El “Employer Branding” al alza

Por Javiera Parra, HR Manager de Randstad Chile.

Las posibilidades de desarrollo de carrera o los beneficios que ofrece una empresa para conciliar la vida laboral con la personal, son requerimientos que tienen cada vez más peso en los postulantes jóvenes e inquietudes que ponen “de cabeza” a los departamentos de Recursos Humanos.

Seleccionar profesionales ya no es lo mismo que hace cinco años, debido a la irrupción de la denominada “Generación Y” (personas nacidas entre 1982 y 1995), que posee otra estructura y marco referencial para funcionar en el mundo laboral. Por ejemplo, no considera el trabajo como el eje central de sus vidas y de su forma de relacionarse con el mundo, y buscan un mayor equilibrio entre su empleo y su vida privada, manteniendo un trabajo que les entregue desafíos constantes. Ante este escenario, el “Employer Branding” cobra cada vez más importancia en las gerencias de Recursos Humanos, práctica que consiste en construir una reputación de buen empleador, tanto para los empleados actuales como para los futuros, en el afán de atraer y retener a los perfiles más prometedores del mercado. Retención del capital humano En este escenario, las áreas de Recursos Humanos se han visto obligadas a generar modelos de retención más individualizados y personalizados, ya que para lograr ser efectivo en la retención de personas clave, se debe tener en cuenta qué factores inciden en su permanencia. En general, las variables más importantes son: • Balance entre trabajo y vida personal • Horarios flexibles • Trabajo y evaluación por objetivos • Gozar de autonomía para ejercer ciertas responsabilidades • Apoyo en estudios de postgrado • Intercambios con otros países (en el caso de empresas multinacionales) • Stock options • Ambientes más informales, menos jerárquicos y burocráticos • Compensaciones a corto plazo (para visualizar logros de manera más rápida) • Mantener constante el desafío. Además, es clave considerar que en muchas ocasiones -dado que tienen expectativas laborales muy altas y cierta impaciencia-, se frustran o desmotivan de manera significativa, ya que el ritmo y la realidad de la empresa, muchas veces, no va a la misma velocidad que sus expectativas. En esta instancia, es clave la presencia de un liderazgo que les permita desarrollarse de manera adecuada, los refuerce y a la vez les entregue una visión realista y aterrizada de lo que es crecer y tener nuevas oportunidades en una organización. Estas nuevas tendencias están generando una irrupción de jóvenes profesionales ocupando cargos ejecutivos, lo que influye potentemente en las políticas internas de las empresas, las que van modificando progresivamente la forma de hacer las cosas, generando nuevas formas de organizarse, de trabajar, de dirigir acciones y de tomar decisiones. De esta forma, el trabajo en equipo sigue siendo fundamental en las empresas, ya que beneficia a ambas generaciones (X e Y), potenciando el resultado y enriqueciendo la visión final.