| Claudio Lazo, Gerente de Tratamiento de Aguas de Aguasin. | A principios del 2013, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) otorgó plazo a la sanitaria BCC, en el sector de Valle Grande, en la comuna de Lampa, para incorporar el filtrado de arsénico al agua potable que producía, estableciendo el 30 de mayo de 2013 para bajar la concentración a un máximo de 0,03 mg/l y a 0,01 mg/l a contar del 30 de octubre. Para ello, BCC y AGUASIN acordaron un método de trabajo "fast-track" para montar una planta de filtrado con 4 filtros, que entraría en operación en dos etapas, permitiendo cumplir con la exigencia de la SISS. El trabajo de fabricación y montaje permitió cumplir con holgura los plazos instruidos por la SISS y a contar del pasado 30 de mayo, BCC ya estaba entregando agua con concentraciones de As bajo 0,01 mg/l. "La tecnología que utilizamos es un medio adsorbedor, que retiene mediante una reacción físico-química el arsénico en su interior, evitando que vuelva después al ambiente, a diferencia de otras tecnologías que involucran un RIL cargado o concentrado en arsénico (osmosis inversa, intercambio de iones, floculación-filtración y otras)", explica Claudio Lazo, Gerente de Tratamiento de Aguas de AGUASIN. Con el método de adsorción, indica el ejecutivo, se logra un proceso totalmente amigable con el medioambiente, donde el arsénico retenido en el proceso se encapsula y se destina a rellenos sanitarios para su disposición final. Etapas del proceso El proceso de adsorción de arsénico se efectúa a través de un lecho filtrante de hidróxido de hierro, funcionando de modo similar al de un filtro convencional: el agua pasa a través del medio contenido en un tanque a presión a un determinado caudal de servicio, y a causa de una reacción físico-química, el arsénico se adsorbe en el medio filtrante. El agua resultante, que es la destinada para uso potable, queda libre de arsénico, con un porcentaje de adsorción cercano al 95%. "En este caso particular, diseñamos el proyecto en dos etapas en función del caudal de captación y del nivel de arsénico que presentaba. En la primera y mediante unos ajustes en los procesos, conseguimos que la concentración de As disminuyera hasta cumplir a cabalidad con la normativa actual de 0,01 ppm, en un período antes de lo estipulado. De este modo, la segunda fase comenzó su operación hace aproximadamente un año, con resultados positivos y beneficios a cerca de dos mil habitantes del sector", indica Lazo. Proyección del sistema Asimismo, la planta se desarrolló para una demanda mayor que la que actualmente tiene. "Estos factores permitieron implementar el sistema de manera más eficaz, ya que se pudo proyectar la demanda que tendrá a futuro, cuando sea mayor la cantidad de agua procesada", señala el ejecutivo.
|