LÍNEAS DE VIDA Seguridad y productividad como valores

Articulo gentileza de Leonardo Rivas Domínguez, Gerente de Petzl Solutions Chile. • soluciones@outchile.com

Gracias a su sencillez y eficacia, las líneas de vida son uno de los sistemas más empleados en la prevención contra caídas. En la vida diaria, vemos líneas de vida en edificios en construcción, grúas, antenas, tanques, silos, techos, puentes grúas, estaciones de llenado, mantención de aviones, trenes, camiones y muchas otras estructuras de trabajos.

Un procedimiento de trabajo seguro, debe estar basado en un adecuado análisis de riesgo, brindando seguridad al trabajador así como eficiencia y productividad a la empresa. Es necesario que trabajadores y empleadores se alíen para generar un ambiente de trabajo seguro. En este sentido, la instalación de elementos de seguridad colectiva es uno de los momentos críticos, por lo que, para la protección de los instaladores, se deben usar elementos de protección personal contra caídas (EPPCC) y de seguridad, como las líneas de vida, formando un sistema personal de detención de caídas (SPDC). ¿Qué es una línea de vida? Una línea de vida es un elemento de protección, parte de un SPDC, que consiste en un cable o cuerda conectado en sus extremos a dos puntos de anclaje fiables e independientes. La tensión de las líneas de vida y los puntos de anclaje intermedios, deben ser evaluados según su longitud, lugar de instalación, número de trabajadores que la usarán simultáneamente, entre otros factores. Las líneas de vida pueden ser: temporales, usadas en labores de construcción y mantenciones no frecuentes; o fijas, propias de la industria, donde la misma labor es repetida de forma cotidiana. Estas, a su vez, pueden ser flexibles (cable o cuerda) o rígidas (rieles). Para la utilización de estos sistemas, debemos orientarnos por la Norma Chilena 1258, la europea EN 795 y la guía de selección y control de equipos de protección personal para trabajos con riesgo de caídas, del ISP. Criterios para elegir una línea de vida Un análisis de riesgo previo es indispensable para determinar la línea de vida requerida para cada aplicación. Es necesario considerar factores como ambiente donde se desarrollará la tarea del trabajo, temperatura, presencia de otros riesgos (como electricidad), inclinación de la superficie de trabajo, altura de la línea de vida sobre el área de trabajo, trabajo a realizar, esfuerzos a la que será sometida, altura de la posible caída, entre otros. Independientemente del tipo de línea de vida que usemos, estas deben contar con puntos de anclajes fiables e independientes, y los componentes deben ser certificados, compatibles entre sí y con el trabajo a realizar. Los usuarios deben estar capacitados en el uso del sistema y el sistema debe ser inspeccionado periódicamente. Aplicaciones de los sistemas: Construcción La construcción de edificios y estructuras requiere constantemente de este sistema, ya que se realizan muchos trabajos con riesgo de caída, en general, de corta duración. Por ejemplo, la instalación de revestimientos. En estos casos, es posible diseñar anclajes estructurales, mediante pernos de expansión (parabolts) o químicos (anillas de acero inox fijadas con resinas epóxicas) a los que se le colocan conectores y se tensa una cuerda o cable. Este sistema de detención de caída se completa cuando el trabajador, usando un arnés anticaídas Tipo A, un cabo de anclaje o estrobo y un absorbedor de energía (además de los EPP de rigor, como casco, etc.), se conecta a la línea de vida. El sistema permite que el trabajador se desplace y realice su trabajo conectado a la línea (cable, cuerda o riel) mediante el cabo de anclaje/estrobo, que en caso de caída evita que el trabajador caiga libremente al vacío. El absorbedor de energía entra en juego al momento de frenar la caída, activándose, desgarrando costuras que disipan la energía o fuerza de choque, evitando lesiones al trabajador. Es recomendable preferir líneas de vida de fácil instalación y uso, seguras y que produzcan mínimo impacto en la estructura, potenciando la productividad. Escaleras de gato y accesos verticales Las escaleras de gato, acceso a grúas y otros accesos verticales también suponen un alto riesgo de caída. Además, son elementos muy comunes y diariamente miles de trabajadores deben trepar y destrepar por estas estructuras para acceder a su puesto de trabajo. Para minimizar los riesgos en estos accesos verticales, se implementa una especie de barandillas alrededor de la escalera a modo de jaula, la que no sólo no es una solución ante una caída, sino que genera una falsa sensación de seguridad en el trabajador, agravando el riesgo. ¿Por qué estas barandillas o jaulas no son una solución? El efecto inmediato de una caída es rebotar y golpearse contra estas estructuras, lo que agrava seriamente la situación del trabajador. De igual modo, las barandillas detendrían la caída solo si el trabajador queda enganchado al golpear, lo que genera un riesgo de lesión por la posibilidad de que el cuerpo vuelva a caer al desengancharse de la estructura. Por si fuera poco, estas barandillas representan, en general, un espacio confinado que dificulta las maniobras de rescate de una persona con traumatismos múltiples. En estos casos, un Dispositivo Anticaídas Deslizante permite que el trabajador ascienda o descienda sin necesidad de manipular el dispositivo. En caso de caída, el anticaídas se bloquea automáticamente, frenándola. Un análisis de riesgo determinará si es necesario o no el uso de absorbedores en este tipo de sistemas, basándose principalmente, en la altura de la caída, factor de caída y la fuerza de choque. Un claro ejemplo de este sistema es la instalación de una cuerda estática o semi-estática de poliamida o nylon, certificada para trabajo (en 1891 A o NFPA), a la cual se une un dispositivo anticaídas deslizante certificado (EN 353) (como el Petzl ASAP) y así el trabajador estará asegurado durante el ascenso/descenso sin necesitar maniobras o aparatos adicionales. Hay que tener especial cuidado con las líneas de vida verticales de riel, ya que si la persona queda de cabeza al caer, es posible que el carro o anticaídas no se bloquee a tiempo. Techumbres, planos inclinados y barrancos Los trabajos en tejados, techumbres y planos inclinados en general son otra área de alto riesgo donde una adecuada combinación de líneas de vida verticales y horizontales son la clave de un trabajo seguro y eficiente. Carga de camiones, encarpado, mantención de grandes aeronaves y vehículos Muchas labores de mantención y trabajo en grandes vehículos y aeronaves requieren de líneas de vida. Cuando los trabajos son esporádicos, optaremos por líneas de vida temporales, pero para labores rutinarias (como el encarpado de camiones, mesas de carga de combustibles, labores de carga y descarga de mercancía), es conveniente el uso de sistemas fijos. Las líneas de riel combinadas o no con dispositivos retráctiles son una excelente opción. Sin importar el sistema utilizado, la seguridad no debe traducirse en la aplicación de complejos procedimientos y aparatos, sino en proveer adaptabilidad y facilidad de uso. De lo contrario, los costos económicos y de productividad juegan en contra. La seguridad es una inversión y, por lo tanto, debe suponer beneficios.