Hoy existe un número importante de productos químicos, tanto naturales como artificiales, que se utilizan en la vida diaria, dentro de lo que se incluye la esfera laboral. De hecho, en las últimas décadas se ha producido un notable aumento en su uso, muchos de los cuales son compuestos nuevos y mezclas cuyas propiedades toxicológicas no han sido estudiadas y, por lo tanto, no se ha dimensionado aún los efectos que pueden causar en el corto, mediano y largo plazo. Este escenario impulsó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) definiera como tema estratégico para el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo 2014 "la seguridad y salud en el uso de productos químicos en el trabajo", poniendo hincapié en la clave dentro de todo este tema: la importancia de la prevención. Los riesgos y la incidencia en los lugares de trabajo Prevenir es lo relevante, porque estos productos se encuentran abierta y ampliamente en hogares y lugares de trabajo, y en diferentes estados o formas de agregación, como sólidos, líquidos y/o gases. Dependiendo de sus características químicas y del estado en que se encuentren al entrar en contacto con las personas, pueden ingresar al organismo a través de distintas vías: inhalatoria, dérmica, digestiva y parenteral. Además, si las cantidades son suficientes para alcanzar una determinada dosis o exposición, puede provocar distintos efectos sobre la salud, de forma aguda, diferida o crónica. Por lo tanto, en el ámbito laboral puntualmente, estos elementos son eventuales originadores de enfermedades profesionales y accidentes laborales. De hecho, durante el procesamiento, almacenamiento, transporte y uso de las sustancias químicas es donde existe la mayor probabilidad de exposición y, por lo tanto, de tener efectos sobre la salud y la seguridad de los trabajadores, por la sola exposición o contacto o incluso por incendios y explosiones. Lo anterior, sin considerar otro factor relevante: que la envergadura de las cantidades de productos que se mezclen y sus condiciones también podría generar situaciones que afecten a las comunidades cercanas y al medioambiente. Qué se está haciendo En este sentido, la misma OIT desarrolló un repertorio de recomendaciones prácticas sobre la seguridad en la utilización de productos químicos en el trabajo, con el objetivo fundamental de proteger a los trabajadores de los riesgos inherentes a ellos, prevenir o disminuir la incidencia de las enfermedades y accidentes causados al utilizar productos químicos en el trabajo y, en consecuencia, contribuir a la protección del público en general y del medioambiente. Dentro de ese contexto, desde el año 2008 nuestro país cuenta con una Política Nacional de Seguridad Química, la cual responde a la necesidad de contar con orientaciones y reglas claras que permitan implementar acciones coordinadas, coherentes y complementarias a nivel de la institucionalidad pública, definidas con la participación activa de los diferentes sectores; y controlar los riesgos asociados a la manipulación y/o manejo de las sustancias químicas en todo su ciclo de vida, a fin de proteger la salud humana y el medioambiente. Dado este panorama y siguiendo estos lineamientos establecidos por la autoridad, como asimismo considerando la relevancia que han tomado las enfermedades profesionales para la conservación del bienestar y protección de los trabajadores y las empresas, la Mutual de Seguridad CChC ha diseñado su asesoría y capacitación específica para el uso seguro de productos químicos en el trabajo en base a los tres pilares del modelo de Cultura de Seguridad: Confiabilidad Técnica, Sistemas de Gestión y, finalmente, los Factores Humanos y Organizacionales. Primeramente, por el lado de la Confiabilidad Técnica, el ideal es asegurar que las instalaciones de trabajo tengan controlados los riesgos, en este caso, se parte con una evaluación de necesidad de uso del producto, una evaluación de alternativas de productos de menor riesgo, diseños de espacios de trabajo, etiquetado de envases, almacenamiento, capacitación en la manipulación y en el control de derrames y emergencias, además del uso de elementos de protección personal. Luego, a través de la implementación de Sistemas de Gestión se buscan las competencias para un mejoramiento continuo, definiendo el mapa de riesgo y las medidas de control, la implementación, auditoría y seguimiento de las acciones que va a desarrollar permanentemente la empresa. Por último, se incorporan los Factores Humanos y Organizacionales a la gestión del riesgo de uso de productos químicos, con espacios de participación activa de las personas que se desempeñan en los puestos de trabajo con exposición a riesgo, para dar un seguimiento activo al tema y que permita el involucramiento de los diferentes estamentos, trabajadores, supervisores y jefaturas. La Cultura de Seguridad propone una mirada innovadora para abordar los riesgos por sustancias químicas, que hoy parecen ser tan omnipresentes. El llamado es a adoptar una postura activa porque, tal como lo propone este año la OIT, el tema es de una importancia vital. |