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INCENDIOS INDUSTRIALES
¿Cuánta agua requieren para su control?
Por Sergio Albornoz, Jefe Desarrollo Técnico, Academia Nacional de Bomberos de Chile.

Dentro de las emergencias que ocurren a diario en nuestro país existen algunas de baja frecuencia pero alto impacto, tales como accidentes con materiales peligrosos, estructuras colapsadas o incendios industriales. Estos últimos tienen especial impacto en la comunidad en la cual están insertos por afectar el normal funcionamiento de esta y generar en ocasiones lesionados o fallecidos.

Un caso emblemático es Mathiesen Molypac en 1995, incendio en una bodega de productos químicos ubicada en San Bernardo, Región Metropolitana, que produjo una persona fallecida por una esquirla de un stand que colapsó. Hubo decenas de lesionados, centenares de evacuados y una contaminación al medioambiente en el corto, mediano y largo plazo. Solo una calle separaba esta empresa de un sector residencial.

Y casos recientes, como el incendio del pasado diciembre en la empresa Panimex en la comuna de Quilicura, Región Metropolitana, la cual ardió por más de 10 horas resultando bomberos lesionados, contaminación al medioambiente y pérdidas totales del lugar afectado.

Vemos con preocupación que casi 20 años después los incendios industriales tienen el mismo destino: pérdida total y extinción por agotamiento del combustible. ¿Por qué no pueden apagarse estos incendios antes de que se extingan por falta de combustible? Esta pregunta que puede parecer simple involucra varios aspectos.

En primer lugar, las propias empresas deberían contar con programas de prevención de incendios, además de infraestructura que minimice la posibilidad de inicio de fuego descontrolado, permita la evacuación de las personas, impida la propagación de los productos de la combustión y facilite las labores de extinción, todas medidas citadas en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, (OGUC).

Pero vemos que con frecuencia se supera la prevención y se producen siniestros que terminan en la pérdida total de la empresa con todas las consecuencias asociadas que finalmente afectan a la comunidad.

En este artículo solo abordaremos el tema del agente extintor más frecuentemente usado, el agua, para determinar la cantidad mínima necesaria para enfrentar estos incendios de gran magnitud.

El agua es el agente extintor más utilizado. Aparte de su bajo costo y alta disponibilidad, se usa por su eficiencia, al tener un alto calor de vaporización por unidad de masa, por lo menos cuatro veces mayor que cualquier otro líquido no inflamable. También es no tóxica, se puede almacenar a presión atmosférica y temperatura normal y su punto de ebullición de 100ºC está muy por debajo de los límites de 250ºC a 450ºC de temperaturas de pirolisis para la mayoría de los combustibles sólidos. Solo presenta inconvenientes al congelarse a 0ºC, conducir electricidad al contener sales minerales y reaccionar con algunos productos, como asimismo, no ser eficiente en líquidos combustibles e inflamables por ser estos menos densos y flotar sobre ella.

Tomando en cuenta estas limitaciones, el agua extingue por una combinación de mecanismos entre los que destacan el enfriamiento del combustible sólido o líquido, enfriamiento de la llama misma, generación de vapor que reduce la concentración de oxígeno y como niebla bloqueando la transferencia de radiación.

Por tanto, si en un incendio industrial se logra aplicar la suficiente cantidad de agua se podría lograr su enfriamiento y extinción antes de la pérdida de toda la instalación.

Pero existen problemas para lograr esto, entre los que destacan:

Incendios en áreas muy extensas por falta de compartimentación

Densidades de carga combustible muy altas (demasiada energía calórica por metro cuadrado de superficie)

Falta de agua suficiente para absorber la energía calórica generada

Falta de medios para llevar el agua hasta los lugares de mayor temperatura

La mejor manera de contener y eventualmente extinguir un incendio en grandes plantas es mediante una red de rociadores automáticos, los cuales pueden ser calculados en base a la tasa de liberación de calor del incendio y la localización del fuego en relación a los rociadores.

Pero si este sistema no está instalado o no funcionó por falta de mantenimiento adecuado (uno de sus principales problemas) solo resta aplicar agua desde distancia mediante pitones monitores de gran desalojo.

En el comercio se encuentran muchas marcas y modelos de pitones monitores, por lo que usaremos uno de referencia: un modelo portátil de 1000 gpm (casi 4000 litros por minuto) y 100 psi (7 bar) de operación.

Este equipo presenta a favor la versatilidad de poder ser instalado en el lugar que se necesite, para lo cual debe ser alimentado con 2 mangueras de 3 pulgadas (75 mm). Puede aplicar el agua desde chorros compactos (chorro maestro) hasta un cono de protección (neblina), pudiendo moverse tanto en forma horizontal como vertical.


¿Cuánta agua se debe aplicar en un incendio industrial?

Existen varias formas de estimar el caudal para estas emergencias. Bomberos de Chile en sus cursos de la Academia Nacional de Bomberos indica que una forma simple de calcular el caudal es multiplicar por 4 la superficie afectada, obteniéndose el resultado en litros por minuto. Con viento fuerte o ante cargas de combustible altas se puede aumentar el factor a 6. Esto se basa en la teoría de Caudal Táctico de Paul Grimwood, expuesta en su libro “Euro Firefighter”.

Si realizamos un ejercicio simple de cálculo de caudal sobre una bodega de 30 por 50 metros, tendremos una superficie de 1.500 m². Si aplicamos el factor 6 obtenemos que se requiere un caudal de 9.000 litros por minuto.

Como el monitor de nuestro ejemplo solo desaloja 4.000 litros por minuto, necesitaremos 2 o 3 de ellos para poder controlar y extinguir el fuego.

Pero inmediatamente surgen 2 nuevas necesidades: contar con la suficiente cantidad de agua para sostener esa aplicación por a lo menos 60 minutos y las bombas para poder desalojar dicha cantidad de agua.

Para lanzar 9.000 litros por minuto por una hora se requieren 540.000 litros, los cuales deben estar almacenados en la misma empresa. El pensar que la red pública de grifos pueda proveernos el agua es utópico, pues esta red se comparte con el agua potable y su caudal en las mejores condiciones es de 960 litros por minuto, generalmente en la noche cuando baja el consumo domiciliario.

Los carros de Bomberos portan en promedio 3.000 litros cada uno por lo que podrían sustentar el desalojo de 9.000 litros por ¡20 segundos!

En el caso de nuestro ejemplo, lanzar agua por debajo de los 9.000 litros por minuto solo gasta recursos pero no absorbe la suficiente cantidad de calor, terminando de apagarse el incendio cuando se acaba el combustible.

Podemos concluir que mientras las empresas no cumplan con normas de compartimentación y no cuenten con sistemas de rociadores diseñados de acuerdo a sus cargas combustibles o la suficiente cantidad de agua y medios para aplicarla, seguirán quemándose completas en caso de incendios industriales.

Abril 2014
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Comentarios acerca de este artículo
Julio Delgado G. Suatrans (10/06/2018)

Excelente artículo, preciso y resumido sin embargo clarisimo. Felicitaciones.

Olimpo Paternina Oliprocesos (26/06/2017)

Excelente

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