ILUMINACIÓN EN LAS FAENAS Elemento clave para evitar accidentes

Artículo Gentileza de Hernán Castillo, Jefe de la Línea de Generación de SIMMA.

En un proceso productivo ininterrumpido, los trabajos en horarios nocturnos son fundamentales para permitir a la empresa cumplir con los desafíos que el mercado impone. Sin embargo, es necesario contar con medidas para disminuir los riesgos de trabajar en la oscuridad.

La iluminación juega un papel fundamental cuando se trata de realizar labores productivas que continúan llegada la noche, por lo que resulta ser la medida de seguridad básica para que los operadores de los turnos nocturnos realicen las actividades de manera correcta y, sobre todo, sin poner en riesgo su integridad. En este sentido, las torres de iluminación son prioritarias, pues, especialmente en la Minería, apoyan el desarrollo de actividades que están lejos de las fuentes de energía, como, por ejemplo, trabajos en las canchas de acopio de material (carguío y transporte), zonas de botaderos de mineral estéril, movimientos de tierra, entre otras. También en el sector de la Construcción se produce una situación similar, pues las primeras etapas de los proyectos no cuentan con energía propia para la construcción de caminos de acceso, preparación de plataformas para construcción de campamentos, plantas de procesos, etc. La mayoría de las torres que se comercializan en Chile y que son adecuadas para estas labores son aquellas que poseen cuatro focos de 1.000W cada uno (vale decir, 4.000W) de Haluro Metálico de 440.000 lúmenes, que logran iluminar de 2 a 3 hectáreas. Tienen un motor diesel con un alternador, con potencias entre los 6 y 8 KW, con un mástil de altura máxima de 9 metros, que además permiten una excelente economía de combustible, logrando una autonomía de 60 horas de uso, de fácil mantenimiento y diseño compacto. Factores ambientales a considerar Un buen plan para la iluminación de las faenas, debe contemplar factores que pueden incidir en la calidad de la luz que se está emitiendo. Entre los elementos que pueden influir, se encuentran el número de fuentes luminosas, la dirección o posición de la torre, la difusión o forma de emanar y llegar al objetivo -directa, difusa, etc.-, duración continua o instantánea, la intensidad y el color de la luz, por nombrar algunas. Estas variables tienen directa relación con el lugar donde esté asentada la faena. La mayoría de las torres de iluminación tiene un flujo luminoso de aproximadamente 440.000 lúmenes, pero en ciertos lugares (como los observatorios astronómicos), la luz no puede ser tan intensa como en otras aplicaciones, por lo que se debe contemplar algunos elementos adicionales. Un ejemplo de estos son las lumbreras especiales que se instalan en los focos o bien un tubo difusor de luz, para poder usarse en faenas que deben mitigar la contaminación lumínica. Además, hay que considerar que estos equipos no son adecuados para zonas con condiciones climatológicas adversas (como lluvia, nieve o vientos de velocidades elevadas), ni tampoco en lugares polvorientos, mojados o con potencial de explosiones (por ejemplo, cerca de materiales inflamables). Las últimas tecnologías Dentro de las últimas tecnologías relacionadas con las torres de iluminación, tenemos las torres que funcionan con paneles fotovoltaicos. Estas son ideales para trabajar en el norte de nuestro país, aprovechando al máximo los altos niveles de radiación solar que se hallan en esa zona. Sin embargo, hay que considerar que la luz que emiten estos equipos es menor que las de las torres de luz convencionales, pues utilizan LEDs que en su totalidad entregan 750 W aproximadamente. Estas nuevas torres poseen paneles solares instalados en su frente, lo que puede ser un factor importante para prevenir accidentes provenientes del uso de diesel en el motor, en zonas donde este combustible puede representar un peligro. Puntos a considerar al instalar las torres Como se trata de hacer el lugar de trabajo más seguro gracias a la disposición de una fuente lumínica, es muy relevante también tomar todas las precauciones necesarias para el buen uso de estos equipos. Para comenzar, es importante que la torre de iluminación solo cumpla el papel para el que ha sido destinada y que sea manejada por personal autorizado y formado para su utilización. Este debe familiarizarse con su manejo antes de usarla por primera vez, conociendo a cabalidad sus limitaciones y posibilidades y saber para qué funciona cada palanca e interruptor, en caso de que se deba parar rápidamente el motor. Además, los equipos deben contar con sus mantenciones al día y no se deben utilizar en caso de que se detecte alguna anomalía. Pensando en el lugar preciso para su instalación, es muy importante que se conozca el Plan de Seguridad y Salud de la obra e informarse si otros trabajos de la faena pueden generar riesgos (huecos, zanjas, obstáculos, etc.) Asimismo, hay que considerar la ubicación donde se instalarán, pues no deben existir restricciones de peso o altura, ni estar en zonas de circulación de cargas suspendidas o paso de vehículos. Si se disponen en espacios cerrados, estos deben contar con un buen sistema de ventilación, siendo lo adecuado ubicarlas a lo menos a un metro de distancia de paredes u otros equipos.