Mauricio Álvarez-Correa.

De manera creciente, diversos sectores industriales han internalizado la relevancia de la seguridad industrial, no solo en la construcción de las grandes obras, sino también en la operación diaria. Para esto, aprovechan la amplia oferta de insumos que contribuyen a este fin.

En este sentido, si bien las pinturas y revestimientos buscan principalmente satisfacer las diversas necesidades de los rubros industriales y comerciales, brindando soluciones a los problemas causados por la oxidación, el calor, la abrasión, en ambientes con ataques químicos y corrosivos, también representan, para los fabricantes y distribuidores de estos productos, una oportunidad para ayudar en la seguridad y salud ocupacional.

Es así como la innovación se vuelve crucial para un sector tan amplio como el de las pinturas. Un desafío nada fácil para este rubro que no puede dejar de lado diversos factores, como la calidad y durabilidad del producto en el tiempo, su facilidad de uso y aplicación, o su capacidad para trabajar en las condiciones más exigentes, por ejemplo, en la minería o la agroindustria. Además, deben ser atractivos y de diseño acorde para quienes serán sus usuarios finales.

Afortunadamente, la tecnología aplicada en estos productos, así como la entrada de empresas de gran prestigio, han hecho que este desafío no sea un imposible. Hoy en día, la innovación permite entregar soluciones que nos ayudan a cumplir cada uno de los desafíos planteados anteriormente, recalcando siempre que el concepto de seguridad industrial debe ser un imprescindible y estar en cada proceso de la obra o área de la operación, desde el demarcado hasta el tipo de revestimiento de las superficies.

Actualmente existen diversos ejemplos de la innovación que se ha aplicado en el desarrollo de pinturas y revestimientos, como aquellos capaces de resistir derrames de sustancias químicas, asegurando su contención, evitando la contaminación del terreno y permitiendo una fácil limpieza posterior.

Otro ejemplo de soluciones que apuntan a contribuir con la seguridad en el entorno de trabajo, son los revestimientos antideslizantes y las pinturas luminiscentes de seguridad. Estas últimas (disponibles en forma de spray) absorben la luz y resplandecen en la oscuridad por hasta ocho horas, siendo útiles para indicar pasos inseguros, salidas de emergencia, escaleras en edificios de gran altura, marcas de objetos peligrosos, manillas de puertas, extintores y otros posibles peligros. Los avances tecnológicos han permitido que estas estén disponibles en diversos colores, desprendan pocos olores y sean más duraderas (y más fáciles de mantener) que las cintas fotoluminiscentes, constituyendo un gran alivio tanto para el contratista como para el operador. Incluso, existen pinturas de demarcación que secan en diez minutos, facilitando el trabajo y ganando en tiempo, seguridad y confianza.

Este tipo de adelantos obliga a las empresas a abrir las fronteras a la hora de decidir entre un producto y otro. Actualmente, no se puede solo pensar en la economía del producto o servicio para cerrar un nuevo negocio, sacrificando la calidad o el resultado final, ni tampoco confiar en la suerte y esperar que quienes trabajan en una faena minera, una construcción o una empresa manufacturera salgan ilesos, si no se les entrega equipamiento y las áreas de trabajo no se adecúan con materiales y soluciones que provean los mínimos resguardos de seguridad en función de la dinámica particular de la operación. Por ello, los productos que se eligen para mantenimiento deben poder atenuar los peligros y, más aún, ser capaces de inspirar confianza y dar seguridad, no solo a quienes toman las decisiones de compra, sino también a quienes están expuestos en su día a día de trabajo.

En el caso de las pinturas protectoras y recubrimientos, estas no solo deben aportar a la seguridad, sino que también deben ser de alto valor agregado para estar a la altura del mercado de hoy, las exigencias de los clientes y la fuerte competencia, por lo que deben brindar, por ejemplo, protección duradera, mayor cobertura e idealmente estar formulados para reducir el tiempo de preparación, aplicación y espera, y alargar la vida útil de las superficies a tratar.