| La importancia de los detectores de gases | | | | |  | | Ya sea en la industria minera, construcción, química o de servicios sanitarios, entre otras, siempre está presente el riesgo de inhalar gases tóxicos provenientes de diversos procesos productivos, como el monóxido de carbono (CO) y ácido sulfhídrico (H2S), ambos letales y de constante presencia en cámaras de alcantarillado y otros ambientes. Por ello, en estos espacios, se hace necesario contar con herramientas que permitan una detección oportuna.
De acuerdo a Carlos Vial, Gerente de Ventas de Safety Service, empresa distribuidora de detectores de gases, la tecnología de estos equipos ha mostrado una importante evolución en el último tiempo, desde los pioneros tubos colorimétricos que detectan la presencia de gases como el monóxido de carbono y otros, hasta equipos electrónicos que, además de indicar la cantidad del gas tóxico presente en el ambiente, alarman por medio de luces, sonido o vibraciones. Vial explica que su funcionamiento se basa en un principio electroquímico: “Los aparatos actuales poseen celdas sensoras que, al contacto con el gas, producen una diferencia exponencial de miliamperajes, los que pueden ser reconocidos en volumen porcentual o delimitadas en partes por millón”.
Además de los mencionados sistemas portátiles, el trabajo en ciertas industrias y procesos (como en el caso de plantas de amoníaco o cloro), requiere de sistemas fijos de detección instalados en espacios cerrados para contar con información constante de las condiciones ambientales del recinto.
En materia legal, las directrices sobre la utilización de detectores de gases están dadas por el Decreto 594 del Ministerio de Salud, que se refiere a las condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo y establece los límites permisibles de exposición ambiental a agentes químicos y físicos para trabajadores.
Un elemento de protección personal (EPP)
Ya sea en las detonaciones de las mineras subterráneas, trabajos en alcantarillados, en industrias químicas o en espacios confinados, contar con dispositivos de alarma como los detectores de gases se hace indispensable. El ejecutivo de Safety Service destaca la importancia que reviste el uso de estos aparatos, que actualmente son considerados como elementos de protección personal, lo que se facilita con los diferentes formatos actuales, como algunos modelos que pueden ser utilizados en la solapa de una chaqueta. “Tal como lo es un casco, antiparras y guantes, estos detectores son un elemento más de EPP, permitiendo con sus alertas ejecutar los protocolos establecidos por las empresas”, explica.
En este sentido, es fundamental que los trabajadores tengan conocimiento del comportamiento de los gases de acuerdo a su densidad, además de ser capacitados en la interpretación de los instrumentos. Por esta razón, aspectos como la rotación constante de personal o la falta de una capacitación adecuada, pueden ser factores que influyen negativamente en los riesgos de accidentabilidad por la inhalación de gases.
El impulso en la utilización de estas herramientas de medición y alarma, según Vial, se registraría a comienzos de la década del 2000, período en que se reforzaron las normativas y buenas prácticas de seguridad laboral. Esto considera además la llegada a la industria de profesionales con formación universitaria especializada en prevención de riesgos, así como las estrictas medidas tomadas por la industria minera en materia de seguridad. De este modo, aumentó la demanda y cayeron los precios de estos productos, ambos aspectos incidentes en su masificación.
 Las tendencias en detectores de gases
Al responder a necesidades diferentes, los detectores portátiles de gases y los sistemas de prevención tenderían a evolucionar en paralelo, sin abarcar uno el campo del otro. “En el caso de las mineras y de las empresas de alimentos, se mantendría la utilización de sistemas instalados de detección de gases, ya que en las líneas de producción, la inhalación de gases tóxicos representa un riesgo permanente del que se debe estar protegido. Esto no significa que las personas que ingresan al lugar no deben llevar consigo detectores portátiles, pues esas mismas personas pueden desplazarse constantemente a lugares en las que haya emanaciones de gases no consideradas”, argumenta Vial.
En cuanto a tecnología, hay ciertos puntos que destaca el especialista en los que debiera haber una evolución considerable en corto tiempo, como es el caso de la mantención de los equipos, que debiera realizarse en mayores períodos de tiempo; nuevos diseños adaptados a las múltiples necesidades, en tamaños y peso; productos fabricados con materiales de mayor duración y con resistencia a factores externos, como la corrosión, oscilaciones térmicas o la presión en diferentes alturas; y una mejor electrónica, siempre enfocada en la seguridad. | |
