Marcos Barraza Gómez.
¿Qué es una política nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo?
Corresponde a una declaración escrita que incluye el compromiso del Gobierno con la prevención de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, y en ese sentido, guía la acción nacional de la seguridad y salud en el trabajo, indicando las funciones y responsabilidades de las principales partes interesadas.
De igual modo, esta política –que debe ser consultada con los actores sociales, representantes de las organizaciones de trabajadores y empleadores- busca prevenir los accidentes y enfermedades a los trabajadores, impulsando acciones orientadas a evaluar los riesgos y controlarlos en su origen. Esto significa no solo cambiar conductas, sino también ir construyéndolas previamente.
¿De qué forma se ha trabajado en la construcción de esta política?
Hasta ahora se ha desarrollado un proceso participativo de consulta en cada una de las regiones del país con las principales organizaciones de trabajadores y empleadores, y por cierto, con la participación de los representantes del Estado; porque el tripartismo es uno de los criterios fijados por la OIT. Ahora bien, el rasgo distintivo de este proceso, respecto de experiencias en políticas de seguridad y salud en el trabajo de otros países, es que nos pareció importante también incluir la expresión regional territorial, especialmente porque las realidades en materias productivas y de servicio -y por ende las condiciones laborales- son diferentes en cada región. Entonces, el diálogo tripartito en cada una de ellas necesariamente debe tener una expresión diferenciadora, sin perjuicio de los rasgos comunes.
¿Cuáles son los focos de este proceso?
Respecto a este tema, destaco el especial énfasis en el diseño de una metodología participativa, en la que los propios actores plantean, discuten y consensan su estructura en base a un cuestionario que pretende dar cumplimiento al ordenamiento sugerido por la OIT.
Además, esta consulta apuntó a definir el objetivo, es decir, a diagnosticar qué elementos son prioritarios a considerar en la prevención de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, para limitar los peligros en los lugares de trabajo y fomentar un entorno que propicie la salud de los trabajadores y trabajadoras. Asimismo, en este proceso se identifican los procesos fundamentales que debe considerar la política, como prevención, gestión integral, universalidad, equidad en el acceso, igualdad de género, mejora continua y, por cierto, la no-discriminación, entre otros.
De igual modo, sobresale el hecho de que sus principales esferas de acción se centran en la comprensión de las normativas de inspección, promoción y apoyo; considera también las condiciones de trabajo, la gestión de cumplimiento, los servicios de atención, el diálogo social, y los procedimientos de la notificación de accidentes y enfermedades profesionales.
¿Cómo operará esta política?
La Política Nacional es el contenido declarativo del principio fundamental que orienta el accionar a futuro, y tras su creación, viene la construcción de un Perfil Diagnóstico por sector y el posterior desarrollo de un Sistema Nacional. Entonces, hablamos de un proceso gradual que supone ir cumpliendo etapas que nos vayan acercando de los principios a las conductas, acortando brechas. Asimismo, la Política Nacional se ejecutaría de la misma forma en que se ha formulado, es decir, en base al diálogo tripartito, respetando los roles y funciones de cada departamento, y por cierto, los de la función gubernamental. Esta política nos debe proveer una carta de navegación para las mejoras de las condiciones de trabajo, teniendo presente la importancia de acciones permanentes en el campo preventivo, en la participación social, en la evaluación de resultados y en el mejoramiento continuo.
¿En qué etapa se encuentran actualmente?
Estamos en la fase de elaborar un informe final de las conclusiones regionales. Los talleres regionales nos aportan miradas comunes respecto de la realidad nacional, pero también nos arrojan particularidades y eso tiene que estar reflejado en un informe. Una vez que ese documento esté elaborado será sometido a un comité tripartito, donde estarán representados nuevamente los tres actores sociales, con lo que se tendrá la base para el primer borrador de la política, que más tarde será sometido al Consejo Consultivo en Salud y Seguridad en el Trabajo, hasta tener un documento final que será consultado a la Presidenta de la República. Nuestro propósito es poder concluirla durante 2015.
¿Qué significa para Chile contar con una Política Nacional en la materia?
En primer lugar, estamos dando cumplimiento a un convenio internacional que Chile ha suscrito, y respondiendo a un compromiso programático que fue respaldado ciudadanamente, porque aquí lo más importante es que se pone como centro la protección de la salud de los trabajadores y trabajadoras del país, situándolo como una preocupación prioritaria y permanente de las autoridades de Gobierno, empleadores y trabajadores.
Como país, hemos avanzado en disminución de accidentabilidad y hemos disminuido las fatalidades, pero no nos podemos conformar con el mejoramiento de estadísticas de fatalidades y accidentabilidad. Se tiene que profundizar desde el punto de vista del bienestar de las y los trabajadores, teniendo presente que en la medida que hay menor siniestralidad, mejora la calidad de vida y aumenta la productividad del país, y eso en base al principio fundamental del trabajo decente, que significa un trabajo seguro y saludable.