En Chile el almacenamiento y manipulación de sustancias peligrosas está regulada en la legislación vigente por el D.S. Nº78/09 “Reglamento de almacenamiento de sustancias peligrosas”, que actualmente se encuentra en proceso de actualización con objeto de enfocar la gestión y análisis del riesgo en la implementación de medidas tecnológicas y administrativas para la prevención y reducción del riesgo.

Dentro de este nuevo enfoque, se encuentra la realización de un análisis de riesgo para todas aquellas instalaciones que requieran de Autorización Sanitaria, con objeto de prevenir y reducir los riesgos que puedan generarse. Hay que considerar que, aunque se cumpla con la normativa y los estándares de diseño, el riesgo cero no existe y, por tanto, se hace necesaria la realización de un análisis exhaustivo de todas las posibles situaciones generadoras de riesgo, aplicándose diferentes herramientas enfocadas a lograr los siguientes objetivos:

• Identificación de situaciones de riesgo de origen exterior que puedan llegar a afectar a la instalación, incluyendo condiciones meteorológicas adversas, incendios, etc.

• Identificación de situaciones de riesgo de origen interno que puedan dar lugar a un escenario de accidente, tanto debido a las características de peligrosidad asociadas a las sustancias peligrosas presentes, como a las condiciones de almacenamiento de dichas sustancias y la naturaleza de las operaciones que allí se desarrollan.

• Estimación de las consecuencias. De acuerdo con las características de peligrosidad de las sustancias peligrosas capaces de dar lugar a alguna de las situaciones de riesgo, se cuantifican los efectos y consecuencias, pudiéndose determinar alcances de las mismas y su afección a equipos e instalaciones (niveles de radiación térmica, alcance del límite inferior de inflamabilidad, onda de sobrepresión en caso de ignición del gas si se dan las condiciones, nubes tóxicas, etc.)

• Estimación de las probabilidades de ocurrencia de las situaciones de riesgo identificadas, de forma que se pueda conocer el riesgo global de las instalaciones, una vez evaluadas las consecuencias de las mismas.

• Identificación de aquellos puntos de las instalaciones en los que podrían requerirse mejoras en el diseño de cara a una operación más segura, tanto en la propia implantación de equipos e instalaciones como en mejorar el control de procesos y la eficiencia de los elementos de control.

• Identificación de zonas, instalaciones, equipos y procesos con mayor riesgo potencial de sufrir las consecuencias de posibles accidentes, con objeto de establecer métodos tecnológicos o acciones administrativas adecuadas para tener en todos los casos un riesgo asociado al establecimiento aceptable.

• Identificación de eventos intermedios que pueden desencadenar un accidente para la implantación de procedimientos de verificación sistemática (inspecciones, observaciones preventivas, auditorías, etc.) que detecten posibles fallas y prevengan el desarrollo de un accidente.

• Obtención de los datos de partida que deben servir como base para la definición de la estrategia de actuación en emergencia y la elaboración de planes de emergencia y contingencia, tratando de forma concreta y detallada las necesidades de evacuación y rescate de las personas en caso necesario.

Son innumerables las herramientas que pueden ser utilizadas en función de la fase de la actividad en la que nos encontremos, el proyecto a desarrollar, el objetivo perseguido y la política de gestión de riesgos que la compañía haya establecido para alcanzar sus objetivos de seguridad. A modo de referencia, en la tabla anexa se muestran de forma orientativa para las distintas fases de la actividad algunas de las herramientas de análisis de riesgos más adecuadas en función de los resultados esperados.

Su aplicación permite obtener importantes beneficios en seguridad durante todo el ciclo de vida de una instalación industrial y es importante contar con la experiencia necesaria para elegir aquellas que se ajusten a la instalación a evaluar y a los objetivos perseguidos.

Como conclusión, la aplicación de herramientas de apoyo al diseño y operación de las instalaciones de almacenamiento, como son los análisis de riesgos, aumentan los niveles de seguridad de dichos emplazamientos. Asimismo, permiten determinar los factores de riesgo de la instalación, con objeto de proporcionar lineamientos en relación a qué riesgos necesitan ser reducidos, qué acciones priorizar, cuáles son las soluciones más apropiadas y cuán efectivas son las medidas aplicadas.