El arco eléctrico es una descarga disruptiva generada por la ionización de un medio gaseoso (por ejemplo, el aire) entre dos superficies o elementos a diferente potencial, y es una de las principales causas de accidentes eléctricos en el sector industrial. Por lo general, se origina por el funcionamiento de interruptores, relés, fusibles y malas terminaciones de conductores, generalmente al interior de tableros eléctricos, provocando una explosión eléctrica que puede acarrear serias consecuencias para personas y equipamiento.

“Cuando tiene lugar un arco eléctrico, se produce un flujo de cargas eléctricas y una gran liberación de energía y sustancias peligrosas. Por esto, las principales consecuencias serían quemaduras, golpes, cercenamientos, intoxicaciones, daños en visión y audición y -en casos extremosla muerte”, comentan Cristian Muñoz, Asesor Area Electricidad y Electrónica de Inacap, y Mónica Brevis, Directora Area Electricidad y Electrónica Inacap y Presidenta Comité Eléctrico de la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica de Chile (AIE). “Por lo general, ocurre durante mediciones en equipos o redes energizadas, maniobras en interruptores de potencia, trabajos en proximidad de elementos energizados, y mantenciones a estos equipos energizados sin los elementos de seguridad adecuados”.

“Definitivamente, cualquier tarea o actividad que implique instalaciones eléctricas representa un peligro potencial de arco eléctrico. En este sentido, cualquier tarea realizada por electricistas (linieros, técnicos, ingenieros), debe considerar este peligro, principalmente por la frecuencia de la exposición”, explica César Muñoz, Especialista Seguridad Eléctrica de ACHS. “En la medida en que los niveles de voltaje y potencia aumenten, también podría aumentar la energía incidente derivada de una falla de arco. Por esto, la norma NFPA 70E indica la necesidad de realizar un estudio de arco de las instalaciones, independientemente del rubro, ya que todo proceso inherentemente trabaja con energía eléctrica”.

Al respecto, un reciente estudio realizado bajo el alero de la Fundación Científica y Tecnológica de ACHS, que abordó los accidentes eléctricos en empresas adheridas a dicha mutualidad entre 2009 y 2012, indica que los rubros más afectados fueron la Industria, el Retail y la Construcción, mientras que los menos afectados son la Minería, Educación y Servicios de Salud. “Dentro de este estudio, un antecedente muy interesante dice relación con que un importante número de accidentes eléctricos graves lo han sufrido trabajadores no electricistas (obreros de la construcción, actividades agrícolas, señalización vial), donde el personal ha acortado la distancia segura hacia las líneas eléctricas de los tendidos de distribución de empresas eléctricas. Este es un foco muy importante a la hora de determinar mayores controles para este tipo de actividades, que generalmente desconocen los peligros eléctricos, los niveles de voltaje de las líneas y las distancias seguras para trabajar con un riesgo controlado”, señala el especialista. En tanto, Francisco Valencia, de la Gerencia de Transportes, Telecomunicaciones y Energía de Mutual de Seguridad CChC, menciona que, de acuerdo a estudios internacionales, más del 75% de los accidentes del trabajo en la industria eléctrica se producen por ignorancia, imprudencia temeraria, exceso de confianza, desconocimiento, falta de preparación, seguridad técnica, personal insuficiente y negligencia.

“Por esta razón, resulta estratégico incorporar las “5 Reglas de Oro” (abrir todas las fuentes de tensión, bloquear los aparatos de corte, verificar la ausencia de tensión, instalar los equipos de puesta a tierra, delimitar y señalizar la zona de trabajo) en el proceso de capacitación del personal y en los procedimientos operacionales, toda vez que constituye una norma de carácter internacional reconocida en la industria”, agrega. “Como complemento a dichas reglas, se deben incorporar instrumentos de administración de riesgos en el trabajo, como cartilla de inspecciones de seguridad de EPP, herramientas y equipos; y registros de charla de inicio de trabajo, y de autorización de permiso de trabajo”. Para evitar accidentes ocasionados por arco eléctrico, Rolando Valenzuela, Presidente del Colegio de Instaladores Electricistas de Chile (Ciech), recomienda “tener procedimientos específicos de trabajo en cada tablero; usar implementos de seguridad e instrumentos apropiados, además de contar con los planos o esquemas del área a intervenir. Un arco eléctrico es un accidente de gran peligrosidad, por lo que no se puede trabajar con personal no calificado o sin las competencias correspondientes, o no tener los equipos de seguridad adecuadas”.

De acuerdo a Muñoz y Brevis, no existen normativas nacionales que aborden la prevención del riesgo de un arco eléctrico. “La NCh Eléct. 4/2003, en su capítulo 9 establece las ‘Medidas de Protección contra Tensiones Peligrosas’; sin embargo, es más bien técnica y no está orientada a establecer seguridad en el trabajo en relación al personal que instala y mantiene”. Sobre la NSEG 5. E.n.71, “Reglamento de Instalaciones Eléctricas de Corrientes Fuertes”, los especialistas afirman que “establece algunos procedimientos de trabajo seguro, y al igual que la norma anterior, no está orientada a establecer seguridad en el trabajo al personal que instala y mantiene”. No obstante, destacan la Norma Internacional NFPA 70E (“Norma sobre Seguridad Eléctrica en los Lugares de Trabajo”), que sí tiene orientación a la seguridad en el trabajo y trata de manera específica las electrocuciones y arcos eléctricos.