| La cervicalgia o dolor de cuello es una condición frecuente que se puede originar en cualquier estructura del cuello como vértebras, músculos, ligamentos, vasos sanguíneos o nervios y/o puede ser el reflejo de otros problemas en regiones cercanas, como el hombro o el tórax. Se caracteriza por un aumento del tono y una limitación en los movimientos del cuello, y se presenta en alrededor de un 15% de la población activa, porcentaje que se eleva hasta casi un 40% en profesiones y puestos de trabajo sedentarios, especialmente personal de oficinas.
¿Cuáles son sus causas y síntomas?
Sus causas pueden ser múltiples, pero las más frecuentes se deben a malas posturas, distensión muscular, posiciones inadecuadas mantenidas por actividad laboral (odontólogos, perforistas, estilistas, mecánicos, pintores), traumatismos del deporte y accidentes de vía golpe en latigazo. La cervicalgia es determinada por la compresión de una raíz nerviosa cervical por procesos degenerativos de la columna, como osteofitos o protrusiones discales y hernias del núcleo pulposo que estenosan las áreas de paso y distribución de una raíz (entre otras causas menos frecuentes). Los síntomas más comunes son el dolor, parestesias (hormigueos), debilidad, pérdida de movilidad, dolor de cabeza, mareos, alteraciones del equilibrio, disfagia (dificultad para tragar), tortícolis y dolor agudo por espasmo muscular.
Diagnóstico
Además de la anamnesis general y los antecedentes personales, la información a precisar es la fecha de comienzo de los síntomas, su ritmo horario, localización, bilateralidad, su efecto en los movimientos normales del cuello, aumentos de volumen, coloración de la piel, fiebre y compromiso del estado general. Una forma de analizar el dolor se ejemplifica con el ritmo horario. Si la cervicalgia se percibe: • Al despertar y alivia rápidamente con la ducha caliente, buscar vicios posturales nocturnos. • Al acostarse, se trata de una contractura por tensión. • Al amanecer, alivia durante el día y se acentúa en la tarde, es una cadencia inflamatoria. • Si aparece solo con los movimientos y alivia en reposo, buscar alteraciones articulares y/o musculotendinosas. • Si despierta al paciente avanzada la noche, buscar espondilodiscitis, compresión neurológica o metástasis vertebral. • Si se relaciona con las horas de escritorio, investigar vicios posturales o mobiliario inadecuado para el paciente. Sobre la base de la anamnesis y examen físico se plantea una hipótesis diagnóstica y orientación terapéutica. De acuerdo al grupo etario que consulta existen diferentes patologías que serían las más probables. Si arbitrariamente separamos a los consultantes a los 50 años, los menores tendrán cervicalgia por causas mecánicas, vicios posturales; menos frecuentemente, fibromialgia, dolor miofascial y artritis crónica. Los mayores de 50 años tendrán más patología degenerativa, mecánica, vicios posturales y enfermedad neoplásica.
Tratamiento
En el plan básico del tratamiento de la cervicalgia, se deben considerar su actividad laboral con posición inadecuada y su estilo de vida, junto a la terapia no farmacológica y al manejo farmacológico. La terapia no farmacológica está compuesta de kinesiterapia y del punto de vista de ayuda ortopédicas se puede indicar un collarín cervical blando. En tanto, la farmacológica incluye analgésicos, en los pacientes con escaso componente inflamatorio, y relajantes musculares en la noche.
¿Cómo prevenir?
• Evitar las posturas prolongadas o extremas (cabeza hacia arriba o hacia abajo). • No trabajar con los brazos por encima de los hombros. • Controlar el stress en el trabajo y en su vida diaria. • Utilización de posturas correctas. • Realizar un masaje en la zona afectada. • No tener la pantalla de la computadora muy cerca o muy lejos de su cara (debe ubicarse entre 50 y 70 cm y en posición perpendicular a ventanas o tubos fluorescentes). • Trabajar sentado frente al computador es, sin lugar a dudas, la principal causa de dolor cervical. En esta posición, sin querer, vamos proyectando el cuello hacia adelante y a largo plazo se modifica la curvatura normal de nuestra columna. Por esto, lo primero que debemos hacer para prevenir el dolor de cuello es cambiar nuestra postura frecuentemente. Por regla general, no hay que mantener la misma posición por más de dos horas. Lo mejor es pararse, caminar un poco e incorporar ejercicios de elongación y movilidad en el puesto de trabajo. Cuando le duela, aplicar calor para relajar la musculatura. • Realizar estiramientos de cuello y hombros diariamente.  • Haga algunos ejercicios de fortalecimiento muscular. El primero consiste en hacer círculos con la cabeza muy lentamente. Hacer 5 repeticiones por lado. El segundo y el tercer ejercicio son elongaciones, por lo que basta repetirlas 2 veces por lado, pero manteniendo la posición de estiramiento aproximadamente 20 segundos.
• Otro aspecto importante a considerar es mantener el puesto de trabajo ordenado; así no solicitamos al cuello excesiva e incorrectamente. • La postura que elegimos al dormir también influye respecto del dolor de cuello. Dormir de lado es la mejor posición para cuidar el cuello. En términos generales se debe usar una almohada de altura intermedia, que no sea ni muy blanda ni extremadamente dura. De esta forma se adapta mejor a la curvatura de nuestra columna. Dormir boca arriba también es aceptable, pero no boca abajo. El cuello permanece torcido todo el tiempo.
• Un último consejo contra el dolor de cuello es incorporar actividad física a tu vida. Da lo mismo qué disciplina elijas; lo importante es mantenerla en el tiempo y que te guste. Entre sus múltiples beneficios elimina el estrés y, ya con esto, se previenen múltiples enfermedades. | 
