| Uno de los principales elementos que nos ayudan a minimizar o evitar daños y lesiones son los Equipos de Protección Personal o EPP. Un EPP es un elemento o dispositivo que sirve para evitar el contacto directo con un agente peligroso evitando que la persona que lo use resulte dañada. Es decir, los EPP no eliminan el riesgo, sino que controlan los efectos. El uso de estos equipos requiere de mucha atención para evitar lesiones a los trabajadores. Para que un EPP cumpla con su función como elemento de protección debe: • Ser compatible con el trabajo a realizar. • Ser compatible con el resto del sistema de protección. • Ser usado de forma adecuada. • Estar en condiciones óptimas de uso.
¿Qué es la inspección de EPP?
Una inspección es una evaluación detallada y sistemática de un EPP para determinar si está en condiciones de ser usado. Las inspecciones solo deben ser realizadas por personas competentes, es decir, con experiencia comprobada y conocimiento de los elementos o dispositivos a evaluar, su funcionamiento y sus aplicaciones. Son ellos quienes emiten el veredicto del cual depende la integridad de los usuarios de los elementos evaluados, por lo que el inspector tiene una enorme responsabilidad en sus manos. Ser competente es importante, pero no lo es todo, ya que para emitir un veredicto fundamentado es necesario, además de evaluar el dispositivo, conocer su historia, que nos proporciona información relevante como la fecha de fabricación, fecha de primer uso, observación de hechos excepcionales y afines. Es importante saber que la vida útil de un EPP comienza a correr desde el día de fabricación, así que el tiempo que estuvo en bodega es vida útil transcurrida, por lo que es aconsejable mirar la fecha de fabricación antes de comprar un EPP.
Proceso de inspección
Una vez conocida la historia del producto, la persona encargada de la inspección realizará un análisis visual y táctil, evaluando la forma y color, buscando evidencias de impacto, sobrecarga, aplastamiento, exposición a temperaturas extremas y cualquier efecto que pueda dañar el material. Es conveniente contar con un equipo o dispositivo similar al que se inspecciona a fin de comparar y detectar cambios de color, deformaciones y cualquier indicio de daño, así como el grado de afectación. Los datos de esta inspección se registran sistemáticamente en el formato o registro de inspecciones, antes de pasar al siguiente punto. Con estos datos, se procede a efectuar una evaluación de funcionamiento: se prueba que el dispositivo funcione adecuadamente, prestando especial atención a las partes móviles, zonas de mayor roce, puntos de frenado, de absorción de energía, de ajuste y afines. Los datos del funcionamiento también son registrados. Es importante probar el dispositivo conforme a las especificaciones del fabricante, con elementos similares a los usados en el área de trabajo para que el resultado sea lo más ajustado a la realidad. Con todos estos datos, el inspector emite un veredicto que puede ser apto, no apto o uso condicionado. Si el dispositivo cumple con los mínimos necesarios para proteger la integridad del trabajador durante el tiempo que transcurrirá hasta la próxima inspección, el veredicto será "apto para uso". Si por el contrario, el dispositivo presenta daño en su estructura o funcionamiento comprometiendo la seguridad, el veredicto será "no apto".
¿Qué mirar durante una inspección según el EPP?
El proceso de inspección debe adaptarse al tipo de EPP que se inspecciona, siendo los puntos más relevantes: • Leer la historia del EPP (en especial, la fecha y el resultado de la última inspección). • Verificar si está dentro de su vida útil (fecha de fabricación e indicaciones del fabricante).
Con estos datos, procedemos a revisar el material para verificar el estado de los puntos claves:
Cascos: • Condición de la parte exterior: Buscamos fisuras, deformaciones, decoloraciones y cualquier evidencia de daño. • Estado de la parte interna: Buscamos fisuras, deformaciones, cambios de color y cualquier evidencia de daño. • Estado de las cintas: Que no tengan cortes, deshilachados y revisamos las costuras y uniones. • Sistema de ajuste: Verificamos que funcione correctamente. • Acolchado y elementos de confort: Verificamos que contenga todas las piezas y en buen estado.
Arneses:
 • Cintas: Que no tengan cortes, quemaduras ni deformaciones.
• Costuras de carga: Que no tengan deshilachados y que estén en buen estado. • Puntos de anclaje: Que no tengan fisuras, deformaciones, bordes afilados, desgaste excesivo ni corrosión. • Hebillas de ajuste: Que estén libres de corrosión, sin deformaciones ni bordes afilados. Que funcionen correctamente.
Descendedores:
• Partes fijas: Sin fisuras ni deformaciones, libres de bordes afilados y de corrosión. • Partes móviles: Sin deformaciones, corrosión ni fisuras. Que se muevan libremente y cierren correctamente. • Puntos de fricción: Libres de bordes filosos, fisuras y corrosión. Verificar que el desgaste no sea excesivo. ¡• istemas de cerrado y seguridad: Que funcionen correctamente y que no estén deformados o con fisuras. • Sistemas de seguridad (antipánico, antierror, autofrenado): Hacer prueba operativa en la cuerda para verificar que funcionan correctamente.
Bloqueadores:
• Forma: Que no presente deformaciones. • Sistema de bloqueo: Dientes en buen estado, libre de corrosión y fisuras. • Puntos de anclaje: Libre de fisuras, deformaciones y bordes afilados. • Funcionamiento: Prueba operativa con cuerda para verificar su funcionamiento.
Anticaídas:
• Cuerpo del dispositivo: Sin deformaciones, fisuras, corrosión ni evidencia de daño. • Sistema de bloqueo: Sin corrosión y fisuras. Prueba operativa para verificar que funciona correctamente. • Punto de conexión: Sin fisuras ni deformaciones y libre de corrosión. • Funcionamiento del sistema: Resulta fundamental una prueba operativa con cuerda para verificar su correcta operación.
Absorbedores de energía:
• Condición de las cintas: Verificar que todas las costuras estén en buen estado, sin deshilachados, manchas, quemaduras o deformaciones. • Condición del absorbedor: Que esté debidamente doblado, limpio y libre de cualquier elemento extraño, que las costuras estén en buen estado (que no muestre señales de impacto). • Elementos de protección: Que los forros protectores estén en buen estado y bien puestos.
 Conectores:
• Apariencia: Sin deformaciones, fisuras, bordes afilados, cambios de color ni corrosión. • Gatillo: Que funcione correctamente y mirar exhaustivamente los remaches en busca de fisuras. • Puntos de carga: Verificar que no tengan bordes afilados y que no presenten señales de sobrecarga o impacto.
Cuerdas y cintas:
• Estado de la funda: Sin deshilachados, cortes, quemaduras o productos químicos. • Estado del alma: Mediante una manipulación metódica se revisa cada palmo de cuerda en busca de deformaciones que indican daño interno. • Terminales: Que los extremos estén bien rematados, que estén debidamente marcados (diámetro y longitud de la cuerda, número de serie y fecha de fabricación) • Medición: Verificar que la longitud real coincida con la marcada en los extremos. Verificar que el diámetro marcado en los extremos sea igual al real.
De manera general, estos son los puntos claves que se verifican en una inspección, pero será la persona encargada quien determine si realiza otras pruebas a fin de determinar si el EPP está apto para su uso.
Cabe recalcar que las inspecciones en profundidad deben realizarse al menos una vez al año y, en caso de que ocurra un incidente o accidente, el material involucrado debe ser inspeccionado antes de ser usado nuevamente.
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