Cristian Araneda, Socio Fundador de Chileresiduos “Más del 60% de los residuos pertenecen al segmento industrial”

Cada vez son más las empresas e industrias preocupadas del cuidado del medioambiente o de su Huella de Carbono. Sin embargo, y pese a la importancia de lo anterior, son pocas las que desarrollan proyectos concretos para una gestión eficiente de sus residuos industriales. Peor aún, nuestro país no posee un marco legal adecuado que permita definir responsabilidades y potenciar esta práctica. Para conocer con mayor profundidad esta problemática, conversamos con Cristian Araneda, Socio Fundador de Chileresiduos.

¿Cuál es la realidad de los residuos industriales en Chile? Como organización estamos trabajando desde el año 2008 para brindar asesorías técnicas en términos de una correcta gestión de residuos por parte de particulares, empresas o industrias. Gracias a esta experiencia, estamos en condiciones de afirmar que más del 60% de los residuos totales del país pertenecen al segmento industrial (sin contar a la minería), porcentaje que, muchas veces, termina en rellenos sanitarios comunes y corrientes, cuando pueden ser valorizados. ¿Por qué ocurre lo anterior? Este escenario se da principalmente porque en nuestro país existe un fuerte desconocimiento respecto a la correcta gestión de residuos, aspecto que se ve acrecentado porque tampoco poseemos una legislación al respecto. En la actualidad la normativa que existe no permite orientar al sector industrial o a una empresa respecto de los residuos de genera o su valorización, bajando la presión sobre los recursos naturales. Por lo tanto, es urgente contar con una Ley General de Residuos que defina no sólo los diferentes tipos de residuos, sino también responsables o procedimientos, ya que de lo contrario se hace muy complejo avanzar sin tener una institucionalidad nacional respecto a este tema. Pero, ¿se está trabajando al respecto? Existe un Anteproyecto de Ley General de Residuos que se viene estudiando desde hace unos dos años, pero que en abril de 2012 tuvo un retroceso importante respecto a la propuesta de impuestos verdes propuesta por el Gobierno, la que finalmente fue desechada debido a la presión unánime de todos los actores, quienes reconocieron la importancia de la Responsabilidad Extendida del Productor. Es decir, por ejemplo, si una empresa fabrica o importa un computador y posteriormente lo vende, tiene que preocuparse del residuo que se genera una vez que este producto no se utilice, así como también de su embalaje (en este caso cajas de cartón, bolsas plásticas y partes de poliestireno, entre otros materiales).   ¿Qué dice la normativa? De acuerdo a las definiciones del Anteproyecto de Ley General de Residuos, se considera un residuo a la “sustancia u objeto que: (i) se valoriza o elimina, (ii) está destinado a ser valorizado o eliminado o (iii) debe, por las disposiciones de la normativa vigente, ser valorizado o eliminado”, por lo tanto, todo en algún momento se puede transformar en un residuo dependiendo de la decisión de quien lo posea. Respecto a los residuos industriales, existe una definición en el Decreto Supremo 594/00 del Minsal, donde en el artículo 19 se asegura que “se entenderá por residuo industrial todo aquel residuo sólido o líquido, o combinaciones de éstos, provenientes de los procesos industriales y que por sus características físicas, químicas o microbiológicas no pueden asimilarse a los residuos domésticos”. Hoy en día como no tenemos una normativa orientada a la valorización (incluyendo el reciclaje), gran parte de éstos residuos va a disposición final en un relleno sanitario o depósito de seguridad, valorizándose alrededor de un 7% de los residuos generados en Chile. Para muchos especialistas, el ingreso de Chile a la OCDE es una buena noticia en este ámbito… Sin duda, porque nos permitirá comparar la realidad de nuestro país con Europa, continente que ya lleva muchos años trabajando en una correcta gestión de sus residuos industriales, comerciales y particulares. Esto, posibilitará aprender de estos ejemplos para poder aplicarlos a futuro en Chile, sobre todo por los beneficios que genera para una industria el tener este “valor agregado” o “elemento diferenciador” con la competencia, al contar con planes de gestión de residuos enfocados a la segregación en origen y posterior valorización. De hecho, muchos consumidores europeos se fijan en estos aspectos al momento de adquirir un producto o mercancía. ¿Cómo está Chile en comparación a Europa? Uno de los países líderes en reciclaje es Alemania, con un porcentaje de valorización que bordea el 80% de todos los residuos que genera, lo que representa sin duda un trabajo destacable que se debe a años de esfuerzo y de educar a las empresas, industrias y personas. En el caso chileno, uno de los países más similares al nuestro por PIB y población es Portugal, que en este caso también posee una interesante cultura de reciclaje en su población. A nivel sudamericano, Brasil y Argentina ya tienen, por lo menos, una Ley de Residuos, siendo pioneros en este tema a nivel regional. Finalmente, ¿qué rol juegan los consumidores? Uno muy importante. Como ejemplo, podemos destacar el sistema de eco-etiquetado (hoy día existe para el caso del consumo de energía de productos electrónicos o ampolletas). Esto es muy importante para orientar a un consumidor, ya que nos hemos dado cuenta que en la sociedad existe una preocupación por el cuidado del medioambiente, pero se requiere de información para que se conozca esta realidad. En mi opinión, este mismo etiquetado debería implementarse para el reciclaje, en donde se oriente al usuario final respecto a qué hacer con un producto cuando lo considere basura.