Además de enfocarse en los accidentes, la normativa en seguridad laboral actual hace hincapié en el rol preventivo, el que juega un papel fundamental cuando se quiere mantener al trabajador libre de enfermedades. No obstante, desde el año 1968, cuando se dictó la Ley N°16.744 de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, se ha enfatizado su rol curativo, especialmente en lo que respecta a accidentes, cuyas consecuencias pueden ser de carácter dramático por las secuelas invalidantes, la magnitud de los días perdidos y los costos involucrados.

En el caso de las enfermedades profesionales, se han centrado los esfuerzos en implementar Programas de Vigilancia Epidemiológica, cuyo fin es detectar precozmente el daño o evitar que éste se produzca. Se conoce mucho menos, algo muy importante: el Rol Preventivo de la Ley de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, ya que establece obligaciones y deberes a la empresa y a los trabajadores orientados a prevenir los daños a la salud.

Algunas de estas acciones preventivas son los Exámenes Preocupacionales y los Exámenes Ocupacionales.

Estos exámenes se realizan al ingreso a la empresa y su objetivo es evaluar al trabajador de manera integral, considerando los riesgos a los cuales estará expuesto, y que pudieran producir o agravar una condición de salud. Por ejemplo, si trabajará expuesto a ruido intenso, mayor de 85 dB(A), y es portador de patología auditiva, éste se encuentra en una condición de mayor vulnerabilidad frente a este potencial daño. La idea es enfatizar la importancia de usar protectores auditivos durante todo el tiempo que se exponga, a fin de evitar la progresión de la pérdida auditiva. Solo en escasas ocasiones quedará contraindicado, debido a un daño severo, en cuyo caso corresponderá una prestación económica por incapacidad.

En otros casos, por ejemplo, para autorizar el trabajo a más de 3.000 msnm resulta de especial relevancia, ya que en estas condiciones, la disponibilidad de oxígeno a nivel de los tejidos es menor, sumado al aislamiento geográfico que este tipo de faenas implica en la mayoría de los casos, hace muy necesario descartar que los trabajadores sean portadores de patologías que se puedan agravar o en algunos casos, producir incluso la muerte en las condiciones geográficas señaladas. Son especialmente riesgosas las condiciones de Hipertensión Arterial descompensada, antecedentes de Infarto Agudo al Miocardio, Valvulopatías, etc., las que no lo inhabilitan para el trabajo específico, pero sí lo contraindican para desarrollar dicha actividad en lugares en altura, ya que en caso de requerir atención médica urgente de mayor complejidad, ésta no sería posible en un lapso breve, debido al aislamiento.

Estos se realizan periódicamente en trabajadores que ya están trabajando en las empresas y tienen diversos fines. Uno de ellos es chequear periódicamente las condiciones de salud, siendo el equivalente a un examen preventivo del Adulto, que si bien está garantizado por ley, muy pocas veces los trabajadores se lo realizan, debido a la escasez de tiempo o por desconocimiento. La detección de enfermedades comunes (Diabetes, Hipertensión arterial, Dislipidemias, etc.) o laborales (Hipoacusia, tendinitis, intoxicaciones, etc.) permitirán acciones oportunas, ya sea por el Organismo Administrador de la Ley 16.744 (Mutuales, Instituto de Seguridad Laboral, etc.) o su Sistema de Salud común (Isapre, Fonasa).

Vale la pena mencionar la Obesidad como un problema de salud emergente, que afecta a un número importante de la población sana, económicamente activa, tanto hombres como mujeres y que es considerado un factor de riesgo cardiovascular, que determina la aptitud para poder trabajar en Altura Geográfica (sobre los 3.000 mt. de altura sobre el nivel del mar) y en Altura Física (andamios, escaleras, etc.). Algunas veces este factor no es comprendido por los trabajadores, ya que no lo perciben como un problema de salud relevante, a la vez que bajar de peso puede constituir una tarea sumamente difícil. Un aspecto controversial en esta área es el hecho de que la información de salud del trabajador, que es de carácter privado, es conocida por la empresa, previa autorización por escrito, con lo cual éste se puede sentir presionado o vulnerado en su privacidad.

Otro aspecto es la detección de drogas de abuso en la orina (canabinoides, cocaína, benzodiacepinas, anfetaminas, barbitúricos), también con autorización del trabajador, que lo exponen a decisiones del empleador relacionadas con su eventual capacidad para realizar su trabajo, que estaría vinculada con el consumo de sustancias. Actualmente, el médico solo informa el resultado de dichos exámenes y no contraindica al trabajador con drogas positivas, previniendo que se pudiera utilizar como un elemento discriminador, ya que el consumo de sustancias constituyen aspectos de la vida privada. Solo se sugiere a la empresa la implementación de un programa de prevención de consumo de sustancias, el que debe incluir a todos los estamentos.

Existen muchos otros ejemplos de cómo la detección de ciertas condiciones de salud pueden detectarse precozmente para prevenir daño o para implementar acciones concretas que se encuentran en el marco de la Ley: tramitación de indemnizaciones o pensiones por enfermedad profesional, derivación de los trabajadores al médico por su previsión, cambios de puesto de trabajo, entre otros. Lo más importante es enfrentar estos exámenes con una visión positiva, enmarcados en el Rol Preventivo de la Ley, el cual debiera ser nuestro norte, ya que el diagnóstico de daño a la salud ya instalado, es el fracaso del espíritu original de la Ley.