Pina Gervasi, Directora de FSC Latinoamérica
“Las certificaciones en manejo forestal son un requerimiento de mercado” | | | |  | | ¿De dónde proviene la motivación de las empresas por certificarse en manejo sustentable?
Principalmente, desde el punto de vista comercial, que significa acceder a mercados que están interesados en productos de origen sustentable, lo que, a su vez, conlleva diferenciarse de la competencia al portar un sello en sus productos, como por ejemplo, el FSC.
Hoy en día, hay muchas empresas que se certifican, porque es una exigencia emanada de sus clientes. También juega un rol la responsabilidad social empresarial, donde las organizaciones se comprometen a usar productos sustentables.
¿Se está incluyendo este tipo de certificaciones en normativas locales?
En las normativas forestales de muchos países se contempla una certificación que acredite el manejo forestal responsable, como el FSC. Por ejemplo, los concesionarios forestales en Guatemala no pueden mantener su concesión si no tienen nuestra certificación, lo que se transforma en un requisito legal.
Respecto a la demanda, por ejemplo en las compras públicas en varios países de Europa y Asia, que usan muchas estructuras de madera o materiales derivados de la madera para su infraestructura pública, solamente se compran productos con esta certificación. Entonces sí se transforma en una diferencia a nivel de las compras que hacen los gobiernos.
Además, a nivel de exportaciones, hay una nueva ley en EE.UU. contra la tala ilegal que exige que las compañías tengan un mecanismo de diligencia de vida, para demostrar que las maderas vienen de bosques sostenibles, ajenos a la tala ilegal.
En Chile, si bien la normativa no la exige, el crecimiento del número de empresas certificadas es una muestra de lo importante que es actualmente para las empresas. De hecho, prácticamente el 95% de la industria forestal está certificada en el manejo forestal.
 A su juicio, ¿cuáles son los puntos débiles en la obtención de la certificación?
En general, en América Latina, incluyendo por cierto a Chile, contamos con bosques de alta diversidad, con altos valores de conservación, tanto en bosques templados -como los chilenos-, como en bosques tropicales. Y la dificultad radica en identificarlos y decretar maneras de manejarlos, lo que ha sido un reto para muchas compañías.
Otro de los temas que presentan una mayor complejidad para las empresas es gestionar el relacionamiento e inclusión de comunidades tanto locales como nativas (indígenas) adyacentes a los bosques, lo que implica que estas compañías deben hacer un esfuerzo muy grande en involucrar esas comunidades dentro del manejo forestal.
¿Y qué pasa con esas falencias?
Esas falencias técnicamente se llaman “no conformidades”, que son los temas en que la empresa no está cumpliendo con nuestro estándar, la que se puede catalogar como no conformidad mayor, que amerita suspender el certificado, o bien es algo que merece solo un ajuste, lo que se verifica en un tiempo determinado en una siguiente auditoría.
Si la organización aún no cumple, no es certificada o se le suspende el certificado, según el caso. Todos los reportes incluyen esta lista de no conformidades, la que es pública y permite identificar en qué está fallando la empresa.
Dentro de esas exigencias, ¿se potencian temas como el reciclaje?
Efectivamente, fomentamos instancias que involucren acciones anexas, como el reciclaje. En lo puntual, poseemos una etiqueta especial para productos reciclados, la que significa que una empresa puede mezclar material reciclado con material que viene de un bosque FSC (papel o cartón) para producir un producto con sello FSC.
De esta forma, se promueve el manejo sustentable, ya que en la medida que se use más material reciclado en un producto, se está reduciendo la presión a los bosques. Aunque no lo exigimos, para la mayoría de las empresas certificadas, el reciclado es fundamental. | |
