30º.

• Esperar la ambulancia para traslado a centro asistencial más cercano.

b. Luxación:
• Reposo.

• Inmovilizar en la misma línea de la deformidad.

• No movilice la extremidad.

• Aliviar el dolor con analgésicos.

• Compresas frías.

• Elevar la extremidad en 30º.

• Esperar la ambulancia para traslado a centro asistencial más cercano.

c. Fracturas:
• No movilice la extremidad.

• No dar nada por boca.

• Reposo e inmovilización.

• Elevar extremidad a 30º.

• No amarre sobre el sitio de la fractura.

• No efectuar movimientos bruscos.

• En caso de fractura con exposición ósea, detener hemorragia y cubrir con paño limpio.

• Esperar la ambulancia para traslado a centro asistencial más cercano.

B. Hemorragias: En lesiones hemorrágicas con sangrado activo, la intervención más importante será la compresión manual con paños limpios. NUNCA se debe dejar de comprimir la herida.

Es importante reforzar que, en todas las situaciones de accidentados graves en faenas mineras, el tiempo de respuesta es vital. Mientras antes se activen los sistemas de emergencia adecuados para enfrentar este tipo de patologías, el riesgo de secuelas funcionales definitivas disminuye significativamente, así como los tiempos de recuperación.