Luis Cortés.
A las 9:30 de la mañana del 7 de septiembre de 2004, Luis Cortés (41 años) cruzó desde la losa del tercer piso de la edificación, al andamio de la obra en construcción en que se desempeñaba como supervisor del montaje de estructuras de acero. Esta práctica, que realizaba habitualmente, no tuvo ese día un final feliz: un paso en falso, sumado a la carencia de un sistema de seguridad óptimo, lo hizo caer de espaldas desde una altura aproximada de 12 metros.
Inmediatamente la empresa contratista llamó a la Mutual de Seguridad, cuyos paramédicos le brindaron los primeros auxilios y lo trasladaron de urgencia a sus dependencias.
“Desperté después de nueve días en coma sin entender nada de lo que estaba sucediendo. Solo recuerdo que le decía a mi esposa que quería levantarme e ir a trabajar, pues tenía muchas labores pendientes”, indica el trabajador.
Con el correr de los días se enteró finalmente de su diagnóstico: paraplejia por lesión de la médula espinal, lo cual le impediría volver a caminar.
Naciendo de nuevo
Cortés estuvo por casi dos meses internado en el Hospital Clínico de la Mutual de Seguridad; luego de ello recibió apoyo kinesiológico, neurológico, social y psicológico, otorgados también por parte de la Mutual. “Fue como nacer de nuevo; me enseñaron a usar la silla de ruedas, a controlar el tronco, a masajear las piernas para no atrofiarlas, así como también a enfrentar el problema y sobrellevarlo de la mejor forma posible”, afirma.
En el centro se mantuvo aproximadamente por siete años en rehabilitación, inicialmente con un régimen hospitalario y posteriormente recibiendo atención ambulatoria. Todo esto con el incondicional apoyo de su familia y, en especial, el de su esposa que en ningún momento lo dejó solo.
Una exitosa inclusión laboral
La Mutual de Seguridad no solo se preocupó de su proceso de recuperación y rehabilitación, sino que también de su inclusión laboral, por medio del Modelo de Atención Integral en Salud (MAIS) que entrega la Mutual, que se preocupa del impacto físico, social y emocional de un accidente de trabajo, tanto para el trabajador como para su familia.
Fue así como a principios de 2012, el área psicosocial de esta institución lo invitó a participar en un curso de emprendimiento para aprender a administrar negocios y manejar la contabilidad, entre otras labores. La capacitación finalizó con la posibilidad de optar a un Capital Semilla, en donde postuló con el proyecto de un kiosko de helados, confites y bebidas, el cual ganó.
Además, en marzo de ese mismo año, la Mutual realizó el proceso de inclusión laboral logrando para Luis el puesto de guardia de seguridad, capacitándole en la normativa OS-10. Días después se incorporó como guardia en una institución de educación superior, siendo elegido dos veces como el “Mejor Empleado del Mes”.
“Mi misión es velar por la seguridad en una zona del campus, lo que incluye vigilar las bicicletas estacionadas y delimitar la ubicación de los vehículos que transitan. Es un trabajo hecho a mi medida, por lo que estoy muy agradecido del apoyo que la Mutual me ha brindado durante estos años”, señala Cortés. Si bien Luis se encuentra actualmente muy contento y conforme con su trabajo de guardia, sueña con regresar al sector de la Construcción. “Si Dios me permite caminar nuevamente, volveré a la Construcción. De eso, no hay dudas”, asegura.
