La protección de los vidrios retardantes de fuego | | | | | | En el extranjero, la alta demanda por materiales constructivos que, frente a diversos fenómenos, mantengan su integridad, ha impulsado el desarrollo de innovadores materiales que resisten altas temperaturas. En esa línea, podemos ubicar a los vidrios retardantes de fuego (o anti-fuego), que, por su composición, entregan seguridad a personas y lugares, y se adaptan de buena forma a los requerimientos arquitectónicos. Un vidrio anti-fuego reúne dos importantes propiedades: mantiene su integridad en casos de altas temperaturas y posee aislación térmica, impidiendo que el calor y los gases pasen a espacios contiguos, características que calzan con lo estipulado referente a materiales ignífugos por la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Según Mónica Budge, Jefa de Productos Especiales de Vidrios Lirquén, los beneficios asociados a este tipo de vidrios residen primeramente en una mayor seguridad, ya que, proveen de una barrera efectiva al humo, llamas y gases calientes cuando se utilizan en un sistema de vidriado adecuado. Asimismo, limitan la transmisión del calor por conducción y convección. Material tecnológico Los fabricantes de vidrio anti-fuego han impulsado un gran desarrollo de esta tecnología, con la que se han conseguido materiales más resistentes y que entregan mejores posibilidades arquitectónicas. En este sentido, Alemania es uno de los países que se presenta como líder en la fabricación de estos productos, donde incluso existen fábricas destinadas exclusivamente a la producción de este material; tal es el caso de la empresa Pilkington, que cuenta además con laboratorios de ensayos y pruebas de resistencia y seguridad. Como detalla la ejecutiva de Vidrios Lirquén, estos vidrios están compuestos de varias capas, entre las cuales hay láminas intumescentes de silicato de sodio, las que se activan con una temperatura de 120°C, transformándose en espuma; con esto se reduce el calor y se logra una mejor aislación térmica. Una segunda característica es que las láminas también protegen ante posibles golpes o presiones, produciéndose trizaduras, evitando la explosión de aristas cortantes. Mercado chileno En el mercado nacional, los vidrios anti-fuego fueron introducidos hace más de 10 años, tiempo en el cual su uso no ha logrado masificarse en la construcciones nacionales. De acuerdo a Mónica Budge, si bien el costo de estos materiales es alto, la principal razón de su escasa utilización radica en que existe poco conocimiento de este producto, aunque su uso ha aumentado en el último tiempo. Hemos percibido una mayor demanda, principalmente por arquitectos que quieren en su obra materiales seguros y con mayor transparencia, explica. Es así como en Chile es posible encontrar vidrios anti-fuego utilizados en algunos edificios de empresas o instituciones, sin incluir al sector residencial. Sus usos han sido principalmente en la protección de centros de cómputo, en cajas de escalas de evacuación y en puertas de escape, aunque en el último caso, comúnmente se limita a ser una mirilla incrustada en puertas de plomo, argumenta la profesional. Lo anterior se contrapone con lo que ocurre en Europa o Estados Unidos, donde es posible encontrar edificios completos revestidos de este tipo de vidrio, además de ser utilizados en tabiques, pasillos y halls de entrada. En este sentido, la funcionalidad de estos productos los hace útiles en aeropuertos, estaciones de trenes, centros comerciales, oficinas, hospitales, colegios o edificios públicos, o donde la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción lo indique. | |