De acuerdo con NFPA 750, los sistemas de agua nebulizada se limitan a aquellos en los que el 99% del volumen total del líquido está distribuido en gotas de un diámetro inferior a 1000 micras, medido en un plano a 1 m de la salida de la boquilla, trabajando a su mínima presión de diseño.
Según la presión de descarga, se clasifica en tres tipos:
Alta presión: Los equipos están diseñados para presiones de trabajo de 500 PSI (34,5 bar) o superiores.
Media presión: Presiones comprendidas entre 175 PSI (12,1[bar]) y 500 PSI (34,5 [bar]).
Baja presión: Presiones inferiores o iguales a 175 PSI (12,1 [bar]). (ver Tabla 1).
Dependiendo de la aplicación pueden utilizarse boquillas abiertas o con bulbo de cristal activadas por temperatura.
En los sistemas de alta presión, el agua se rompe por la alta velocidad de salida en miles de microgotas. Debido a su pequeño diámetro, estas microgotas (10-200 micrones) presentan una amplia superficie de intercambio de calor, pudiendo absorber éste de forma rápida y actuando contra un incendio en tres frentes:
Enfriamiento por absorción del calor al vaporizarse el agua.
Desplazamiento del oxígeno en el foco del fuego por efecto de la vaporización. El volumen del agua aumenta por la evaporación unas 1.640 veces y así reduce la cantidad de oxígeno en el foco del incendio sin peligro para las personas.
Atenuación de la transmisión de calor por radiación.
Además, las pequeñas gotas de niebla envuelven un gran porcentaje de las partículas de humo y, por lo tanto, el daño por humo resultante se minimiza. Asimismo, se eliminan en gran medida los gases solubles en agua.
Existen dos formas de propulsar el agua a alta presión (100 -200 [bar]):
Mediante un equipo de bombeo de alta presión, accionado por motor diesel, eléctrico o incluso por aire comprimido u otro tipo de gases (como nitrógeno). El sistema de bombeo se compone de una bomba principal, una de reserva y una auxiliar o bomba neumática que supervisa la presión de la red.
Presurizando el agua directamente mediante un gas, que habitualmente es nitrógeno, y se almacena en cilindros.
Ventajas
Las ventajas del agua nebulizada se pueden analizar frente a los sistemas de rociadores y sprinklers y frente a sistemas gaseosos. (ver Tabla 2).
En comparación con los rociadores y sprinklers, los sistemas de agua nebulizada utilizan un 90% menos de agua. Esto implica que los daños producidos por el agua se minimizan, siendo una ventaja cuando existen bienes de alto valor (económico o histórico). Este también es un factor importante cuando el agua es escasa o pesada de transportar (como en las aplicaciones marítimas).
También las tuberías a utilizarse tienen diámetros considerablemente menores, lo que facilita la instalación en lugares con espacio restringido.
Cuando se compara el agua nebulizada con agentes gaseosos, se distinguen las siguientes ventajas:
El agua nebulizada enfría y sofoca, a diferencia de los gases que sólo sofocan.
No es necesaria estanqueidad en el recinto a proteger.
No es necesaria evacuación previa. Es totalmente segura para las personas.
Recarga económica y fácilmente disponible.
Amigable con el medio ambiente
Características del agua nebulizada Es inocua para las personas. Usa el 10% del agua de los sistemas tradicionales. Recarga in situ fácil y económica. No conduce electricidad. Eficaz y seguro para equipos y personas. Posibilidad de realizar pruebas reales del sistema con un mínimo costo. No es dañino para el medio ambiente. Simplicidad de montaje, ampliación y mantenimiento. |