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Los riesgos de trabajar bajo la influencia de las drogas
Artículo gentileza de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).

Construir identidad. Ese es el desafío que enfrentan las compañías hoy, no importa el rubro al que pertenezcan. Todas quieren encantar a sus clientes, diferenciarse y lograr que su marca sea recordada. En esta tarea, muchas de ellas ven en el Branding Corporativo el camino para lograrlo.

Trabajar bajo la influencia de drogas o alcohol acarrea una serie de consecuencias negativas no sólo para quien consume esas sustancias, sino también para su entorno laboral.

Según el psiquiatra del Hospital del Trabajador, Enrique Storm, las personas que trabajan bajo la influencia de las drogas y/o alcohol bajan notoriamente su productividad, se accidentan más, se cambian frecuentemente de trabajo, llegan tarde o sencillamente faltan a trabajar. “Todo esto produce un deterioro en el ambiente laboral, ya que muchas veces los compañeros deben asumir las tareas del que no está produciendo, y esta sobrecarga genera otros problemas, como licencias médicas por estrés u otras enfermedades”, explica el especialista.

Respecto del consumo de marihuana, el Dr. Storm sostiene que ésta tiene efectos a nivel vascular, lo cual hace que llegue menos sangre al lóbulo frontal del cerebro, que es donde se controla la conducta. “Esto significa que una persona que ha consumido esta droga presenta alteraciones en el comportamiento y hace cosas que no haría estando lúcido, lo que es particularmente riesgoso en un rubro como el transporte de pasajeros”.

Por otra parte, advierte de los peligros de combinar drogas con alcohol, situación que no es infrecuente entre los adictos a la cocaína, quienes sienten la necesidad de “nivelar” o compensar los efectos de ambas sustancias. “La cocaína contrae las arterias y el alcohol las dilata, y ello puede provocar la ruptura de arterias a nivel cerebral o del corazón, con un alto riesgo de muerte o de secuelas como la tetraplejia”, afirmó el médico del Hospital del Trabajador, mencionando el caso del cantante argentino Gustavo Cerati.

El profesional destacó la importancia de que quienes tengan la autopercepción de que el consumo de drogas o alcohol les está generando problemas, no duden en pedir ayuda, ya sea en la propia empresa o en la red de salud pública o privada. En cuanto al entorno laboral, cada vez son más las empresas que desarrollan programas de prevención y de acogida a los trabajadores que presentan adicciones.

Evolución Consumo alcohol y drogas 2009 a 2010


Consumo en la población trabajadora


El mayor consumo de alcohol y drogas se da entre los 19 y los 34 años en todos los niveles socio-económicos, y quienes más abusan de drogas ilícitas son quienes se encuentran cesantes o buscando trabajo. Estos son sólo algunos antecedentes que entrega el Quinto Estudio de Prevalencia de Consumo de Alcohol y Drogas de los trabajadores chilenos de las empresas de todo el país, realizado en 2010 sobre una muestra de 3.262 trabajadores de entre 18 y 65 años, pertenecientes a los rubros Minería, Agrícola, Forestal, Comercio/Transporte, Industria y Servicios.

Respecto a los principales resultados, entre los años 2009 y 2010 destaca un aumento del consumo de medicamentos psicotrópicos de 8.0% a 8.9%; una disminución del consumo de tabaco de 48.5% a 47.7%; un aumento del consumo de alcohol de 70.2% a 72.0%; una disminución del porcentaje de bebedores problema de 31.7% a 30.3% y una disminución del consumo de drogas ilícitas de 7.3% a 5.8%.

María Cristina Ulloa, Asesora Técnica del Programa de Prevención de Consumo de Drogas de la ACHS, afirma que “los resultados por sectores de actividad económica presentan ciertas distinciones, las que son categorizadas por cada empresa de acuerdo a su realidad y abordadas por todos los integrantes de la organización”.

La profesional agrega que “nos planteamos esta problemática desde una perspectiva integral, aumentando la percepción de riesgo al relacionarse con las drogas, vinculando la promoción de acciones internas a desarrollar los hábitos de vida saludables de los trabajadores, creando una cultura laboral facilitadora para crear factores protectores e identificando y haciéndose cargo de los factores de riesgos para su abordaje”.

Por otra parte, Ulloa advierte que la tendencia en el consumo de las diferentes sustancias ha ido en aumento desde el año 2003, pero que el último estudio presentado en el año 2010, arrojó una leve tendencia a la baja, “lo que esperamos continúe en los próximos años”.

Noviembre 2012
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