| Manejo seguro de solventes orgánicos | | | |  | | Las sustancias orgánicas llamadas “solventes” reciben esta denominación, dada su capacidad para disolver muchas otras sustancias. Con la introducción del uso del petróleo y sus derivados durante el siglo XX, nos encontramos frente a distintas formulaciones que contienen estos principios activos, tanto de uso industrial como domésticos. Dadas sus propiedades fisicoquímicas y toxicológicas, tienen efectos en general sobre las funciones del Sistema Nervioso Central (SNC, compuesto por el cerebro y la médula espinal), razón por la que existe además un uso recreacional ilegal de estos.
Los usos de los solventes orgánicos son diversos y de uso frecuente a nivel industrial, ya sea como adhesivos, desengrasantes, sustancias para limpieza, plastificar, dar flexibilidad u otras diversas aplicaciones. Los disolventes también son de gran utilidad en la fabricación de adhesivos, pinturas, productos farmacéuticos, plaguicidas, laboratorios de investigación y en la elaboración de materiales sintéticos, entre otras. Este uso masivo, tanto a nivel industrial como doméstico, plantea diversas exposiciones ambientales, pero es en el ámbito industrial donde se presentan las mayores posibilidades de efectuar un manejo seguro y sustentable de emisiones al medioambiente, incluyendo las fugitivas y no fácilmente identificables.
A pesar de la enorme variedad de usos, los procesos de limpieza y desengrase de piezas y maquinaria siguen constituyendo una de las principales aplicaciones. Los disolventes orgánicos que tradicionalmente más se utilizan para estas actividades son 1,1,1¬tricloroetano, queroseno, diclorometano, tetracloroetileno, tricloroetileno, tolueno, xileno, 2¬propanol, nafta, n¬hexano, butiletilen glicol, CFC 113 y white spirit (mezcla de hidrocarburos y parafinas). Estas emisiones en el medio laboral y las fugitivas a espacios abiertos plantean problemas de contaminación del medioambiente laboral y outdoor, que inciden directamente en la salud y bienestar de los trabajadores, pero además determinan pérdidas económicas para las empresas, al presentar mayores mermas de materias primas y generar mayores residuos, frecuentemente clasificados como materiales peligrosos.
No obstante, el mayor impacto se da asociado al ausentismo laboral relacionado con la sobreexposición de los trabajadores, no siempre por falta de los equipos de protección personal (EPP), sino que por desconocimiento de los riesgos asociados, por actitudes temerarias sin justificación o por falta de prolijidad al utilizar sus sistemas de protección.
Los principales problemas históricos detectados en mutualidades en Chile, se relacionan con incapacidad laboral permanente y se traducen en deterioro psicorgánico (DPO), Benzolismo y Neuropatías. Los procesos industriales que están más expuestos se encuentran en las áreas de Combustibles; Pinturas, Barnices y Lacas; Plásticos y Adhesivos; Industria textil y lavasecos; Plaguicidas y Síntesis Orgánica.
Varios de estos hechos son corregibles con educación y capacitación, elementos frecuentemente diferidos al interior de las empresas, en virtud de la producción y de solucionar imprevistos o se centran solo en la entrega del EPP, en el entrenamiento de los procesos industriales y escasamente en familiarizarse con el riesgo especifico, en su reconocimiento o en como leer una hoja de datos de seguridad (HDS). Algunos tipos de solventes orgánicos y riesgo relevante
Alcoholes: Son disolventes de lacas, barnices y celuloide, y se usan en la fabricación de plásticos y como componente de algunos anticongelantes.
Metanol: Líquido incoloro de olor característico, soluble en acetona y ésteres. Por su gran volatilidad pasa rápidamente a la atmósfera, dando lugar a intoxicaciones por vía respiratoria. Tiene aplicaciones como disolvente, antiséptico y reactivo de síntesis química. Se usa como solvente industrial, para la fabricación de formol, acetato de metilo y plastificantes, como aditivos para gasolinas, solvente en fabricación de colesterol, estreptomicina, vitaminas y hormonas, desnaturalizante para alcohol etílico.
Formol (formaldehIdo): Gas perteneciente al grupo de aldehídos, es el de mayor importancia comercial. Se prepara por oxidación del metanol y se expende en solución acuosa al 37% (formalina). También puede prepararse en forma anhidra por condensación (paraformaldehído). Es usado en la manufactura de plásticos y pegamentos. El Formaldehído (H2CO) es potente precipitador de las proteínas tisulares, por lo cual se le utiliza para preservar tejidos y muestras biológicas. | El pilar fundamental de la seguridad química radica en el reconocimiento del riesgo, en identificar las sustancias más complejas, las cantidades a partir de las que se presenta el mínimo riesgo, cómo identificar situaciones complejas y cómo protegerse frente a los distintos niveles de riesgo.
Cómo abordar los riesgos
Los peligros que presenta el uso y manipulación de estos productos para la salud, han motivado la adopción de una serie de normas de seguridad y de cumplimiento para ambientes laborales establecidos en el DS 594, Minsal, que establece los límites permisibles de concentración de productos químicos en el área laboral, a fin de minimizar el riesgo o evitar enfermedades e intoxicaciones en los trabajadores expuestos.
Los peligros, riesgos y probabilidades de que una sustancia cause daños son reflejados en un sistema internacionalmente aceptado de Frases de Riesgo (Frases R) y Frases de Seguridad (Frases S). Muchas Frases R hacen referencia a los efectos en la salud humana (por ejemplo, R34 significa que la sustancia química “causa quemaduras”). Otras Frases R describen los efectos medioambientales (por ejemplo, R50 quiere decir que la sustancia es muy tóxica para los organismos acuáticos).
Algunas Frases R también indican que los químicos pueden ser explosivos o inflamables, o que pueden reaccionar violentamente con agua o sustancias comburentes. Es importante saber esto y tomar precauciones especiales a la hora de manipular o almacenar estas sustancias.
Una forma fácil de que los trabajadores adviertan el riesgo antes de iniciar un trabajo con una sustancia química, es verificar en la HDS las frases de riesgo o frases R. De este modo, si la sustancia tiene R tendrá riesgos específicos. Por ejemplo, una sustancia con una frase R:
• entre 1 y 19, tendrá riesgos físicoquímicos que deben identificarse.
• entre 20 y 49, tendrá riesgo para salud a verificar.
• entre 50 a 68, tendrá riesgos medioambientales, riesgo para embarazadas, o mutagénicos, o cancerígenos o efectos crónicos que deben identificarse.
Otros elementos que se encuentran en las HDS, son el riesgo principal que está identificado con un símbolo universal y que debe ser conocido por los trabajadores.
De acuerdo al riesgo, se encontrará la información recomendada por el fabricante del producto, de cómo el trabajador debe protegerse en la actividad habitual con ese producto o en condiciones de accidente. Cumpliendo estas recomendaciones las exposiciones se minimizan, dado que se establecen barreras entre los niveles ambientales y el individuo expuesto y reduce en el organismo concentraciones de efecto de daño.
 De ahí la importancia de implementar planes de Seguridad Química y Desarrollo Sustentable al interior de las empresas, lo que disminuye efectivamente los riesgos laborales y además identifica los factores asociados a emisiones ambientales (fuentes fijas, móviles y pérdidas fugitivas) en los procesos productivos.
En relación a los efectos de los solventes orgánicos, es importante conocer el potencial de daño, dependiendo de la dosis de exposición, de la vía de ingreso al organismo y del tiempo de exposición, dado que por sus propiedades de liposolubilidad, estos compuestos presentan una gran afinidad por órganos donde existe mayor concentración de lípidos, siendo uno de ellos el SNC, pero también en contacto con la piel se asocian a efectos irritantes y desengrasantes. Por sus características de volatilidad presentan una alta presión de vapor, pudiendo pasar fácilmente a la atmósfera en forma de vapor durante su manejo y por ello, son susceptibles de ser inhalados fácilmente. En su gran mayoría, son metabolizados en el hígado, por lo cual es importante que los trabajadores expuestos al riesgo limiten el consumo social de alcohol o se abstengan para evitar efectos adicionales. Se excretan algunos inalterados por la orina y en otros casos metabolizados, pudiendo ser identificados algunos indicadores específicos de exposición, los que se controlan en los trabajadores expuestos. Otros órganos diana de los solventes orgánicos son los riñones, y los sistemas cardiovascular, hematológico y reproductor.
Como material nocivo o potencialmente tóxico que con frecuencia se manipula en las labores industriales e inadvertidamente en el hogar, pueden alcanzar el sistema nervioso central o periférico, después de haber sido inhalados y absorbidos por la sangre. Según sea la sustancia, el tiempo y el nivel de exposición pueden reducir, o incluso destruir, las funciones de las células nerviosas, alterar la función renal, hepática, de la médula ósea, etc. No solo se pueden presentar estos efectos sistémicos por la vía de ingreso respiratoria, sino que dérmica u oral. Artículo gentileza Dra. Laura Börgel, médico Toxicólogo, Director Laboratorio Servitox,
Presidente Corporación RITA Chile. www.toxicologia.org | | |
