| Los riesgos asociados al trabajo en el Retail | | | Por Carlos Viviani, Docente del Departamento de Construcción y Prevención de Riesgos Sede Viña del Mar de la USM. | | | | | Aunque se emplea usualmente para referirse a supermercados y tiendas por departamentos, el concepto de Retail abarca desde el almacén de barrio y el kiosco de la esquina hasta las grandes multitiendas e hipermercados. Estos últimos han tenido un desarrollo considerable en los últimos años, expandiendo sus operaciones a países vecinos, como Argentina, Perú e incluso Colombia. Este crecimiento del sector, sumado a factores relacionados al ritmo de nuestra sociedad, expone a los trabajadores del Retail a una serie de riesgos, desde los psicosociales hasta los de enfermedades profesionales.
Dentro de estas últimas, sobresalen las lesiones músculo-esqueléticas relacionadas al trabajo (LMERT), que en el contexto ocupacional, son las más frecuentes a nivel mundial y se definen como todo tipo de lesiones del sistema músculo-esquelético, es decir, que afecten a tendones, músculos, ligamentos, huesos, nervios y patologías localizadas del sistema circulatorio. Ejemplos de éstas son las tendinopatías a nivel de codo (epicondilitis, epitrocleítis), patologías que afectan ligamentos y nervios a nivel de la muñeca (síndrome del túnel carpiano) y, por supuesto, el omnipresente síndrome de dolor lumbar.
Es frecuente encontrar estas patologías en grandes ferreterías e hipermercados, especialmente en las cajeras y el sector de fiambrería, ya que ambas presentan factores de riesgo asociados a la postura que deben adoptar para realizar su tarea, la que está estrechamente ligada al ritmo impuesto por el proceso de atención en sí y los instrumentos de trabajo. Por ejemplo, las cajeras pasan demasiado tiempo sentadas, pasando varias horas en esta posición, lo que es extremadamente perjudicial para la columna. Esta exposición se debe principalmente a un diseño deficiente en la configuración de la caja registradora, partiendo por la altura del plano de trabajo, la que es asignada arbitrariamente sin respetar los criterios antropométricos de nuestra población. Esto también sucede en los sectores de fiambrería, donde, además de una alta exposición a movimientos repetitivos, existe manejo manual de carga.
Recordemos que hoy existe una mayor implicancia legal, ya que desde el 2005, la Ley 20.001 (mejor conocida como “ley del saco”) obliga a controlar los riesgos asociados al manejo manual de carga. Más aún, el año pasado se modificó el  DS 594, incluyendo los movimientos repetitivos dentro de sus riesgos, cambio que ha sido acompañando este año por la norma técnica del MINSAL para su evaluación y control.
Un problema asociado a alturas inadecuadas son los espacios insuficientes, ya que juntos impiden el correcto desempeño y uso de elementos de apoyo, como por ejemplo, los asientos tipo semi-sentado que permiten alternar libremente de postura, sin forzar al usuario a mantenerse en una postura estática.
Otra falencia que se puede observar en los supermercados, es que la caja registradora está ubicada de manera que induce a la cajera a rotar constantemente para ingresar la información y el dinero, lo que agrega aún mayor estrés a la columna. A lo anterior, se suma el hecho de que las correas transportadoras fallan frecuentemente, lo que significa un constante manejo manual de carga. Esto cobra mayor relevancia en las grandes ferreterías y tiendas de “mejoramiento del hogar” donde el peso de los productos es considerablemente mayor. Pensemos que además de un riesgo para la salud de las personas, los problemas de equipamiento antes descritos impactan la eficiencia de la empresa, ya que el trabajo se hace más lento y laborioso.
Lo que ocurre en las multitiendas
En las multitiendas, aunque hay mayor libertad de movimiento, los trabajadores deben ejecutar sus actividades laborales casi completamente de pie. Esto es bastante polémico, ya que existe la Ley Nº 2.951 (o “ley de la silla”) que data desde 1914, creada en mayor parte para el comercio. Sin embargo, es muy genérica y sólo especifica que debe haber un número suficiente de asientos, pero no describe sus características, ubicación, tiempo de uso, entre otros aspectos, quedando todo a criterio del empleador, quien, si bien muchas veces tiene la voluntad, no posee las competencias técnicas para adquirir y distribuir de manera eficaz los asientos para cada función. Algunas recomendaciones generales son:
• Ubicar correas transportadoras y scanners frente al trabajador para evitar torsiones de tronco innecesarias.
 • Ubicar el monitor frente o 30° al costado del cajero.
• Usar teclado frente al usuario, idealmente sobre lector.
• Incorporar lectores frente al trabajador con opción de pistola láser para evitar la manipulación de artículos pesados o voluminosos.
• Mantención periódica de equipos y herramientas, en especial de sillas, lectores láser (que no estén rayados ni sucios), correas transportadoras, teclados y pantallas.
• Contar con lista de precios de productos pesados/voluminosos para ser escaneados sin manipular el producto. Cabe mencionar que existen otros riesgos importantes en este sector, como por ejemplo, el requerimiento de entregar una atención continuada todos los días (incluyendo domingos y festivos), hace necesario el trabajo en turnos, incorporando horarios prolongados, alteraciones en la vida familiar y social, entre otros. Aquellas personas trabajando en turno son más propensas a presentar una LMERT y trastornos psicológicos. Asimismo, los “incentivos” son compensaciones monetarias por alcanzar una meta dentro del proceso, lo que hace que la persona desmida su esfuerzo en pos de una remuneración mayor. Tanto el trabajo en turnos como las metas traen consecuencias a largo plazo, tanto para la salud física como la mental, por lo que deben planificarse cuidadosamente para equilibrar el bienestar y la productividad. | |
