Temporada de incendios forestales | | Por Julio Torres Cuadros, Ingeniero Forestal, Magíster en Medio Ambiente, Colegio de Ingenieros Forestales. | | | | | | El mes de noviembre para la actividad forestal da inicio a la temporada de incendios forestales. Pocos son los fenómenos que pueden afectar tan significativamente distintos aspectos de nuestro entorno. Por cierto, se afecta la naturaleza, su biodiversidad, su capacidad para proveer servicios ambientales y económicos. Pero también se afecta la salud de las personas a través de la contaminación, la emisión de gases de efecto invernadero y, en forma más directa, la amenaza a la vida de las personas, a sus casas y propiedades, a sus recursos económicos. Los incendios forestales son una de las principales amenazas a la vida y al ambiente en el sector rural. Los incendios forestales muestran estadísticas históricas que no son para nada positivas. Existe una sistemática afectación de superficie que promedia las 50.000 hectáreas anuales. Sin embargo, muchas veces ocurren episodios extraordinarios que incrementan estas cifras, como fue a fines del año 2011 con el incendio del Parque Torres del Paine (15.000 ha) o los incendios en la región del Biobío del cerro Cayumanqui (esa temporada la superficie afectada superó las 90.000 hectáreas). ¿Cómo se aborda el problema en Chile? El conocimiento adquirido en Chile en el combate de los incendios forestales es de clase mundial y los brigadistas forestales nacionales son invitados a trabajar en otros países (España y Portugal, por ejemplo). Los especialistas chilenos dictan charlas en dichos países sobre las estrategias de prevención y control. Pese a esto, existe una insistencia en asignar culpas a las empresas forestales y al manejo de sus brigadas por los lamentables y trágicos eventos de pérdidas de vidas humanas. En efecto, tanto el año 2009 con la caída de un helicóptero con 13 brigadistas, como la muerte de los brigadistas en el incendio de Carahue el año 2012, son eventos que han enlutado el combate de incendios en Chile y puesto un injusto manto de duda sobre su efectividad. Claves en el combate de incendios forestales 1. Mantenerse informado sobre las condiciones del clima y pronósticos. 2. Mantenerse siempre enterado del comportamiento del incendio. Observar personalmente o emplear un observador. 3. Cualquier acción contra el incendio debe ser según el comportamiento actual y futuro. 4. Mantener rutas de escape para todo el personal y darlas a conocer. 5. Mantener un puesto de observación cuando exista la posibilidad de peligro. 6. Mantenerse alerta y calmado, pensando claramente y actuando con decisión. 7. Mantener comunicación con el personal, jefes y fuerzas adjuntas. 8. Dar instrucciones claras y hacerlas entender. 9. Mantener el personal bajo control a toda hora. | Este enjuiciamiento es siempre estéril, ya que el foco de la discusión debería siempre estar orientado a la causas de por qué se producen los incendios forestales y no a los aspectos laborales o de seguridad de los brigadistas, ya que estos últimos están suficientemente abordados por la Corporación Nacional Forestal. No hay causas naturales para los incendios forestales, todas son fruto de la acción del hombre, ya sea por negligencia o por intencionalidad. Este es el tema principal. Lamentablemente, el porcentaje de siniestros que se explican por intencionalidad ha aumentado en los últimos años. Y en el caso de la negligencia, es frustrante percibir que a pesar de las campañas, los turistas no internalizan los riesgos de sus acciones (para muestra, lo ocurrido en los incendios de Torres del Paine el año 2005 y el año 2011; dos casos de negligencia de turistas extranjeros). Pese a que las estadísticas sobre incendios forestales hablan de una superficie afecta que no parece disminuir, es importante señalar que las estrategias de prevención y control de las empresas forestales han avanzado significativamente. El gran porcentaje de los focos de incendios forestales son detectados y enfrentados sin que superen las 10 a 20 hectáreas. Son la excepción los incendios forestales de grandes dimensiones que se escapan de su foco inicial y requieren la acción conjunta de numerosas brigadas por varios días. En este avance, han aportado significativamente las tecnologías de detección satelital, sistemas de monitoreo wireless en tiempo real y un sistema de gestión de detección que cada vez se profesionaliza más. Sin embargo, la tecnología no impedirá que la negligencia o la intencionalidad, sumado a un incremento de las condiciones favorables al incendio forestal debido al cambio climático y la reducción de precipitaciones, sigan aumentando la superficie que año a año se quema, impactando la diversidad de nuestros bosques, la salud y seguridad de nuestra gente. Acciones o eventos que incrementan el riesgo en el combate de incendios forestales 1. Construir una línea de cortafuego cuesta abajo, hacia el incendio. 2. Combatir el incendio por la ladera de un cerro donde material rodante puede iniciar focos secundarios cuesta abajo. 3. Cambios en velocidad o dirección del viento. 4. Enfrentarse en la línea de fuego con combustibles pesados, secos y no quemados entre el combatiente y el incendio. 5. Cuando el terreno y los combustibles hacen difícil el escape hacia las zonas de seguridad. 6. Encontrarse en terreno desconocido que no se logró estudiar detalladamente en las horas de día. 7. Intentar un ataque frontal al incendio con vehículos cisterna. 8. Existencia de focos secundarios sobre la línea de fuego. 9. Falta de visibilidad del incendio principal y falta de comunicación con personas que pueden ver el incendio. 10. Cuando no se ha hecho un reconocimiento del incendio. 11. Cuando las zonas de seguridad y rutas de escape no están identificadas. 12. Desconocimiento en estrategias, tácticas y peligros. 13. La línea de cortafuego construida sin punta de anclaje segura. 14. No hay comunicación eslabonada entre los equipos y el jefe de incendio. | | |