Cero Accidente, ¿meta posible? | | Por Samuel Chávez, Director General Asociación para la Prevención de Accidentes de Chile (APA Chile). | | | | En una ocasión, me preguntaron si yo creía que cero accidente era sólo un slogan o podía llegar a ser efectivamente una realidad. ¡Interesante pregunta! Mi respuesta fue que el significado de las palabras siempre está en las personas, y que bajo esta premisa, puede ser que algunos perciban esta frase como un simple slogan, mientras otros como un desafío. Para algunos, puede constituir un objetivo estadístico más, que hay que alcanzar de cualquier modo (incluso ocultando accidentes), mientras que para otros, puede ser un noble y sincero objetivo, por el cual hay que trabajar seria e incansablemente. Ahora bien, lo importante es cómo se perciba e interprete esta frase, ya que influye de manera considerable en lo que realmente se haga en función de ella. También me preguntaron si Cero Accidente puede llegar a ser efectivamente una realidad. Para algunos, esta meta puede parecer imposible, pero ¿cuántas cosas imposibles se han logrado en la historia de la humanidad? Tener la convicción de poder lograr un estado ausente de accidentes en una empresa constituye una tremenda energía, que le ayudará a avanzar en esa dirección. Asimismo, aquellos que no crean o duden de su factibilidad, sean gerentes o profesionales de prevención, también lograrán, muy probablemente, ver convertido en realidad su vaticinio. Lamentablemente. Trabajo serio e inteligente La visión de Cero Accidente siempre debe venir acompañada de un trabajo serio e inteligente. Esto significa, por una parte, un esfuerzo de toda la organización, liderado con voluntad de acción y con persistencia, buscando cada vez mejores resultados, a través del desarrollo de una Cultura Preventiva y del Autocuidado, a todo nivel. También significa trabajar en base a una estrategia que radique la responsabilidad por la seguridad en cada uno de los miembros de la empresa, entendiendo la seguridad como resultado de un trabajo bien hecho; una estrategia que privilegie el control de los accidentes en el origen o raíz de los problemas, mejorando constantemente los distintos sistemas y procesos; una estrategia que fomente tanto la gestión preventiva por parte de la línea de mando como el autocuidado por parte de los trabajadores. Tal desafío se justifica, porque los accidentes siguen ejerciendo su acción devastadora al provocar muertes y distintos tipos de incapacidades en las personas; dañando equipos, instalaciones y bienes; interrumpiendo y paralizando procesos y/o faenas; generando pérdidas humanas y económicas; dañando la imagen y reputación de las empresas; entre otros tantos efectos de los accidentes. ¿No son estas razones más que suficientes como para declarar inadmisibles los accidentes y, por lo tanto, aspirar a su erradicación de la empresa? . | |