Juan Matías Jofré Espinoza, Gerente de Seguridad Industrial de Cristalerías Toro S.p.A. “Tener una política de puertas abiertas es relevante en seguridad laboral”

Enfocada en la producción de envases de vidrio, Cristalerías Toro, una de las principales empresas del rubro, ha implantado un plan de prevención de riesgos de grandes alcances. Uno de sus puntos clave es la relación de cercanía entre la alta dirección y los trabajadores (cerca de 800), lo que ha incidido en el desarrollo de una cultura de seguridad dentro de la empresa.

¿Cuál es la estructura del área de seguridad laboral de la empresa? Como empresa nos enfocamos en cuatro ejes: Seguridad, Productividad, Calidad y Sustentabilidad. De ahí la importancia en seguridad que nace desde la gerencia general y llega a los diferentes trabajadores. A la cabeza de este tema está la gerencia de seguridad industrial, que tiene a cargo la seguridad y la salud ocupacional de la empresa. Dentro de esta gerencia está el departamento de prevención de riesgos, que cuenta con dos expertos, uno de los cuales está presente en la planta de fabricación y otro que atiende las plantas externas, como lo son la planta Flora, donde extraemos la arena silícica; y la planta Caldera, el carbonato de calcio. Todas estas áreas responden a la gerencia de seguridad industrial, que es desde donde nacen las medidas y se generan las herramientas a aplicar. ¿Cómo es el plan de seguridad laboral que han instaurado? Es una iniciativa que venimos desarrollando desde 2004 y que empezamos a trabajar muy de la mano con la Mutual de Seguridad, a través de un plan de empresa competitiva, con el que pudimos conseguir muy buenos resultados en accidentabilidad. A contar de 2013 hemos estado trabajando con el IST, con un nuevo programa con el que también hemos obtenidos buenos resultados. Contamos con un comité ejecutivo que semanalmente discute los temas de seguridad laboral, para conocer y determinar causas de accidentes o posibles accidentes y establecer las acciones para eliminar el foco de riesgo. Asimismo, en cada puesto de trabajo aplicamos herramientas para determinar los peligros y evaluar los riesgos. Es importante señalar que los resultados de estas evaluaciones son dados a conocer a los trabajadores. De esta forma, pueden conocer, por ejemplo, las consecuencias de retirar las protecciones a las máquinas, no mantener los pisos limpios o no utilizar correctamente sus EPP. ¿Qué otra iniciativa en este ámbito destaca? La otra herramienta que nos ha servido mucho es la escuela de capacitación para los trabajadores de Cristalerías Toro, que funciona todos los meses del año y que tiene como propósito que todos los trabajadores de la planta (nuevos y antiguos) vayan realizando cursos sobre seguridad en el puesto de trabajo, cultura preventiva, cuidado con las manos, etc. Esto ha motivado mucho a los trabajadores, ya que además su aprobación suma puntos para su currículum y postulación a otros cargos dentro de la empresa. ¿Cuáles son los riesgos más frecuentes en su operación? El foco más alto que tenemos es la fundición; nosotros fundimos el vidrio a 1.580 grados, lo que genera un alto riesgo, aunque en esta área se han generado muy pocos accidentes porque tenemos muy controlados los peligros y la mayoría de los procesos son automatizados. El otro foco es donde se forma el envase de vidrio, que son las máquinas automáticas IS, donde si bien es cierto la formación del envase es a través de procesos automáticos, están siempre presentes los riesgos de atrapamiento, de quemaduras o cortes. El resto de los riesgos están asociados a las líneas de revisión y control de calidad. ¿Cómo han desarrollado la relación con los trabajadores? Nos hemos caracterizado por ser una empresa de política de puertas abiertas. Esto significa que toda persona puede interactuar con el gerente general, quien diariamente visita la planta, así como con el directorio y el resto de los gerentes, con lo que hemos conseguido una estrecha relación y logrado que el mensaje de la seguridad laboral se transmita siempre. En todas esas instancias se toman las impresiones de los trabajadores, quienes muchas veces proponen algunas mejoras. Y para nosotros su visión es muy importante, ya que están donde ocurren los hechos. Asimismo, el comité paritario está permanentemente en los lugares de trabajo para reconocer cualquier falla o mejora de los procesos en torno a la seguridad. ¿Cómo han evolucionado las tasas de accidentabilidad con este programa? A contar del 2004 al 2013, hemos tenido una fuerte baja en siniestralidad. El 2004 teníamos una cotización adicional de 3,4, y al 2013, llegamos a tener una cotización adicional del 1,36, que corresponde a 7 tramos de rebaja en la tasa de siniestralidad y que se refleja en la cotización. Esa cifra muestra que hemos bajado la siniestralidad fuertemente, y esperamos seguir haciéndolo en el futuro.